Corea del Sur refuerza su investigaci¨®n a Microsoft por supuestas pr¨¢cticas contra la libre competencia
El organismo encargado de velar por la competencia en Corea del Sur ha ampliado la investigaci¨®n que manten¨ªa abierta al gigante inform¨¢tico Microsoft por presuntas pr¨¢cticas monopol¨ªsticas. La comisi¨®n de competencia coreana (FTC en sus siglas en ingl¨¦s) asegur¨® ayer en un comunicado que la decisi¨®n de ampliar el caso se ha producido despu¨¦s de que una empresa del sector, RealNetworks, acusara a la compa?¨ªa estadounidense de usar su posici¨®n dominante para eliminar rivales.
La comisi¨®n coreana espera haber culminado la investigaci¨®n a Microsoft en diciembre, se?al¨® un portavoz de este organismo, que ya hab¨ªa iniciado un caso contra la empresa de inform¨¢tica a ra¨ªz de las denuncias del portal de Internet coreano Daum Communications. En septiembre de 2001, esta firma acus¨® a Microsoft de haber violado las reglas antimonopolio al vender una versi¨®n del sistema de Windows que incorporaba un programa de mensajes r¨¢pidos. Daum, que tiene su propia oferta de ese tipo de mensajes, alegaba que Microsoft expulsaba del mercado a sus rivales utilizando su posici¨®n dominante en el mercado.
Ahora, la tambi¨¦n estadounidense RealNetworks ha presentado una queja ante las autoridades en la que acusa a la filial coreana de Microsoft de transgredir el libre juego de la competencia al integrar sus productos Media Player y Media Server en su sistema operativo Windows. Ning¨²n responsable de Microsoft ofreci¨® ayer su versi¨®n sobre este proceso.
La iniciativa para ampliar la investigaci¨®n sobre el gigante de los programas inform¨¢ticos se produce despu¨¦s de que la Uni¨®n Europea impusiera a Microsoft una multa r¨¦cord de 497 millones de euros por incumplir las leyes antimonopolio el pasado mes de marzo. Adem¨¢s de la multa, que la empresa ha recurrido, la Uni¨®n Europea oblig¨® a Microsoft a desvincular su programa Windows Media Player de su sistema operativo, que ofrec¨ªa integrados. Las causas que motivan la investigaci¨®n de Corea del Sur son, por tanto, muy similares a las que merecieron la condena de Bruselas.
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