Brasil asciende en el terreno internacional
Lula echa el resto para fortalecerse en la OMC y lograr un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU
Brasil no es miembro del Movimiento de los No Alineados y, sin embargo, el gigante suramericano se erige hoy como el principal y m¨¢s fuerte defensor de los principios de respeto y solidaridad en la relaci¨®n entre las grandes potencias mundiales y los pa¨ªses menos desarrollados establecidos por ese movimiento, creado en Belgrado en 1961.
Por m¨¦rito propio y la pizca de azar que hace que surjan el momento y los lugares oportunos, el presidente brasile?o Lula da Silva est¨¢ logrando poco a poco que los pa¨ªses ricos, a fin de cuentas los acreedores del mundo, reconozcan que si aprietan a los pa¨ªses menos desarrollados para que paguen sus deudas a pesar del alto coste social y para que abran m¨¢s sus mercados sin contraprestaciones justas, no s¨®lo pierden amigos, sino clientes.
Lamy apod¨® al grupo de Brasil, China, India y Sur¨¢frica como "los elefantes" del siglo 21
Lula est¨¢ consiguiendo a trav¨¦s de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) y, en menor medida y m¨¢s recientemente, mediante Naciones Unidas, que grandes pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, como el propio Brasil, India o Sur¨¢frica, fortalezcan sus posiciones en la escena internacional. Recientemente, Brasilia postul¨® a su embajador ante la OMC, Luiz Felipe de Seixas Correa (diplom¨¢tico de larga trayectoria que sirvi¨® en Espa?a, Alemania, Francia, Argentina y EE UU), para dirigir el organismo comercial internacional a partir de mediados de 2005, en reemplazo del tailand¨¦s Supachai Panitchpakdi. De Seixas Correa compite con Carlos P¨¦rez del Castillo, representante uruguayo ante la OMC, el ex comisario europeo de Comercio, el franc¨¦s Pascal Lamy, y el ministro de Exteriores y Comercio de Mauricio, Jayen Cuttaree.
Brasil est¨¢ jugando fuerte con la candidatura de De Seixas Correa, ya que si logra imponer a su hombre al frente de la OMC, el Gobierno de Lula fortalecer¨¢ su posici¨®n en las aspiraciones de Brasil para convertirse en un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Lula tiene grandes ambiciones pol¨ªticas internacionales para su pa¨ªs y est¨¢ utilizando un arma poderos¨ªsima, como es el comercio, para lograr sus fines.
La semilla de la estrategia que hoy poco a poco va desarrollando Lula la puso el ex ministro de Salud del anterior Gobierno de Cardoso, Jos¨¦ Serra, en la cumbre de la OMC de Doha, en noviembre de 2001. Serra abander¨® el germen del que ser¨ªa el G20 (encabezado por Brasil, India, Sur¨¢frica y China), con su lucha por el acceso de los pa¨ªses menos desarrollados a los medicamentos gen¨¦ricos. El ex comisario europeo Lamy apod¨® a este cuarteto Los Elefantes del Siglo XXI.
La batalla que dio Serra en Doha ten¨ªa un inter¨¦s electoral porque el ex ministro se perfilaba ya entonces como el candidato del partido de Cardoso, el Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), para enfrentarse a Lula en las elecciones de octubre de 2002. No obstante, a pesar de estos tintes electoralistas, Serra logr¨® una gran victoria para los pa¨ªses menos desarrollados con la modificaci¨®n sobre patentes medicinales, y esto qued¨® en su palmar¨¦s. Recientemente, Serra regres¨® con ¨ªmpetu a la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica brasile?a arrebatando la alcald¨ªa de S?o Paulo, la capital econ¨®mica del pa¨ªs, al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula. Para m¨¢s inri, la rival de Serra era la hasta ahora alcaldesa Marta Suplicy, amiga ¨ªntima de Lula.
En la escena internacional Lula, sin duda, tom¨® el relevo y, utilizando tambi¨¦n como trampol¨ªn a la OMC, gan¨® terreno para la causa. Lula dio un paso clave al designar a Celso Amor¨ªn como ministro de Asuntos Exteriores de Brasil. Amor¨ªn fue durante a?os el representante brasile?o ante el organismo de comercio y conoce al dedillo la extensa y farragosa normativa comercial. Brasil f¨¢cilmente se puso al frente de Los Elefantes. En parte por el carisma de Amor¨ªn y tambi¨¦n porque la popularidad de Lula ayuda a que este grupo de pa¨ªses no produzca temor. "China e India s¨ª lo producen", explican fuentes diplom¨¢ticas acreditadas ante la OMC. "Y Sur¨¢frica a¨²n est¨¢ verde para protagonizar este liderazgo. Tal vez si Nelson Mandela fuera ahora el presidente podr¨ªa darse el caso", a?aden.
Lula se alz¨® como el l¨ªder natural de este grupo de los Veinte desde que los cuatro Elefantes se vieron por primera vez en la cumbre de Evian (Francia), en junio del a?o pasado. Para cuando se celebr¨® la cumbre de la OMC en Canc¨²n, en septiembre de 2003, ese liderazgo estaba m¨¢s que afianzado. "El fortalecimiento de Brasil en la escena internacional es independiente del Gobierno de Brasilia; es la nueva posici¨®n del pa¨ªs frente al mundo y, est¨¦ quien est¨¦ al frente, se mantendr¨¢", explica Pedro Camargo, asesor del Gobierno brasile?o ante la OMC. Camargo fue parte del equipo que este a?o logr¨® dos grandes victorias para Brasil ante la OMC: la demanda contra EE UU por los subsidios al algod¨®n y contra la UE por las ayudas al az¨²car. En ambos casos, la organizaci¨®n dio la raz¨®n a Brasil. Tanto Bruselas como Washington han recurrido los dict¨¢menes, pero ser¨¢ dif¨ªcil que la OMC cambie de idea.
El G20, finalmente, se fortaleci¨® m¨¢s con el reconocimiento formal de su existencia por parte de la Comisi¨®n Europea hace un a?o. Aunque a Washington le irrit¨® este cambio de estatus, Bruselas decidi¨® dar el paso teniendo en cuenta la cohesi¨®n y fortaleza del grupo. Justamente de estos ¨²ltimos atributos depende el futuro del grupo. Para Kevin Watkins, jefe del informe del desarrollo humano de Naciones Unidas, a la relaci¨®n entre los pa¨ªses del sur a¨²n le queda por andar.
"Los grandes del G20 tienen muchos intereses en com¨²n, pero tambi¨¦n muchos enfrentados. Si lo que los une prima por encima de los dem¨¢s, entonces estaremos definitivamente ante un grupo muy poderoso, mucho m¨¢s de lo que jam¨¢s lleg¨® a ser el de los No Alineados", indic¨® Watkins.
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