Las cadenas de fruta toman la calle a costa de los mercados municipales
Los largos horarios y las centrales de compra propician la aparici¨®n de cientos de tiendas
Tiendas por doquier y largos horarios. El sector de las tiendas de frutas y verduras se reestructura y renueva a toda velocidad para hacer frente a su futuro. Centenares de comercios cl¨¢sicos de este sector est¨¢n desapareciendo de los mercados y apareciendo en la calle de la mano de cadenas que han abierto este tipo de establecimientos especializados en todas las ciudades catalanas, la mayor parte de ellos situados precisamente junto a los mercados y en las zonas m¨¢s comerciales.
Las cadenas de nuevo cu?o abren 12 horas al d¨ªa y algunas compran a trav¨¦s de centrales para lograr mejores precios. En el otro lado, las tiendas cl¨¢sicas de barrio, dentro o fuera de los mercados, no han logrado unirse para comprar juntas y acostumbran a tener horarios s¨®lo de ma?ana.
"Hemos intentado crear una central de compras, pero no hemos tenido ¨¦xito", dice ?lex Torres, gerente del Gremio de Frutas y Verduras de la Provincia de Barcelona, que tiene el 68% de sus 315 asociados dentro de los mercados, y que lleg¨® a rozar el millar hace una d¨¦cada. El gremio reconoce que el sector se ha complicado en pocos a?os para los vendedores tradicionales. "Damos un servicio m¨¢s personalizado, pero los puestos peque?os tienen dificultades para ser rentables porque no tienen capacidad de compra para fijar buenos precios", dice Torres.
"En algunos mercados se cierran fruter¨ªas porque se est¨¢n abriendo en la calle", reconoce Joan Estap¨¦, presidente de Fegram, la patronal que agrupa a los mercados de Barcelona. Estap¨¦ entona el mea culpa y reconoce que el horario es b¨¢sico para vender m¨¢s. "Pero cada vez hay m¨¢s mercados que abren por la tarde y no hay diferencias de precios entre unas y otras tiendas", asegura.
Miquel Pastor, el gerente de la empresa Fresa Store, con tres tiendas abiertas en Barcelona en los ¨²ltimos tres a?os, pone el dedo en la llaga. "Aqu¨ª decidimos nosotros y, en cambio, para cambiar los horarios en un mercado hay que poner de acuerdo a mucha gente", dice. "Muchos mercados no se adaptan a los tiempos", recalca Pastor. "La gente trabaja y no tiene tiempo para comprar como antes", remacha.
La expansi¨®n de las fruter¨ªas se produce en un momento en el que el consumo de frutas y hortalizas no para de crecer. El a?o pasado aument¨® el 3,5% en Espa?a. Los productos que m¨¢s se consumen son los c¨ªtricos, que suponen el 33% de toda la fruta que se compra, y los que m¨¢s aumentan son los esp¨¢rragos y los kiwis, seg¨²n datos recogidos por la Asociaci¨®n Espa?ola de Codificaci¨®n Comercial (AECOC), citando a fuentes del Ministerio de Agricultura.
En las buenas zonas
La cadena Servifruit, empresa catalana con dos socios, es una de las que ha tenido un crecimiento considerable. Tiene 14 tiendas y 103 empleados. "Una de nuestras armas son los horarios. Vendemos casi tanto por la tarde como por la ma?ana y es verdad que las buenas zonas suelen estar junto a los mercados", dice Jos¨¦ M. G¨®mez, uno de sus due?os.
Punt Fresc es otra de las marcas en crecimiento. Es una empresa familiar que tiene 50 tiendas en Catalu?a, emplea a 230 personas y sali¨® de los mercados para crecer en la calle. "Ten¨ªamos seis puestos en los mercados de Barcelona, Cerdanyola, Badalona, Ripollet y Sant Andreu. Pero s¨®lo mantemos dos", dice Luis D¨ªaz, gerente de la empresa. "Los mercados van a menos. Sus horarios no son flexibles, pero suelen estar en buenas zonas comerciales. Empezamos en 1997 con una central de compras para lograr mejores precios", explica D¨ªaz. "El problema de los mercados es poner de acuerdo a mucha gente y aqu¨ª lo decidimos todo nosotros", agrega. Un caso distinto es el de Superverd, mayorista de Mercabarna, que trabaja en parte con franquicias, y que decidi¨® vender tambi¨¦n al por menor.
