Psic¨®logos frente a psic¨®logos cl¨ªnicos
Los autores defienden la regulaci¨®n de la Psicolog¨ªa como licenciatura social y no como una profesi¨®n sanitaria en su conjunto.
Durante los ¨²ltimos meses desde el Colegio Oficial de Psic¨®logos (COP) y algunas universidades se ha movilizado a los estudiantes y licenciados de Psicolog¨ªa para manifestarse en contra de la Ley de Ordenaci¨®n de Profesiones Sanitarias (LOPS) y el Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, por el que se establecen las bases generales sobre la autorizaci¨®n de centros, servicios y establecimientos sanitarios. Se reclama que la licenciatura en Psicolog¨ªa sea sanitaria. Se han anticipado catastr¨®ficas consecuencias para los psic¨®logos y los usuarios de sus servicios de no ser reconocida como tal. Nuestros pacientes lectores deben de estar desconcertados por la pol¨¦mica, e intentaremos aclararla desde un punto de vista alternativo, el de los psic¨®logos que s¨ª tienen el reconocimiento de sanitarios, los especialistas en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica.
De 137 cr¨¦ditos, la licenciatura de Psicolog¨ªa s¨®lo tiene 25 del campo de la salud
La formaci¨®n PIR (Psic¨®logo Interno Residente) viene funcionando a nivel nacional de modo continuo desde 1993. Supone un periodo de tres a?os despu¨¦s de la licenciatura y aprobada una oposici¨®n, de pr¨¢ctica supervisada, y remunerada, por los distintos dispositivos p¨²blicos de Salud Mental de una determinada provincia. El acceso a la formaci¨®n PIR es una epistemocracia, en la que prevalecen, con transparencia y equidad, los conocimientos cient¨ªfico-profesionales de los candidatos. Este sistema es el que permite obtener, al igual que los dem¨¢s facultativos sanitarios, el t¨ªtulo de Especialista, y tiene las garant¨ªas de los ministerios de Sanidad y de Educaci¨®n.
Antes de la LOPS y del Real Decreto de Centros Sanitarios, cualquier licenciado en Psicolog¨ªa con o sin experiencia cl¨ªnica pod¨ªa atender pacientes sin supervisi¨®n. Esta ley viene a establecer razonablemente que es necesario acreditar, mediante el t¨ªtulo de la especialidad en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica, que el profesional est¨¢ preparado para esa funci¨®n sanitaria, no en el sentido laxo en el que se quiere entender lo sanitario desde el COP, sino estricto: quienes trabajan en centros sanitarios (hospitales, ambulatorios de salud mental...). Los licenciados en Psicolog¨ªa sin la especialidad pueden, por tanto, seguir atendiendo usuarios en colegios, empresas, juzgados, universidades, etc¨¦tera. La LOPS tampoco afecta, pongamos por caso, al licenciado en Psicolog¨ªa que trabaja en el ¨¢mbito educativo en sus funciones de abordar los trastornos del aprendizaje o la orientaci¨®n vocacional. La LOPS no genera esta confusi¨®n y ambig¨¹edad que se le reprocha, m¨¢s bien ayuda a resolverlas; si un escolar presenta patolog¨ªa mental, el psic¨®logo educativo deber¨¢ derivarlo a un especialista en esa ¨¢rea, y esto no recorta sus competencias profesionales. ?Ser¨ªa razonable que fuera cl¨ªnicamente tratado por alguien que no tiene dentro de sus exigencias curriculares haber visto jam¨¢s a un paciente, o haber pisado como profesional un centro de Salud Mental u hospital?
La licenciatura en Psicolog¨ªa ha abordado tradicionalmente un contenido amplio de conocimientos, como puede esperarse de una ciencia que tiene por objeto de estudio el comportamiento humano. De los 137 cr¨¦ditos correspondientes a las materias troncales que son de inclusi¨®n obligatoria, la licenciatura de Psicolog¨ªa s¨®lo tiene 25 pertenecientes a ¨¢reas de conocimiento relacionadas con el campo de la salud, es decir, no llega al 20% de curr¨ªculum obligatorio. Los licenciados as¨ª formados pueden, con la adecuada formaci¨®n postgrado, adaptarse a m¨²ltiples ¨¢mbitos profesionales: desde la ergonom¨ªa hasta la neuroimagen, desde la mediaci¨®n familiar a la selecci¨®n de personal. El decano del COP de Madrid, Fernando Chac¨®n, escrib¨ªa a Elena Koronis, de la Secci¨®n de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica del COP, en junio del 2003 tras la lectura del anteproyecto de la LOPS: "... la licenciatura en Psicolog¨ªa excede del ¨¢mbito cl¨ªnico y no puede ser considerada en su conjunto como profesi¨®n sanitaria...". Justo lo contrario de lo que se defiende ahora. Esto no es una contradicci¨®n personal, es colectiva.
