Una caja con cartas de amenaza del 'n¨²mero dos' de Achraf estuvo 20 meses sin investigar
Hawari huy¨® en febrero de 2003 de prisi¨®n y dej¨® escritos sobre la c¨¦lula de la c¨¢rcel de Topas
Un caj¨®n con las pertenencias de Abdellah Hawari, n¨²mero dos de Mohamed Achraf -el islamista que plane¨® volar la Audiencia Nacional-, ha estado 20 meses guardado en la c¨¢rcel de Pereiro (Ourense) sin que nadie lo investigara. Los bienes de Hawari, al que Baltasar Garz¨®n califica de "extremadamente peligroso", fueron recogidos y guardados en febrero de 2003, y han sido entregados al juez en octubre pasado. El a¨²n huido fue uno de los creadores de la c¨¦lula de la prisi¨®n de Topas, manifest¨® su deseo de ser "m¨¢rtir" y ten¨ªa en su poder cartas de exaltaci¨®n de la yihad de varios implicados en la Operaci¨®n Nova.
Abdellah Hawari, argelino de 27 a?os, se fug¨® el 6 de febrero de 2003 cuando era trasladado desde la prisi¨®n de Pereiro de Aguiar al departamento de traumatolog¨ªa del Complejo Hospitalario Cristal-Pi?or de Ourense por una supuesta lesi¨®n de menisco. Como necesitaba muletas para andar, los guardias civiles que lo trasladaron le retiraron las esposas. As¨ª, cuando iba a ser introducido en el coche para volver a presidio, Hawari, que luc¨ªa una larga barba negra, solt¨® los ortop¨¦dicos y sali¨® corriendo. Hasta hoy. El huido cumpl¨ªa condena por varios robos con fuerza cometidos en Almer¨ªa y hab¨ªa estado en la c¨¢rcel de Topas hasta que fue trasladado a Pereiro.
D¨ªas antes de fugarse, le escribi¨® al preso en Villabona (Asturias) Abdelkrim Bensmail, miembro del Grupo Isl¨¢mico Armado y mano derecha de Allekema Lamari, el s¨¦ptimo suicida de Legan¨¦s: "He olvidado contarte que en la c¨¢rcel de Topas hemos sido un grupo y nuestro emir era el chej Mohamed Achraf, que dios le bendiga y que sea m¨¢rtir (...) el grupo estaba formado por m¨¢s de 15 unificadores [buscadores de una ¨²nica interpretaci¨®n del Islam], pero los tiranos, encabezados por el director de la c¨¢rcel, empezaron a molestarnos, justo cuando notaron que s¨®lo tenemos miedo a dios y empezaron a molestarnos y empezaron a pegarnos y luego a dividirnos en diferentes c¨¢rceles".
Al d¨ªa siguiente de la fuga, las pertenencias de Hawari fueron recogidas en un caj¨®n y archivadas en la prisi¨®n. Fuentes de la citada c¨¢rcel gallega y de Instituciones Penitenciarias insistieron en que el caj¨®n no fue revisado "ni para obtener pistas sobre d¨®nde podr¨ªa haber ido o los contactos que ten¨ªa en el exterior". Ni siquiera fue investigado cuando en noviembre de 2003 se confirm¨® la existencia de la c¨¦lula de Achraf -creada entre finales de 2001 y principios de 2002- y se determin¨® que Hawari era su "mano derecha" y un convencido del martirologio.
Quiere ser "m¨¢rtir"
Ya a principios de 2004 se supo que Hawari, Djamel Merabet o Ahmed Mohamed Ahmed "junto a numerosos miembros del grupo todav¨ªa recluidos en centros penitenciarios espa?oles hab¨ªan manifestado su deseo de ser m¨¢rtires". La caja con sus pertenencias fue localizada a finales de octubre pasado, despu¨¦s de que la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, diera instrucciones para incrementar el control sobre los presos islamistas. El caj¨®n fue enviado al juez Baltasar Garz¨®n, pero ya hab¨ªan pasado 20 meses de la fuga.
La caja conten¨ªa, seg¨²n las fuentes consultadas, "cartas procedentes de muchos de los implicados en la Operaci¨®n Nova [contra la c¨¦lula que iba a volar la Audiencia Nacional], as¨ª como copias de algunas de las enviadas". Igualmente se ha localizado en su interior una libreta llena de anotaciones en ¨¢rabe (que est¨¢ siendo traducida), un t¨ªtulo de panadero obtenido en presidio, libros de cursos de inform¨¢tica y cocina, otros dos de ingl¨¦s y geograf¨ªa, as¨ª como otros libros en ¨¢rabe y castellano.
Hasta que fue hallada esta caja, se conoc¨ªan cuatro cartas de Hawari localizadas a otros presos. En una de ellas, enviada a Achraf, se despide clamando por "la lucha y la inmolaci¨®n" y en ella explica que le hab¨ªa escrito al espa?ol Yusuf Gal¨¢n, un hombre de Abu Dahdah, casado y separado de una marroqu¨ª, que hab¨ªa actuado en 1989, antes de convertirse al Islam, como interventor y apoderado de Herri Batasuna en las elecciones auton¨®micas y europeas en A Coru?a.