Los clientes no pueden tocar el g¨¦nero, pero muchos comercios incumplen la norma
"El comprador no puede tocar el g¨¦nero con las manos. Ni la fruta, ni las verduras, ni la carne ni el pescado. Ni con guantes ni sin guantes". As¨ª de tajante se muestra el director del ¨¢rea de Comercio del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Gonz¨¢lez. La norma espa?ola de 1984 proh¨ªbe "la venta en r¨¦gimen de autoservicio de productos no envasados, a excepci¨®n de frutas provistas de corteza dura o incomestible", recalca Isabel M¨¦ndez, responsable del Servicio de Higiene Alimentaria del Departamento de Salud de la Generalitat. Pero esta norma no se cumple en muchas tiendas. Las cadenas de frutas trabajan precisamente en r¨¦gimen de autoservicio. S¨®lo las tiendas cl¨¢sicas y las de los mercados sirven al cliente.
El responsable del ¨¢rea de Comercio de Barcelona rechaza que haya dejadez en las inspecciones. "Actuamos dentro de nuestras posibilidades, y si vemos infracciones levantamos actas", asegura. Pero, a pesar de tantas normas, algunas cadenas consultadas dicen que no las conocen y no tienen reparos en afirmar que en sus tiendas los clientes se sirven directamente.
Los centros reformados deben abrir por la tarde
"All¨ª donde se reforma un mercado exigimos a los comerciantes que abran por la tarde", dice Jordi Torrades, gerente del Instituto Municipal de Mercados de Barcelona (IMMB), que gestiona los 40 mercados de productos frescos y otra treintena de centros en la ciudad.
El Ayuntamiento de Barcelona es el propietario de los mercados municipales. Los puestos acostumbran a tener concesiones de por vida o a plazos de hasta 50 a?os. "Los mercados necesitan abrir por la tarde para competir, y en los ¨²ltimos a?os ha habido 15 en Barcelona que han decidido hacerlo", entre ellos, Hostafrancs, la Boqueria y Fort Pienc, recalca Torrades. Otros 15 abren tres tardes a la semana.
Pero aunque el consistorio barcelon¨¦s lleva a?os en el empe?o de abrir los mercados por las tardes, la doctrina municipal es no obligar a nadie sino ir cambiando las cosas poco a poco. En Girona, por ejemplo, el ¨²nico mercado municipal, en la calle de Lle¨®, no abre ninguna tarde, dice el Ayuntamiento.
"Los mercados tienen futuro, pero deben evolucionar", dice Torrades. De los 1.000 puestos cerrados en los mercados barceloneses, la mayor parte est¨¢n en los de Sant Antoni y Ninot. "Tenemos un plan para invertir 50 millones de euros en tres a?os para remodelar estos mercados y los de Llibertat (Gr¨¤cia), Les Corts, Sarri¨¤ y Guinard¨®. Nuestra pol¨ªtica es reducir el n¨²mero de puestos y hacerlos m¨¢s grandes. Lo hemos hecho en varios mercados y lo vamos a hacer ahora en el de Santa Caterina cuando se reabra a principios del a?o pr¨®ximo", dice el gerente del IMMB.
Mercabarna, la sociedad municipal que gestiona el mercado mayorista, nota un descenso de la actividad de los clientes de los mercados. Las nuevas cadenas de frutas y verduras "representan ya el 12% del total de toneladas que negocian los mayoritas. Hace tres o cuatro a?os era la mitad, y hace 10 pr¨¢cticamente cero", dice Josep Faura, director del mercado de Frutas y Verduras de Mercabarna.
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