Una legi¨®n de clubes

J. C. A.

El movimiento tuning tiene vida. Este a?o se han celebrado m¨¢s de 300 concentraciones. La legi¨®n del tuning hace hace un gasto promedio de 12.000 euros, devoran revistas de gran tirada y crean clubes que les sirven para compartir la afici¨®n. En Espa?a ya son casi 700 clubes y la cifra no para de crecer. En la feria, muchos chavales posaban entusiasmados para sus padres.

Cristian, 24 a?os, de Santa Coloma de Gramenet, participa en el Ilegal Tuning Club, un grupo formado por 11 coches y unas 25 personas. Algunas son las novias, a las que "ni les gusta ni disgusta el tuning", afirma Cristian. Tratar de encontrar una mujer tunera era harto dif¨ªcil.

Cristian hace cola en el concurso de audio del show barcelon¨¦s. Llueve. Trata de ponerlo a tope. El ganador es quien m¨¢s decibelios produce. Su Renault Clio llega a los 147, lejos del record mundial, en m¨¢s de 170. Repartidor de profesi¨®n, s¨®lo ha gastado 6.000 euros en personalizarlo. "Dej¨¦ de fumar para pagarlo", asegura. Tampoco bebe. Sus ¨²nicos problemas con los agentes de tr¨¢fico son las discusiones sobre la legalidad de las modificaciones. Como muchos, lleva empollada la normativa "para que no nos tomen el pelo". Respecto a los ITV, se queja de que hay alguno que utiliza una madera de palet para medir la altura de la carrocer¨ªa.

Su colega del club, ?scar, de 27, es todo un fen¨®meno. Con 16 a?os se proclam¨® campe¨®n de Europa de audio con el coche que hab¨ªa tuneado para un amigo. Nada m¨¢s sacar el carn¨¦ este vendedor de expositores met¨¢licos se puso a cambiar un Opel Calibra. "?Montar otro? Ni hablar, no quiero gastar m¨¢s dinero". Ha perdido la cuenta, pero en el equipo de m¨²sica lleva invertidos 18.000 euros. Ayer se qued¨® en 157 decibelios, cuatro menos. "Me olvid¨¦ de quitar una tapa".