En otra misiva dice que est¨¢ haciendo deporte y con "preparativos para el jihad y la lucha contra los enemigos de dios". En esta carta, tambi¨¦n para Achraf (l¨ªder de la organizaci¨®n terrorista salafista M¨¢rtires para Marruecos), explica que le hab¨ªa "disgustado" lo ocurrido con los terroristas chechenos que asaltaron un teatro en Rusia (el 23 octubre 2002, 129 rehenes y 41 rebeldes chechenos murieron en el asalto al teatro Dubrovka de Mosc¨²) y acaba diciendo que le gustaron mucho las cartas de contestaci¨®n del propio Achraf, "as¨ª como la respuesta de Yusuf Gal¨¢n".
Estas contestaciones y otras de otros miembros de la c¨¦lula estaban en el caj¨®n olvidado en Pereiro. Se sabe, adem¨¢s, que tuvo un carteo fluido con otros miembros de la c¨¦lula de Topas, como Hoari Jera, Mustaf¨¢ Farjani y Sade Asre (huido). En la ¨²ltima misiva conocida, tambi¨¦n enviada a Achraf, Hawari se siente pesaroso porque "los hermanos de las monta?as de Afganist¨¢n, de Argelia, Indonesia, Cachemira y Palestina lo est¨¢n pasando muy mal".
El Ministerio del Interior ha dado "m¨¢xima prioridad" a la captura de Hawari, ya que conoc¨ªa todos los planes de Achraf (se cree que su nombre verdadero es Kamel Saaid), tanto de volar la Audiencia, como de atacar las estaciones de Atocha, Pr¨ªncipe P¨ªo o el estadio Santiago Bernab¨¦u y, adem¨¢s, est¨¢ listo para el asesinar mediante su suicidio.
Del atraco a la guerra santa
Abdellah Hawari es un salafista o neowahhabista, una corriente religiosa cuyas organizaciones m¨¢s peligrosas son Takfir wal Hijra (Anatema y Exilio) y el Grupo Salafista de Predicaci¨®n y Combate (GSPC). El salafismo es una corriente que incluye en sus filas a Osama Bin Laden y al egipcio Ayman Al Zawahiri, seg¨²n un informe de 2003 del Real Instituto Elcano.
Esta corriente cree que "cualquier acci¨®n que se desarrolle contra el infiel estar¨¢ amparada por la jihad (robos, estafas, falsificaci¨®n, tr¨¢fico de drogas...) siempre que se dedique al fin com¨²n de atacar, producir dolor y, eventualmente, acabar, mediante la guerra santa, con el enemigo del islam, all¨¢ donde se encuentra, sea Espa?a, Europa o cualquier otra parte del mundo", seg¨²n un auto del juez Baltasar Garz¨®n del pasado 8 de noviembre.
Garz¨®n asegura en varios de sus escritos que los detenidos en la Operaci¨®n Nova hab¨ªan conformado "un grupo terrorista de tendencia salafista radical del Takfir wal Hijra". A estos les est¨¢ permitido "fingir costumbres no isl¨¢micas e incluso ocultar su religi¨®n" para conseguir sus prop¨®sitos. A esta tendencia supuestamente pertenec¨ªa tambi¨¦n Mohamed Atta, uno de los pilotos suicidas del 11-S.
Hawari hab¨ªa sido inicialmente un ladr¨®n de casas en Almer¨ªa, algo que no consideraba contrario al Islam, como tampoco consideraba contrario a su religi¨®n cometer nuevos robos para financiar la compra de explosivos para volar la Audiencia Nacional. Hawari no albergaba las dudas de otros salafistas como Mohamed Khouni Boualem, Abdallah, tambi¨¦n detenido en la Operaci¨®n Nova. Cuando fue arrestado en 2001 como miembro del GSPC (el entonces ministro del Interior, Mariano Rajoy, subray¨® que formaban parte de la red de Bin Laden, que los financiaba y adiestraba), se grab¨® una pregunta suya dirigida a Omar Mahmud Othman, Abu Qutada, jefe espiritual salafista residente en Londres: "?Est¨¢ en la ortodoxia del islam vender un frigor¨ªfico a un infiel?".
A comienzos de 2002 se estimaba que el GSCP contaba con 1.800 hombres en Argelia, frente a 800 del Grupo Isl¨¢mico Armado. Los nuevos ide¨®logos del salafismo jihadista son en bastantes casos veteranos de Afganist¨¢n refugiados en Europa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Intentos fuga
- Terrorismo internacional
- Abdellah Hawari
- Mohamed Achraf
- Infraestructura terrorista
- Presos terroristas
- Fuga presos
- Al Qaeda
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Seguridad penitenciaria
- Financiaci¨®n terrorista
- Islam
- Lucha antiterrorista
- Prisiones
- Centros penitenciarios
- Grupos terroristas
- Espa?a
- R¨¦gimen penitenciario
- Terrorismo
- Pol¨ªtica
- Justicia
- Religi¨®n