Las minas deber¨¢n contratar vigilantes privados para controlar cada voladura

El Ministerio del Interior tiene ya a punto la reforma del reglamento de Explosivos, uno de los compromisos del Gobierno para intentar evitar robos como los que facilitaron los atentados del 11 de marzo. Las principales novedades del texto son que, a partir de ahora, las autorizaciones para el "consumo habitual de explosivos" ser¨¢n concedidas por la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad -en lugar de por la Direcci¨®n General de Minas- y que se obliga a las empresas mineras a contratar "vigilantes de seguridad de explosivos para que asistan y permanezcan durante todo el proceso de la voladura".

El proyecto de reglamento, que modificar¨¢ el vigente desde el 16 de febrero de 1998, enuncia que el control estricto de la fabricaci¨®n, circulaci¨®n, almacenamiento, comercio, tenencia y utilizaci¨®n de explosivos "est¨¢ estrechamente vinculado con la seguridad ciudadana". El "evidente riesgo" para la vida de los ciudadanos que genera "la sustracci¨®n de los explosivos, as¨ª como su desviaci¨®n para hechos delictivos", hace necesario "intensificar los controles" relacionados con el trato legal con explosivos. Las principales novedades del texto son las siguientes.

Las autorizaciones para la utilizaci¨®n habitual de explosivos las dar¨¢ Interior

Las irregularidades en los libros de control pasan a ser consideradas de leves a graves

Los polvorines tendr¨¢n dos llaves, que ser¨¢n custodiadas por personas distintas

- Autorizaciones. Las autorizaciones para la "utilizaci¨®n de explosivos con ¨¢mbito nacional" ser¨¢n concedidas por la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad, dependiente del Ministerio del Interior, en lugar de por la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica Energ¨¦tica y Minas, de Industria, como se hace ahora. No obstante, los peticionarios deber¨¢n contar con un informe favorable de dicha direcci¨®n general y de la Intervenci¨®n Central de Armas y Explosivos de la Direcci¨®n General de la Guardia Civil. En principio, la autorizaciones tendr¨¢n un plazo de validez de cinco a?os.

- Vigilantes de seguridad. El proyecto indica que la mejor forma de reforzar la protecci¨®n de explosivos en la fase final de consumo es "contratar vigilantes de seguridad de explosivos", que tendr¨¢n que asistir "a todo el proceso de voladura", es decir, permanecer junto al explosivo desde el momento de la "recepci¨®n o extracci¨®n del explosivo desde el dep¨®sito auxiliar [minipolvor¨ªn] hasta su consumo". Esto quiere decir que el vigilante estar¨¢ de plant¨®n hasta que los cartuchos "est¨¦n dispuestos para la pega", o sea, ya colocados en el terreno para detonarlos.

- Libro-registro. La reforma obligar¨¢ a llevar "en todas" las empresas que usen explosivos un libro-registro de consumo y a levantar un acta "cada d¨ªa que se consuman explosivos". La nueva norma establece que los directores facultativos de las minas tendr¨¢n que nombrar a la persona encargada de llevar ese libro y de levantar las actas, ya que si no lo hace ser¨¢ el propio facultativo el que deber¨¢ hacerlo. La cadena de custodia del explosivo ser¨¢ tambi¨¦n labor del "responsable del equipo de trabajo o de la voladura", a quien se le encomienda "custodiar y garantizar la correcta utilizaci¨®n del explosivo".

- Sanciones. Las irregularidades en la llevanza de los libros y registros pasa de ser una infracci¨®n leve a grave, cuando no delito. Las penas por este delito ser¨¢n reguladas mediante una reforma del C¨®digo Penal que -seg¨²n anunci¨® el lunes en la comisi¨®n de investigaci¨®n del 11-M el presidente del Gobierno- ser¨¢ aprobado en el pr¨®ximo Consejo de Ministros. La multa de mayor cuant¨ªa por una irregularidad ser¨¢ de 600.000 euros.

- Polvorines. Los polvorines tendr¨¢n que tener dos cerraduras de seguridad (ahora se exige s¨®lo una), cuyas llaves estar¨¢n en poder de personas distintas, "por lo que ser¨¢ necesaria la concurrencia de ¨¦stas para la apertura del polvor¨ªn". Adem¨¢s, las explotaciones y obras con una duraci¨®n superior a seis meses y que tengan guardados 100 o m¨¢s kilos tambi¨¦n tendr¨¢n que contratar vigilantes privados de explosivos o, en su defecto, presentar y cumplir un plan de seguridad que deber¨¢ ser aprobado por la Guardia Civil. Las empresas tienen un a?o para adaptar los polvorines a estas exigencias. Si no lo hacen, tendr¨¢n que cerrarlos.