Manos de artista a prueba de nervios
Un espa?ol, un bosnio y un noruego compiten en la final del concurso de guitarra de la fundaci¨®n Guerrero
El brasile?o Ali¨¦ksey Vianna, de 29 a?os, se levant¨® ayer por la ma?ana en la habitaci¨®n de su hotel y decidi¨® que se retiraba del Concurso Internacional de Guitarra S. A. R. Infanta Do?a Cristina. Era uno de los cinco semifinalistas que ayer se jugaban uno de los tres puestos en la final, pero no pudo con la presi¨®n, ni con el cansancio. "Estoy muy cansado, no puedo m¨¢s. Vengo de un certamen similar de Finlandia y estoy agotado", explic¨® ayer, con visibles ojeras. Sigui¨® el resto del concurso con el p¨²blico, en el Real Conservatorio de M¨²sica de Madrid.
Sus cuatro compa?eros de fatigas decidieron continuar: el argentino Lucas Martino, el bosnio Alen Garagic, el espa?ol Fernando Esp¨ª y el noruego Anders Clemens. Cuatro para tres plazas en la final. Ninguno con man¨ªas rebuscadas. Esp¨ª estuvo tocando el repertorio a su mujer y a sus padres semanas antes de venir al concurso. Martino estuvo ensayando en su peque?o piso alquilado en la zona de Ant¨®n Mart¨ªn. Clemens ha venido desde Tarragona, donde vive desde hace a?os con su mujer, espa?ola. Garagic, con los nervios templados, estuvo chapurreando espa?ol con sus compa?eros.
El concurso premia con 10.000 euros en met¨¢lico y una gira por todo el mundo
Todos, vestidos de negro como manda la norma no escrita de este tipo de concursos. Y todos con una ilusi¨®n: pasar a la gran final que se celebrar¨¢ ma?ana, a partir de las ocho de la tarde, en el Auditorio del Conde Duque (la entrada es gratuita, pero dos horas antes hay que recoger all¨ª las invitaciones). No es para menos: el concurso es uno de los m¨¢s importantes del mundo en su categor¨ªa y premia, aparte de con 10.000 euros, con un sue?o para cualquier guitarrista: una gira de conciertos por todo el mundo, incluidas zonas como Oriente Pr¨®ximo.
El concurso est¨¢ organizado por la Fundaci¨®n Jacinto e Inocencio Guerrero, una instituci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que desde 1982 se dedica a promocionar a los j¨®venes m¨²sicos. Tambi¨¦n tiene un concurso de canto y otro de piano.
El director del jurado era el compositor Ant¨®n Garc¨ªa Abril y los participantes han tenido que tocar obligatoriamente alguna de sus piezas. "El nivel es muy alto este a?o porque por primera vez hemos incorporado los conciertos con orquesta", explic¨®. "Me ha gustado mucho c¨®mo han interpretado mis obras; siempre es un placer o¨ªr c¨®mo lo hacen los dem¨¢s".
Entre el jurado estaba alguien que sabe bien lo que son los nervios. El mexicano Mauricio D¨ªaz particip¨® en 2000 y 2002, y en ambas ediciones fue premiado. De ah¨ª se fue de gira y el a?o que viene dirigir¨¢ un importante festival musical en distintos pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo. "El concurso es un gran trampol¨ªn para los j¨®venes int¨¦rpretes, sobre todo por lo de las giras que hay luego", se?al¨®. "Este a?o hay menos participantes que otros a?os, pero es que el nivel es muy dif¨ªcil: para la final exigimos dos conciertos para guitarra y orquesta".
Los participantes, que llevan tres d¨ªas en el concurso, han tenido que interpretar m¨²sica contempor¨¢nea espa?ola, creada por alg¨²n compositor en los ¨²ltimos 25 a?os. "Los guitarristas siempre est¨¢n muy aferrados a un repertorio cl¨¢sico y tienen que abrirse", afirm¨® Garc¨ªa Abril. El jurado tuvo en cuenta varias cosas a la hora de evaluar: la limpieza t¨¦cnica, la interpretaci¨®n fiel a la partitura y la emoci¨®n o el sentido art¨ªstico puesto a la hora de transmitir.
Luca Martino, el argentino, termin¨® su actuaci¨®n m¨¢s o menos satisfecho. "Estoy conforme, nunca se est¨¢ contento", dijo, a¨²n sin saber que iba a ser el ¨²nico que no llegara a la final. Vive en Madrid desde hace seis a?os y se gana la vida dando clases de m¨²sica. "Lo de dar conciertos y que te paguen es mucho m¨¢s dif¨ªcil", explic¨®.
?l ya conoce a los otros concursantes de otros cert¨¢menes. Aunque, esta vez, no hab¨ªa ninguna mujer. "Es una casualidad, ellas son tambi¨¦n muy buenas", afirm¨® Esp¨ª, el ¨²nico espa?ol que consigui¨® pasar a la final.
Esp¨ª, Martino y el resto ensayaron una media de ocho horas durante cinco meses para llegar al concurso. Martino tiene la suerte de que, en el inmueble donde vive, hay un pasillo que lo separa del resto de los vecinos. As¨ª no les molesta con sus ensayos.
Esp¨ª, profesor de guitarra, cont¨® que m¨¢s de una vez ha tenido que o¨ªr: "?A ver si terminas como Bisbal y Serrat!". Este m¨²sico, que vive en Alicante, confes¨® que durante la actuaci¨®n perdi¨® un poco la concentraci¨®n. "He o¨ªdo un silbido, como si viniese de la cafeter¨ªa, y se me ha ido un poco la melod¨ªa", a?adi¨®.
Al terminar las interpretaciones, llega el momento de la fatal espera. Hacen un c¨ªrculo en el vest¨ªbulo del Real Conservatorio de M¨²sica. El noruego Anders Clemens, que termin¨® su actuaci¨®n con mucho sentimiento, con los brazos abiertos y la cabeza ca¨ªda sobre la guitarra, cuenta chistes para rebajar la tensi¨®n.
Al final, llega el bedel con la hoja de los resultados. Se la da a Fernando Esp¨ª para que la lea. ?l, el bosnio y el noruego han pasado a la final y, hasta que ¨¦sta se celebre ma?ana, sue?an con conseguir la ansiada gira mundial.
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