H¨¢gase la luz
La compa?¨ªa el¨¦ctrica Uni¨®n Fenosa debe no s¨®lo indemnizar a los afectados, sino investigar a fondo las razones por las que en cuatro meses se han registrado graves aver¨ªas en dos de sus subestaciones en Madrid provocando cortes de luz en millares de viviendas, da?os al comercio, suspensi¨®n del servicio de metro y de cercan¨ªas, colapsos circulatorios y, en definitiva, el caos generalizado.
Una ciudad que aspira a ser sede ol¨ªmpica -y aunque no lo fuese- no puede convertirse en escenario de situaciones tan bochornosas como la del pasado jueves por la tarde, cuando el incendio declarado en uno de los transformadores de la subestaci¨®n de M¨¦ndez ?lvaro afect¨® durante varias horas a 250.000 personas en el centro y sur de la capital. Uni¨®n Fenosa tiene que responder por ello.
Nada hay que reprochar en principio al Ayuntamiento ni a la Comunidad, que con diligencia y m¨¢s o menos acierto intentaron aliviar el trastorno ciudadano, en el que tambi¨¦n se vieron envueltos los diputados del Congreso y los de la Asamblea de Madrid. Pero no cabe decir lo mismo de la empresa de suministro, pese a que ayer por la ma?ana anunciara el restablecimiento del servicio, organizara centros de reclamaci¨®n bastante eficientes y pidiera cuentas al fabricante de los transformadores.
Los beneficios econ¨®micos de una compa?¨ªa deben redundar no s¨®lo en provecho de sus accionistas, sino tambi¨¦n en la modernizaci¨®n de equipos y en mayores inversiones que satisfagan la demanda. A la vista de lo ocurrido es muy discutible que Uni¨®n Fenosa pueda sostener que ha hecho hasta ahora suficientes esfuerzos para controlar fallos en los sistemas de suministro y mantenimiento.
Ha habido suerte de que no se hayan registrado v¨ªctimas mortales ni en el incendio del pasado 15 de julio cerca del paseo del Prado, en pleno centro de la ciudad, ni en el del jueves en M¨¦ndez ?lvaro. Las instalaciones en este barrio hab¨ªan sido remodeladas hac¨ªa s¨®lo seis meses tras otro espectacultar siniestro en el mismo lugar ocurrido el 31 de julio de 1999, que afect¨® a medio mill¨®n de ciudadanos.
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