El p¨²blico, "fant¨¢stico"
"Fant¨¢stico", dijo, expansivo, el ingl¨¦s Paul Casey; "el p¨²blico ha estado fant¨¢stico. Hasta me ha aplaudido cuando he reparado en el green del [hoyo] 11 una de las marcas de los espa?oles".
La pregunta se la hab¨ªa hecho un periodista tambi¨¦n ingl¨¦s. Necesitaba contrastar su propia apreciaci¨®n. Pese a que el golf vive de la fama de que sus aficionados son, antes que nada, aficionados al golf, al buen golf, no forofos nacionalistas chovinistas, llegados los momentos clave en los grandes torneos, la ¨²ltima ronda de un Masters, por ejemplo, o los d¨ªas de la Copa Ryder o las competiciones en que los jugadores se agrupan en equipos, bajo una bandera..., la falta de educaci¨®n, la agresividad, el hooliganismo..., se han dejado ver. Sergio Garc¨ªa y Miguel ?ngel Jim¨¦nez, que sufrieron en la Ryder del 99, en Boston, a¨²n recuerdan a la afici¨®n norteamericana ebria de cerveza y whisky conduciendo en sus excesos a sus jugadores, ebrios de fervor nacionalista, hacia el desprecio de los europeos.
Dados los tiempos sensibles que vienen, el nuevo furor de las banderas, los golfistas ingleses pod¨ªan sentirse cargados de razones para temerse lo peor al llegar por la ma?ana al Real Club de Golf de Sevilla, una pincelada verde en medio de un p¨¢ramo y de tierras de cultivo que se preparan para la siembra. Diseminados por el campo, 15.000 espectadores, cifra r¨¦cord de la semana, se preparaban para el inevitable triunfo de la pareja espa?ola. Pero Garc¨ªa y Jim¨¦nez no ganaron y no pas¨® nada.
"staban como locos con los suyos y los aplaud¨ªan con fervor. Era l¨®gico", dijo Luke Donald, el reposado arquitecto del triunfo ingl¨¦s; "pero tambi¨¦n nos felicitaron a nosotros. Tambi¨¦n aplaudieron nuestros golpes buenos".
Casey, el gran cr¨ªtico del chovinismo norteamericano, parte ma?ana hacia Estados Unidos a fin de prepararse para jugar la pr¨®xima temporada en su circuito. "Seguro que le va bien", le alent¨® Garc¨ªa, un europeo que pasa buena parte del a?o jugando en ese pa¨ªs. "Los buenos aficionados entender¨¢n que se han tergiversado sus declaraciones y s¨®lo le molestar¨¢n los t¨ªpicos borrachos que no olvidan nunca".
Como le recordaba otro periodista ingl¨¦s, Casey pens¨® el mi¨¦rcoles, cuando los estadounidenses de fina piel empezaron a reaccionar a sus declaraciones de malestar hacia su forma de ser, que ¨¦sta podr¨ªa ser la peor semana de su vida. Ayer, sin embargo, despu¨¦s de un incre¨ªble festival de largos putts, la consideraba la mejor. "Todo lo que me ha pasado, incluso la p¨¦rdida de mi patrocinador, me ha ense?ado mucho", afirm¨®; "soy m¨¢s duro, m¨¢s fuerte. Y ahora estoy deseando irme a Estados Unidos. Estoy deseando que empiece la temporada. Espero que se porten bien conmigo. De todas maneras, s¨ª, estoy un poco preocupado por c¨®mo me vayan a recibir".
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