El Congreso reforma el nombramiento de jueces con la oposici¨®n radical del PP

La reforma de la Ley del Poder Judicial para ampliar a tres quintos los votos necesarios en la elecci¨®n de los magistrados del Tribunal Supremo y de los presidentes de los tribunales superiores ha quedado aprobada por fin en el Congreso. Una amplia mayor¨ªa de 194 votos de todos los grupos frente a 137 del PP consigui¨® sacar adelante el proyecto con car¨¢cter org¨¢nico despu¨¦s del fiasco del 25 de noviembre, cuando s¨®lo consigui¨® 169 de los 176 que exig¨ªa la mayor¨ªa absoluta. En enero se nombrar¨¢ a 10 de los magistrados a que afecta esta reforma. La peripecia m¨¢s rocambolesca de esta legislatura ha dejado heridas pol¨ªticas: el PP mostr¨® en el debate de ayer una oposici¨®n radical y anuncia que bloquear¨¢ la renovaci¨®n del Consejo del Poder Judicial.

Ignacio Astarloa, portavoz popular, anunci¨®, dirigi¨¦ndose al Gobierno y al Grupo Socialista, que "ninguna renovaci¨®n -escuchen se?or¨ªas- del Consejo [General del Poder Judicial] contar¨¢ con la voluntad del Grupo Popular hasta tanto no se vuelva a asegurar que la voluntad mayoritaria del cuerpo electoral compuesta por jueces y magistrados es respetada en forma efectiva, sin interferencias de ingenier¨ªa del poder pol¨ªtico, como las que ahora se quieren aprobar por la mayor¨ªa de esta C¨¢mara".

El ministro de Justicia, Juan Fernando L¨®pez Aguilar, le replic¨® que el PP "no puede soportar que vaya a opinar la minor¨ªa sobre los nombramientos que [los populares] creen que son de su propiedad", porque "esta reforma pretende el fortalecimiento del consenso y el acuerdo a trav¨¦s del di¨¢logo", y "s¨®lo podr¨¢ oponerse quien cree que en la actual situaci¨®n es donde puede realmente establecer su predominio, su hegemon¨ªa, quien puede realmente garantizar la manipulaci¨®n del Consejo".

Los 20 miembros del Consejo General del Poder Judicial deben renovarse ¨ªntegramente en noviembre de 2006, 10 a propuesta del Congreso y 10 del Senado, y deben ser votados por mayor¨ªa de los tres quintos de cada una de las C¨¢maras, lo que exige el concurso inevitable del PP. Si la amenaza esgrimida ayer se mantuviese para entonces, la renovaci¨®n ser¨ªa inviable. Tras el anuncio tampoco parece posible sustituir ahora al actual ministro del Interior, Jos¨¦ Antonio Alonso, que era vocal del Consejo hasta poco antes de las elecciones del 14 de marzo pasado.

L¨®pez Aguilar, subi¨® a la tribuna a defender el nuevo proyecto y se mostr¨® convencido de que esta vez tendr¨ªa ¨¦xito, entre otras cosas, dijo, "porque ya lo tenemos ensayado".

"Patra?a incomprensible"

La repetici¨®n y el ensayo no impidieron que L¨®pez Aguilar consumiese m¨¢s de media hora en cantar las bondades de la reforma y rechazar los argumentos que viene manejando el PP, ni que a continuaci¨®n Astarloa, en nombre del PP, pronunciase otro largo parlamento, de una radicalidad pol¨ªtica poco frecuente en el hemiciclo.

Astarloa, que ocup¨® durante muchos a?os la jefatura de los servicios jur¨ªdicos del Congreso como secretario general y letrado mayor de la C¨¢mara con presidencia socialista, ha conseguido ya en varias ocasiones, en su estreno como diputado, entusiasmar a su grupo parlamentario. Ayer, cuando acab¨® su primera intervenci¨®n, los diputados del PP le dispensaron una ovaci¨®n cerrada y larga, puestos en pie.

Las formas fueron correctas, pero el fondo, de pedernal: Astarloa calific¨® el procedimiento seguido de "indecente" y afirm¨® que en su tramitaci¨®n se ha producido "el debate parlamentario m¨¢s irregular, m¨¢s espurio, de toda la historia parlamentaria espa?ola".

Astarloa arranc¨® advirtiendo de que el PP interven¨ªa "en esta patra?a incomprensible (...) por puro sentido de la responsabilidad ante los ciudadanos", y sigui¨® con afirmaciones y calificativos de este calado: "Audaz inmersi¨®n en el tercermundismo m¨¢s profundo"; "ya est¨¢ este Gobierno en condiciones de llevarse por delante el poder judicial y, de paso, el poder legislativo"; "vamos a asistir a la firma del acta de defunci¨®n del talante y a la crisis m¨¢s tonta, m¨¢s gratuita, m¨¢s descarnada y m¨¢s irresponsable de nuestro sistema institucional". Tambi¨¦n asegur¨® que "se ha negociado contra el Partido Popular hasta arrollarlo y por eso est¨¢n compartiendo las minor¨ªas este desprop¨®sito".

En otro momento, Astarloa asumi¨® la que aparece como postura mayoritaria del actual CGPJ al decir que esta reforma "nace muerta porque se va a aprobar con la oposici¨®n rotundamente mayoritaria de sus destinatarios, que son adem¨¢s quienes deben aplicarla y quienes se sienten gravemente amenazados en su independencia".

Astarloa cerr¨® su intervenci¨®n con una andanada de este calibre: Con aquella primera tramitaci¨®n "ustedes humillaban y deslegitimaban al poder judicial. Al sumar esta segunda en los t¨¦rminos en que lo han hecho han humillado y deslegitimado tambi¨¦n al poder legislativo y han levantado todas las alarmas".

El ministro de Justicia respondi¨® para calificar el tono de Astarloa de "apocal¨ªptico, desaforado, grandilocuente y altisonante", y argument¨® que los populares "se han opuesto tan encarnizadamente" a este reforzamiento de la mayor¨ªa para elegir a algunos magistrados porque "est¨¢n muy satisfechos" con la mayor¨ªa "que viene funcionando como mayor¨ªa de hierro y como mayor¨ªa mec¨¢nica" en el CGPJ y "est¨¢n muy satisfechos con su pol¨ªtica de nombramientos". Los acus¨® tambi¨¦n de hacer visible que el CGPJ act¨²a "como correa de transmisi¨®n y ¨®rgano auxiliar de una pol¨ªtica de nombramientos" con la que el PP se identifica.

Gaspar Llamazares (IU) acus¨® al PP de "transformar la oposici¨®n pol¨ªtica en desestabilizaci¨®n". Margarita Uria (PNV) afe¨® al Gobierno que la reforma aparezca "ligada a determinados nombramientos que se van a producir en breve", y Jordi Jane (CiU) logr¨® introducir una enmienda por la que se exige al CGPJ que en sus nombramientos considere los principios de m¨¦rito y capacidad.