Vitoria, gusto por el buen vivir
Pinchos, dulces y arte en una ciudad peatonal y sostenible
Vitoria es la gran desconocida de las capitales vascas. Ha creado su identidad a base de seducir m¨¢s al que llega para quedarse que al turista, y tuvo la suerte de contar durante dos d¨¦cadas con un alcalde, Jos¨¦ ?ngel Cuerda, con sensibilidad hacia el urbanismo y el desarrollo sostenible. Pocas ciudades pueden presumir de haber pasado en 60 a?os de 50.000 a 225.000 habitantes sin crear desequilibrios, sin destruir su herencia arquitect¨®nica o crear bolsas de pobreza. Una ciudad que recibe elogios internacionales por sus zonas verdes, sus instalaciones deportivas o su centro peatonal.
A s¨®lo tres horas en coche de Madrid, es la puerta de entrada natural en el Pa¨ªs Vasco. ?Sus armas? Ser una ciudad acogedora, amable, encantadoramente burguesa y tremendamente abarcable.
9.00
Las nueve calles que se asientan sobre la colina de Gasteiz son la herencia viva de Vitoria desde su fundaci¨®n, en 1181. La parte vieja, nombrada en 1997 conjunto monumental, est¨¢ perfectamente conservada y ha despertado tras d¨¦cadas de despoblaci¨®n, envejecimiento y la realidad de ser la zona favorita de copas para miles de j¨®venes, lo cual lastraba su vida diaria. Gran parte se debe a las labores de rehabilitaci¨®n de la catedral de Santa Mar¨ªa, un proceso mod¨¦lico que a¨²n est¨¢ en marcha y cuyas obras se pueden visitar. Pero el casco hist¨®rico es mucho m¨¢s. Palacios del Renacimiento como Villasuso, en la plaza del Machete, o Montehermoso, en Fray Zacar¨ªas Mart¨ªnez. La herencia barroca del convento de San Antonio (General Loma) o las iglesias g¨®ticas de San Vicente, San Miguel y San Pedro, e incluso los vestigios de la ¨¦poca en la que el emperador Carlos V residi¨® en la ciudad, cuya huella se deja sentir especialmente en la hermosa plaza del Machete.
11.00
Hace a?os que Vitoria potencia las iniciativas para convertir el centro de la ciudad en un ¨¢rea libre de coches. A la peatonalizaci¨®n se une el haber sido una de las primeras capitales en establecer carriles bici. Hasta finales de noviembre y, pasado el invierno, a partir de la primavera, existe un servicio de pr¨¦stamo gratuito de bicicletas. Se rellena un documento, se entrega el DNI y es posible disponer en nueve puntos de una de las 200 bicicletas de la ciudad.
13.00
Asombra al visitante primerizo el despliegue de sabores y colores en las barras de los bares. Cualquier combinaci¨®n es posible si se puede clavar en un palillo o sostenerse sobre una rebanada de pan. Desde la cl¨¢sica gilda (guindilla, anchoa y aceituna) hasta virguer¨ªas de nueva cocina. La ruta de pinchos comienza en la Virgen Blanca, postal de Vitoria. En sus alrededores est¨¢n el Dubl¨ªn, el Victoria, el Deportivo Alav¨¦s, la Ferreter¨ªa Mara?¨®n o el Baztertxo. Si queda apetito, se puede andar hasta el Saburdi (Dato, 22), el Dollar (en la calle Florida) o El Rinc¨®n de Luis Mari (Rioja, 14).
16.00
A la sombra del Guggenheim de Bilbao y el Kursaal de San Sebasti¨¢n, Vitoria construy¨® el Artium (Francia, 24), un museo de arte moderno obra del vitoriano Jos¨¦ Luis Cat¨®n, inaugurado en 2002 y que cuenta con una colecci¨®n permanente de arte vasco y espa?ol del siglo XX. Pero adem¨¢s est¨¢ el Museo de Arqueolog¨ªa (Correr¨ªa, 116), el de Bellas Artes (paseo de Fray Francisco, 8), situado en un espl¨¦ndido caser¨®n justo enfrente del palacio de Ajuria Enea, residencia del lehendakari, o el Museo del Naipe, con una colecci¨®n ¨²nica de 6.000 barajas, en el palacio de Benda?a (calle de la Cuchiller¨ªa), un edificio del siglo XVI.
18.00
En la calle Dato y en las que la cortan se encontraba el n¨²cleo comercial de la ciudad. Una realidad visible, pero cada d¨ªa m¨¢s limitada. La peatonalizaci¨®n del centro ha expandido las arterias comerciales hacia otros lugares, especialmente los que rodean la plaza de los Fueros, el conjunto monumental dise?ado por Eduardo Chillida. Y no hay que olvidar la parte vieja, donde se ha establecido la mayor¨ªa de las tiendas de artesan¨ªa. Si se buscan dulces, son muy populares las trufas de Confituras Goya (Ortiz de Z¨¢rate, 6, y avenida de Gasteiz, 45).
21.00
La eterna queja de los vitorianos es la parquedad de la oferta nocturna. Entre semana, poco m¨¢s hay que cenar en alg¨²n restaurante. Por ejemplo, el Portal¨®n (Correr¨ªa, 151), situado en un hermoso edificio del siglo XV que fue posada para comerciantes; Arkupe (Mateo de Moraza, 13), Etxe Zaharra (Chiquita, 6), Matxete (plaza del Machete, 4) o, ya fuera del casco antiguo, Xixilu (plaza de Amarica, 2), Ikea (Portal de Castilla, s/n), Zaldiaran (avenida de Gasteiz, 21) o La Huerta (Dato, 41). En fin de semana, la ruta de copas pasa, casi obligatoriamente, por la parte vieja. El Plaza Caf¨¦ (plaza de Espa?a, 6) es uno de los nuevos bares que han apostado decididamente por el dise?o. El caf¨¦ Dubl¨ªn (plaza de la Virgen Blanca, 8) programa sesiones de dj's de m¨²sica electr¨®nica. A ¨²ltima hora, en la sala Azkena (Coronaci¨®n, 4), p¨²blico muy joven e inspiraci¨®n rockera.
GU?A PR?CTICA
Actividades
- Visitas guiadas a las obras de restauraci¨®n de la catedral de Santa Mar¨ªa (945 25 51 35). Horario: de 11.00 a 13.00 y de 17.00 a 19.00. Salen cada 30 minutos y tienen una duraci¨®n de una hora. Precio: tres euros. Hay que reservar con antelaci¨®n.
- Oficina de turismo (945 16 15 98). Plaza del General Loma, 1. Informa de los lugares de recogida y entrega de bicicletas. El visitante recibe un plano con las rutas marcadas por la ciudad.
- www.vitoria-gasteiz.org/turismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.