Los candidatos del PA 'peinan' el congreso en busca de votos

Los oficialistas y cr¨ªticos del PA se encastillaron ayer en un empate t¨¦cnico que s¨®lo pueden deshacer la tercera v¨ªa del ex eurodiputado Carlos Bautista y la Juventudes Andalucistas, que suman unos 40 votos. En la segunda jornada del 13 congreso, Antonio Ortega y Juli¨¢n ?lvarez se lanzaron con arrebato a negociar los apoyos codiciados que, al cierre de esta edici¨®n, no se hab¨ªan posado en ninguna de las dos opciones. El d¨ªa y parte de la noche se consumieron en el debate de las ponencias de estatutos y pol¨ªtica, la primera la ganaron los oficialistas por una diferencia de seis votos.

Si se pudiera resumir el congreso en dos pinceladas, una ser¨ªa la hosquedad y la otra la incertidumbre. La pretendida superioridad que hab¨ªa asegurado la candidatura de Ortega -en los d¨ªas previos dijeron que contaban con un centenar m¨¢s de adeptos que sus rivales- se desmoron¨® de golpe como un edificio dinamitado durante el recuento de los votos de su informe de gesti¨®n, que se prolong¨® hasta la madrugada de ayer (1.30 horas). Pese a que finalmente consigui¨® una ajustada ventaja de s¨®lo 12 puntos (261 frente 249), el propio afectado se proclam¨® p¨²blicamente perdedor antes de que saliera un resultado oficial por nada menos que por 45 votos, seg¨²n los datos estimados por su equipo, lo que, como poco, ha lugar a la sospecha de que los oficialistas eran conscientes de que nunca tuvieron el congreso en sus manos.

Antonio Ortega, salv¨® la cara, pero, en realidad, ni siquiera lleg¨® a obtener la mitad m¨¢s uno de los delegados, ya que 32 se abstuvieron y, en t¨¦rminos porcentuales, el saldo fue de un 47% de papeletas afirmativas, la marca m¨¢s baja del informe de gesti¨®n de un secretario general saliente de toda las historia del PA.

El recuento de apoyos fue ayer un delirio desde las primeras horas. Una vez m¨¢s, ?lvarez y Ortega aventuraron sus respectivas victorias. El primero dijo que ten¨ªa detectado que 16 delegados de su lista decidieron votar que s¨ª al informe de gesti¨®n de Ortega por una cuesti¨®n de decoro, ya que cualquier persona que ha trabajado durante cuatro a?os merece cierto reconocimiento. Tambi¨¦n explic¨® que la acreditaci¨®n de 11 nuevos delegados -a mediod¨ªa se cerr¨® el plazo con 560 compromisarios- le otorgaba una leve mejora. El candidato oficial, por su parte, adujo que algunos partidarios no llegaron a las urnas porque en ese momento se encontraban ausentes.

Al margen de las exageraciones propias de los congresos, ambos se volcaron en captar los votos de quienes pueden asegurarle la victoria sin necesidad acudir a complicadas teor¨ªas: los 18 de Carlos Bautista y los 24 de Juventudes Andalucistas. Bautista, que no hab¨ªa conseguido avales para presentar candidatura, Alternativa Nacionalista, vio su gran oportunidad y reclam¨® a Ortega y ?lvarez "generosidad" para que se retiraran y conformar una lista de "consenso", ya que ni uno ni otro, dijo, est¨¢n "capacitados" para llevar al PA a buen puerto.

El beneficiado del virtual empate de las opciones que m¨¢s apoyo tienen en el congreso agreg¨® que hasta el cierre de esta edici¨®n ninguno de los dos ha realizados los esfuerzos necesarios para que nos "decantemos" hacia una de las partes: "Hasta ¨²ltima hora, haremos todo lo posible por sentarlos en la misma mesa". Alternativa Nacionalista defiende un c¨®digo ¨¦tico para los militantes y dirigentes, la elecci¨®n mediante primarias del secretario general y la paridad en los cargos org¨¢nicos e institucionales. Las Juventudes Andalucistas guardaron silencio absoluto.

El d¨ªa de ayer se consumi¨® en el debate en ponencia y plenarios de los estatutos y la declaraci¨®n pol¨ªtica. La de estatutos la gan¨® la candidatura de Ortega, que se llama Ahora, S¨ª: Partido Andalucista, por una diferencia de seis votos (227 frente a 221 y 42 abstenciones). La coincidencia m¨¢s significativa entre las dos corrientes que presentaron sus ponencias es la desaparici¨®n de la figura del presidente, que en los ¨²ltimos ocho a?os ha ocupado Alejandro Rojas-Marcos.

Ambas apostaban por nuevos ¨®rganos: los oficialistas han cambiado el consejo andalucista de gobierno, el m¨¢ximo ¨®rgano entre congresos, por el comit¨¦ nacional andalucista, que pierde buena parte de sus miembros, y sobre todo, sus atribuciones a favor de la comisi¨®n ejecutiva, que redobla competencias (casi todas) y aligera su estructura de 42 miembros a una veintena. La ejecutiva, seg¨²n este modelo, tendr¨¢ el control sobre las estructuras locales y comarcales. Los cr¨ªticos quer¨ªan sustituir el consejo andalucista por la comisi¨®n permanente del congreso, cuya funci¨®n principal es el control y fiscalizaci¨®n del comit¨¦ nacional (la actual ejecutiva).