?Ni vida ni obra?

La biograf¨ªa de Cervantes ha sido durante siglos una fortaleza asediada por tierra, mar y aire. A desentra?ar los muchos secretos que rodean los d¨ªas del mayor escritor espa?ol de todos los tiempos se dedicaron eruditos como Gregorio Mayans en el siglo XVIII o Astrana Mar¨ªn a mediados del XX. De las biograf¨ªas solventes y disponibles hoy al lector medio podr¨ªa decirse que las hay, precisamente, de tierra, mar y aire, o si se prefiere, de fil¨®logo, de escritor y de historiador.

Fil¨®logo es el autor de la m¨¢s popular de todas, Cervantes (Espasa Calpe, colecci¨®n Austral), escrita por el hispanista franc¨¦s Jean Canavaggio, responsable de la edici¨®n de la prosa cervantina en la Pl¨¦iade. Por su parte, en Las vidas de Miguel de Cervantes (Pen¨ªnsula) encontramos un Cervantes "de autor", retratado con vitalidad, pasi¨®n y agudeza por Andr¨¦s Trapiello, uno de los novelistas espa?oles que con m¨¢s frecuencia se ha acercado a la obra del creador del ingenioso hidalgo. Ah¨ª est¨¢ su reciente novela Al morir don Quijote (Destino), que retoma la vida de los personajes secundarios tras la muerte del protagonista de la obra maestra de Cervantes. Finalmente, de historiador es la biograf¨ªa m¨¢s reciente, Cervantes. Genio y libertad (Temas de Hoy), en la que Alfredo Alvar Ezquerra resume informaciones muy ¨²tiles para conocer el contexto en el que se desarroll¨® la vida de un escritor que parece condenado a no tener biograf¨ªa.

Lo que s¨ª tuvo es una obra. Y esa obra es algo m¨¢s que el Quijote, pese a que la "pompa y la ceniza de los aniversarios", como dir¨ªa Borges, corra el riesgo de hacer de Cervantes autor de una sola novela. A falta de la edici¨®n cr¨ªtica y definitiva de sus obras completas, lo m¨¢s parecido que tenemos son las que reuni¨® en un solo tomo Castalia, en 1999, en edici¨®n de Florencio Sevilla Arroyo. No obstante, y m¨¢s all¨¢ del Quijote, tanto esa misma editorial como C¨¢tedra cuentan con ediciones cuidadas y accesibles de la poes¨ªa y el teatro cervantinos, as¨ª como de los otros textos narrativos que salieron de su pluma.

Cervantes se estren¨® en ese terreno con La Galatea (1585), una novela cuya segunda parte, nunca publicada, anunci¨® su autor hasta en el estremecedor pr¨®logo -escrito con "el pie en el estribo", uno de los m¨¢s famosos de la historia de la literatura- de la que ser¨ªa su obra p¨®stuma, Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1916). Entre aquella novela pastoril y esta novela bizantina, Cervantes escribi¨® las Novelas ejemplares (1913), una colecci¨®n que hoy dir¨ªamos relatos largos entre los que se encuentran algunos -El licenciado vidriera, Coloquio de los perros- que no desmerecen al lado del mism¨ªsimo Quijote.