Emperadores de las matem¨¢ticas
Los estudiantes de Hong Kong son los m¨¢s h¨¢biles con los n¨²meros, pero opinan que el colegio no les prepara para la vida
En el a?o 1629, Xu Guangqi, un oficial de la dinast¨ªa Ming, fue nombrado ministro por el emperador despu¨¦s de haber resultado vencedor en una competici¨®n convocada entre tres escuelas -la china (Tatung), la musulmana y la occidental- para determinar qui¨¦n pod¨ªa predecir con mayor precisi¨®n la hora de un eclipse solar que deb¨ªa ocurrir ese a?o. La aproximaci¨®n occidental, representada por Xu -que hab¨ªa estudiado con el jesuita italiano Matteo Ricci-, fue la m¨¢s acertada, y el cient¨ªfico chino recibi¨® los honores del Hijo del Cielo.
En la estela de Xu, los estudiantes de secundaria de Hong Kong han sido los primeros clasificados del mundo en el apartado de matem¨¢ticas, seg¨²n el Informe PISA 2003, que compara los resultados de las pruebas realizadas el a?o pasado a 275.000 alumnos de 15 a?os de 30 pa¨ªses de la OCDE y 11 asociados (Hong Kong est¨¢ entre los asociados). La ex colonia brit¨¢nica -integrada en China en 1997, pero que funciona desde entonces bajo la f¨®rmula un pa¨ªs, dos sistemas- ha logrado 550 puntos, seguida de Finlandia, con 544 (el primero entre los pa¨ªses de la OCDE), y Corea del Sur, con 542.
Los alumnos aprenden a jugar con las cifras desde primaria. Y no usan calculadora
Un total de 4.478 alumnos de 145 escuelas de este territorio de siete millones de habitantes pasaron el examen de dos horas y media, en el que respondieron a preguntas pr¨¢cticas como las que tendr¨¢n que afrontar alg¨²n d¨ªa en la vida corriente. Se midieron cuatro ¨¢reas: cantidades, incertidumbres, espacio y formas, y cambios y relaciones. Y la tecnol¨®gica regi¨®n china result¨® vencedora.
?Por qu¨¦? Seg¨²n Ho Suichu, directora de PISA en Hong Kong, debido al sistema educativo: "Los profesores han trabajado muy duro para a?adir a su ense?anza elementos aplicables a la vida diaria", ha dicho en la prensa local.
A este factor, se suma, seg¨²n especialistas y pedagogos, la gran importancia que conceden el Gobierno y las familias a la formaci¨®n en matem¨¢ticas y ciencias. "Los estudiantes aprenden a jugar con los n¨²meros desde primaria. No multiplican cuatro por tres, suman tres veces cuatro. Y no se les permiten las calculadoras en clase", explica Way Ip, del departamento de Matem¨¢ticas Aplicadas de la Universidad Polit¨¦cnica de Hong Kong. "A esto hay que a?adir la gran importancia que se da al conocimiento cient¨ªfico".
Pero, seg¨²n insiste este profesor de Estad¨ªstica, uno de los factores clave es la fuerte presi¨®n a la que est¨¢n sometidos los j¨®venes. "Las familias aqu¨ª son diferentes a otros pa¨ªses. Quieren que los ni?os tengan los mejores elementos para estudiar, y les presionan mucho", dice.
La actuaci¨®n de los adolescentes de Hong Kong en el estudio se caracteriza por otros dos factores. Por un lado, un gran porcentaje -el 30,7%- se situaron entre los dos primeros puestos, y por otro lado, a diferencia de la mayor parte de los pa¨ªses, no hay pr¨¢cticamente diferencia entre las notas obtenidas por chicos y chicas.
Hong Kong no s¨®lo ha destacado en matem¨¢ticas. En resoluci¨®n de problemas ha logrado el segundo puesto, detr¨¢s de Corea del Sur, y en ciencia, el tercero, tras Finlandia y Jap¨®n. En lectura, sin embargo, ha ocupado el d¨¦cimo lugar. Una posici¨®n que, seg¨²n los profesores de la ex colonia, se explica por el hecho de que el Informe PISA da prioridad a la "lectura funcional", mientras que Hong Kong favorece en secundaria la "lectura literaria".
El ¨¦xito de los j¨®venes asi¨¢ticos viene acompa?ado de un alto grado de exigencia. Tan s¨®lo el 25% (el ¨ªndice m¨¢s bajo de todos los pa¨ªses) considera que ha obtenido un buen resultado en matem¨¢ticas. Mientras que entre los estadounidenses -los m¨¢s optimistas-, que ocupan el centro de la clasificaci¨®n, el 72% asegura haber logrado una buena puntuaci¨®n.
Sin embargo, el brillante papel de los adolescentes hongkoneses lleva emparejado un gran desencanto con sus colegios. El 53% cree que su centro de ense?anza ha hecho poco para prepararles para la vida de adulto, y el 13% dice que acudir a clase ha sido una p¨¦rdida de tiempo. Esta negativa percepci¨®n de sus jer¨¢rquicas escuelas se debe, seg¨²n los profesores, a que los estudiantes las perciben como "institutos de entrenamiento m¨¢s que lugares a los que pertenecer". Una consecuencia del alto grado de exigencia escolar y familiar que viven los chicos y chicas. Ip lo resume: "Cuando los j¨®venes de Hong Kong van al Reino Unido, sus compa?eros de clase les dicen que tienen calculadoras en el cerebro. Desde que est¨¢n en primaria, no tienen m¨¢s opci¨®n que estudiar. Porque despu¨¦s puede ser demasiado tarde. Saben que tendr¨¢n que competir muy duro para entrar en las mejores universidades".
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