El coste de vivir la Navidad lejos de casa
La a?oranza embarga a muchos inmigrantes que tienen que pasar las fiestas navide?as lejos de familiares y amigos
Para los miles de inmigrantes que viven en Madrid, no es siempre sencillo festejar la Navidad. A los problemas econ¨®micos que sufren, en la mayor¨ªa de los casos, se les a?ade la nostalgia y la melancol¨ªa por estar lejos de los suyos. Estas fechas se hacen entonces m¨¢s duras.
Mar¨ªa, ecuatoriana, de 42 a?os, seis de ellos en Espa?a quiere que llegue cuanto antes el mes de enero. "La Navidad es para los ni?os", explica para argumentar por qu¨¦ ella no va a celebrar esta fecha. "Me quedar¨¦ en mi casa y no har¨¦ nada especial", adelanta. Esta mujer es reponedora en un supermercado en Majadahonda y gana 720 euros al mes, trabajando en dos turnos. Tiene que ahorrar mucho, ya que mandar¨¢ 1.500 euros a su familia en Quito: "Sobrinos, nietos. Son muchos ni?os y lo importante es que sean felices ese d¨ªa. Mandarles el dinero es una forma de estar con ellos", argumenta.
Mar¨ªa, sin embargo, acaba reconociendo que s¨ª hara "algo diferente" en Nochebuena. Una cena "especial", aunque s¨®lo sea para ella y su marido, cuyos ingredientes salen m¨¢s baratos en una galer¨ªa de alimentaci¨®n del barrio de Aluche, entre las calles de Maqueda y de Quero.
Cordero, cerdo, pollo, fruta, pescado... Todos los productos son m¨¢s econ¨®micos aqu¨ª que en muchos mercados de Madrid, y esto ha provocado su propio efecto llamada: cientos de inmigrantes de pr¨¢cticamente toda la ciudad van all¨ª a hacer sus compras, como Mar¨ªa, que vive en Fuenlabrada.
El producto estrella es el pavo. "L¨®gico, es lo que se come en estas fechas, ?no?", dice Ang¨¦lica, de 30 a?os y tambi¨¦n de Ecuador. Su cena de Nochebuena se convertir¨¢ en un aut¨¦ntico evento social, con unas veinte personas entre familiares y amigos. Ella disfruta de la Navidad. "Es una fiesta muy entra?able. Pero me gusta sobre todo porque toda mi familia est¨¢ aqu¨ª y nos podemos reunir", dice. ?C¨®mo lo celebrar¨¢n? "Cantaremos villancicos, conversaremos, como se hace aqu¨ª".
Pero lo que Ang¨¦lica no revela es c¨®mo cabr¨¢n tantas personas en su peque?o piso en la zona de Tribunal, en el que s¨®lo viven tres personas. "No lo s¨¦, buscaremos huecos y al final cabremos todos. Pero, la verdad, no s¨¦ como lo conseguimos todos los a?os", se r¨ªe. El milagro es el precio de este banquete: calcula que, entre comida y bebida, s¨®lo gastar¨¢ 100 euros. Este precio "s¨®lo se encuentra en este sitio", afirma. Prefiere desplazarse "aunque est¨¦ lejos de casa y luego tenga que cargar con las bolsas en el metro".
Otra cena, esta vez para s¨®lo seis personas, saldr¨¢ un poco m¨¢s cara: "Calculamos que al final nos gastaremos unos 140 euros", dicen Nilson y Eduardo. Ambos son dominicanos y viven en Villaverde Alto. Llevan residiendo tres a?os en Madrid y afrontan las fiestas desde diferentes perspectivas. Nilson est¨¢ contento: "Mi familia est¨¢ aqu¨ª, mi madre, y sobre todo, la mujer que amo", dice. Eduardo, en cambio, no puede disimular cierta tristeza: "Mi familia est¨¢ en Santo Domingo. Les echo de menos, sobre todo la fiesta all¨ª, que es mucho m¨¢s animada, con la gente en la calle y cantando. Aqu¨ª todo es m¨¢s fr¨ªo", explica. No tiene muchas ganas de festejar nada, sobre todo despu¨¦s de recordar su primera experiencia navide?a en Madrid: "La pas¨¦ solo, trabajando en un locutorio toda la noche".
Pero Margarita y Dani, un joven matrimonio de polacos, encaran la Navidad con ilusi¨®n, a pesar de que la pasar¨¢n lejos de casa, por noveno a?o consecutivo, desde que dejaron su Mielec natal. Para ellos estas fechas son entra?ables, y les encanta vivirlas con intensidad. Padres de dos criaturas, Victoria, de tres a?os, y Alejandro, de apenas seis meses, piensan celebrar los tres d¨ªas que se festejan en Polonia: adem¨¢s de Nochebuena y Navidad, el d¨ªa 26 es San Szczepan (San Esteban).
"Siempre te acuerdas de la familia, pero aqu¨ª tenemos a dos hermanos y una hermana, y pasaremos estos d¨ªas juntos", explica Dani, que trabaja en la construcci¨®n. Margarita, que estudi¨® enfermer¨ªa pero que en Madrid trabaja limpiando, es la responsable de la comida. El men¨² ya est¨¢ decidido: una sopa t¨ªpica de remolacha, carpa al horno, y "turrones". Porque a ellos, "muy espa?olizados", les encanta fusionar las tradiciones espa?olas y polacas.
Aunque todav¨ªa no han hecho cuentas sobre lo que van a gastarse estos d¨ªas -ya han mandado a Polonia botellas, turrones y ropa interior como regalos a ambas familias- para la pareja esa cantidad, est¨¢ bien gastada: "Tenemos que disfrutar; no va a ser s¨®lo trabajar". Al a?o pr¨®ximo le piden "poder tener una hipoteca, s¨ªntoma de que tendremos una casa propia".
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