Desde el COP y las Facultades de Psicolog¨ªa se felicitaron sin reservas por el Decreto de la Especialidad (y su consecuencia: la consolidaci¨®n de la v¨ªa PIR) mientras estuvieron convencidos de que ¨¦sta "s¨®lo ser¨ªa requisito obligatorio para optar a las plazas de las instituciones p¨²blicas, pero nunca ser¨¢ necesario para el ejercicio de la profesi¨®n en el ¨¢mbito privado", as¨ª lo entend¨ªa y publicaba Francisco Santolaya, decano de COP-Estatal, en la revista Papeles del Psic¨®logo en el 2001. ?Pero tendr¨ªa sentido dejar las prestaciones de la sanidad privada sin las garant¨ªas de calidad que deseamos para la p¨²blica?, ?en qu¨¦ ¨¢mbito sanitario, cl¨ªnico o no, sucede algo as¨ª?, ?si no estuvi¨¦ramos hablando del elusivo concepto de la enfermedad mental, qu¨¦ partido pol¨ªtico, sindicato u organizaci¨®n defender¨ªa eso?
A trav¨¦s del COP se ha anticipado un "aut¨¦ntico caos en la atenci¨®n a la poblaci¨®n" derivado de las restricci¨®n en el reconocimiento de la especialidad a 80 residentes por a?o. Lo cierto es que son alrededor de 700 los especialistas v¨ªa PIR, y 12.000 los psic¨®logos, con experiencia cl¨ªnica, que est¨¢n en tr¨¢mites o ya han obtenido el reconocimiento de la especialidad por v¨ªas alternativas al PIR, unas v¨ªas transitorias que, como los interesados saben, se van a flexibilizar en sus plazos temporales a¨²n m¨¢s. Razonablemente la oferta de plazas de formaci¨®n especializada se fija anualmente atendiendo, entre otras cosas, a las necesidades del Sistema Sanitario. Parece dif¨ªcil, casi dir¨ªamos desaconsejable, que aumente la oferta de plazas de formaci¨®n mientras sigan existiendo un considerable n¨²mero de especialistas desempleados.
El COP es uno de los colegios profesionales m¨¢s numerosos de Espa?a y debe tratar de defender a esa masa colegial sobredimensionada. En 1982, m¨¢s de 20 a?os antes de la LOPS, con unos 20.000 nuevos licenciados al a?o, aproximadamente un tercio de los actuales, s¨®lo entre el 45% y 50% ejerc¨ªan la profesi¨®n como actividad principal. En esa misma d¨¦cada, seg¨²n un estudio de la continuidad de los Centros de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica en la Comunidad de Madrid, ¨²nicamente el 10% sobreviv¨ªa a los 10 a?os. Y tengamos presente que la gran mayor¨ªa de los psic¨®logos que trabajan en cl¨ªnica lo hace en el ¨¢mbito privado. Pero las facultades y matr¨ªculas de estudiantes de Psicolog¨ªa han seguido creciendo en n¨²mero de modo descontrolado y problem¨¢tico desde los a?os setenta. En el curso 2002-03 el n¨²mero de estudiantes matriculados en Psicolog¨ªa fue casi el doble que en Medicina, y m¨¢s que todas la Ingenier¨ªas juntas. De hecho, Espa?a es el pa¨ªs con el mayor porcentaje de psic¨®logos per c¨¢pita del mundo, seg¨²n el Comprehensive Clinical Psychology (1998). Dada la situaci¨®n, en poco se ha podido notar que las plazas anuales de formaci¨®n de pires hayan crecido en un 50%, hasta las 81 del 2004. ?Pero la soluci¨®n es m¨¢s plazas de formaci¨®n sanitaria especializada o menos de formaci¨®n pregrado?
El mensaje a los alumnos y licenciados desde quienes han movilizado la campa?a anti-LOPS viene a decir que sin la especialidad no sirve para nada la licenciatura, y queda claro que realmente no es as¨ª (al menos para quien lo quiera entender). Sin embargo, dada la "superpoblaci¨®n de psic¨®logos" (son palabras de un editorial de la revista del COP en 1995), las posibilidades de que la licenciatura no sirva para el ejercicio profesional son altas, tanto en cl¨ªnica como en otros ¨¢reas menos reguladas. Suponer que flexibilizar los criterios de calidad aumenta las posibilidades de trabajar como psic¨®logo es desenfocar el problema, es alejarnos de la soluci¨®n.
La consideraci¨®n de una licenciatura como sanitaria entendemos que no es una cuesti¨®n puramente nominal, que debe tener implicaciones en el curr¨ªculo acad¨¦mico, en el profesorado, en los v¨ªnculos con los centros sanitarios, en la UNED, en los n¨²meros clausus... La reconversi¨®n responsable de la licenciatura como sanitaria, si es que hay un genuino inter¨¦s en salir de las Ciencias Sociales, adem¨¢s de requerir un consenso previo, exigir¨ªa un cambio radical, que parece tan necesario como escabroso.
C¨¦sar Gonz¨¢lez-Blanch Bosch es psic¨®logo especialista en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica y vocal de la Junta Directiva de Asociaci¨®n Nacional de Psic¨®logos Internos Residentes; Mario ?lvarez Jim¨¦nez es psic¨®logo especialista en Psicolog¨ªa Cl¨ªnica.
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