El temor a las r¨¦plicas provoca el p¨¢nico entre los habitantes de India y Sri Lanka
Los servicios de protecci¨®n civil indios hicieron sonar las alarmas ante posibles 'tsunamis'
Numerosas sacudidas tel¨²ricas menores se suceden desde el terrible terremoto de intensidad 9 en la escala de Richter que desencaden¨® un tsunami que aneg¨® en muerte y l¨¢grimas el sureste asi¨¢tico. Los millones de personas que han sufrido las consecuencias del maremoto no han logrado sobreponerse a la angustia de que otra ola gigantesca trate de engullirles. El miedo que les corroe las entra?as qued¨® ayer patente cuando miles de personas de una de las zonas afectadas en el Estado indio de Tamil Nadu huyeron despavoridas tras el anuncio de un nuevo terremoto.
Los servicios de protecci¨®n civil de India hicieron sonar las alarmas, no se sabe si para comprobar su funcionamiento o por error, y el aullido de la sirena desat¨® el p¨¢nico entre la poblaci¨®n. La falsa alarma impidi¨® adem¨¢s el paso de los camiones con ayuda humanitaria en el distrito de Nagappattinam e interrumpi¨® la recogida de cad¨¢veres.
Por la tarde, el ministro adjunto de Ciencias, Kapil Sibal, trat¨® de tranquilizar a la poblaci¨®n y los miembros de los equipos de socorro. "Un tsunami no puede producirse m¨¢s que despu¨¦s de un se¨ªsmo de al menos 7,5 en la escala de Richter", explic¨®. La r¨¦plica detectada por la ma?ana, que desat¨® a la alarma en el sureste asi¨¢tico, era de 5.
La inmediatez de los medios de comunicaci¨®n actuales hizo que la radio y la televisi¨®n transmitieran el sonido y las im¨¢genes de la hu¨ªda masiva de la gente antes de que las autoridades indias informaran de que la alarma era err¨®nea. La reacci¨®n de la castigada poblaci¨®n de Sri Lanka fue igual que la de sus vecinos: salir corriendo. La respuesta m¨¢s dram¨¢tica se produjo precisamente en Galle, el gran centro tur¨ªstico del sur de esta isla del ?ndico que ha quedado totalmente destruido. La gente tir¨® lo que ten¨ªa en las manos y corri¨® cuanto pudo para alejarse del mar, sin mirar que estaba pl¨¢cido y tranquilo como una piscina.
Miedo a la gran ola
El nerviosismo fue tambi¨¦n evidente en Colombo, donde numerosas personas sostuvieron la respiraci¨®n durante una tensa hora. La radio hab¨ªa informado de que un cient¨ªfico indio hab¨ªa advertido contra la posibilidad de que se produjera una nueva sacudida tel¨²rica de grandes dimensiones hacia las dos de la tarde, hora local (cinco menos en la Espa?a peninsular). Seg¨²n un diplom¨¢tico europeo que se encontraba reunido con los funcionarios de la reci¨¦n creada Secretar¨ªa de Emergencia, dependiente de la presidenta Chandrika Kumaratunga, "cortaron la entrevista porque se aproximaba la hora".
Ni?os y adultos de las zonas afectadas declaran que tienen miedo de que la gran ola vuelva, como Nimal Telakasini, que desde que ocurri¨® el tsunami lleva a su hija Kashuni, de cinco a?os, colgada del cuello. "Tiene miedo de que la gran ola vuelva y yo tambi¨¦n. Todos dicen que pronto vendr¨¢ otra", se?ala este hombre de 41 a?os, cuya casa ha quedado seriamente da?ada.
Radita tambi¨¦n cuenta que su hija de cuatro a?os no le suelta la falda desde "que la agarr¨¦ por un brazo, me la colgu¨¦ en la cintura y corr¨ª, corr¨ª hasta que me qued¨¦ sin aliento". Radita, que lo ha perdido todo, viv¨ªa con su marido y su hija en una casucha de madera en la playa de Panadura. Ahora est¨¢ refugiada en uno de los templos budistas de la zona. "Aqu¨ª todos tememos que el mar vuelva a jug¨¢rnosla", indica.
Todo Sri Lanka se ha llenado de banderas y banderines blancos. Ondean por balcones, coches, taxis, medianas de las calles y carreteras. Son una se?al de luto pero tambi¨¦n una plegaria a Buda para que nunca m¨¢s las aguas vuelvan a levantarse contra la poblaci¨®n.
El responsable de Unicef en Sri Lanka, Ted Chaiban, se?ala que una vez que la ayuda de emergencia se haya distribuido en todas las zonas afectadas y el pa¨ªs recupere una cierta normalidad, esta instituci¨®n de Naciones Unidas tiene previsto realizar programas de actividades y educativos para que los ni?os est¨¦n ocupados y puedan irse liberando paulatinamente del "tremendo trauma sufrido" por la cat¨¢strofe.
Superar la pesadilla
Los expertos se?alan que millones de personas tendr¨¢n serias dificultades para superar la pesadilla que han vivido, dificultades que se ver¨¢n agravadas por un profundo miedo a que vuelva a repetirse. Muchos padres y madres han visto c¨®mo las aguas arrancaban a sus hijos de sus brazos sin poder hacer nada para salvarles.
Hace d¨¦cadas que Sri Lanka, un pa¨ªs de 19 millones de habitantes y tan s¨®lo 65.000 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n y que ha vivido 30 a?os en guerra civil, no sufr¨ªa una gran cat¨¢strofe natural. Sin embargo, en menos de seis meses se ha visto afectada dos veces por el agua.
Primero fueron unas serias inundaciones que costaron la vida a una decena de personas y ahora el tsunami, que ha causado la muerte de unas 29.000, ya que el Gobierno dijo anoche que los m¨¢s de 4.000 desaparecidos pod¨ªan considerarse como fallecidos, aunque muchos de ellos podr¨ªan encontrarse entre los cientos de personas enterradas sin identificar en fosas comunes para evitar que la putrefacci¨®n de los cad¨¢veres desatara epidemias.
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