La mayor¨ªa de las manos trasplantadas s¨®lo han recuperado la sensaci¨®n protectora
La regeneraci¨®n nerviosa es escasa, pero los pacientes pueden aprender a mover los dedos
Desde 1998, los cirujanos han trasplantado en EE UU 24 manos y antebrazos a 18 receptores varones, de acuerdo con un registro de los hospitales que los han llevado a cabo. De aqu¨¦llos, seis pacientes recibieron dos manos nuevas. El superviviente m¨¢s longevo, Matthew Scott, recibi¨® hace casi seis a?os una mano en el Jewish Hospital de Louisville (Kentucky). En otros pa¨ªses, a dos receptores se les han retirado las manos donadas. Uno fue el primer paciente, Clint Hallam, de Nueva Zelanda, que no tom¨® su medicaci¨®n ni acudi¨® a rehabilitaci¨®n. La raz¨®n para retirar la otra mano, a un paciente de Cant¨®n (China), no est¨¢ clara.
Los detractores dicen que los informes sobre otros casos est¨¢n incompletos. El trasplante de mano m¨¢s reciente se efectu¨® en abril de 2003 en Ly¨®n (Francia), donde se realiz¨® el primero. La Sociedad Estadounidense de Cirug¨ªa de la Mano afirma que los cirujanos de trasplantes han conseguido "resultados funcionales y cosm¨¦ticos aceptables", similares a los obtenidos cuando se reimplanta la mano de la persona, pero que los receptores se enfrentan a riesgos desconocidos a largo plazo, pues deben seguir tomando inmunosupresores.
La sociedad considera que el procedimiento es todav¨ªa experimental y que, antes de que los trasplantes de mano puedan considerarse "constantemente seguros y eficaces", hace falta investigar y avanzar m¨¢s en inmunolog¨ªa para reducir la necesidad de tomar durante toda la vida f¨¢rmacos contra el rechazo.
Auspiciado por la sociedad, W. P. Andrew Lee, jefe de Cirug¨ªa Pl¨¢stica en la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania), ha examinado independientemente a 11 receptores de trasplantes de mano. "A pesar de lo que dicen algunos cirujanos, la mayor¨ªa de los pacientes s¨®lo ha recuperado la sensaci¨®n protectora, y no la capacidad de discriminar entre dos puntos, que es la sensibilidad fina que damos por sentada", comenta Lee.
La sensaci¨®n protectora es el nivel m¨¢s b¨¢sico de sensaci¨®n nerviosa: la se?al de advertencia que impide que la persona, por ejemplo, se queme en una estufa. Pero la discriminaci¨®n sensorial fina es necesaria para escribir y distinguir entre objetos. "Evidentemente, los pacientes de trasplante de mano se sienten agradecidos por tener cierta sensaci¨®n, y no un simple mu?¨®n", dice Lee. "Pero el trasplante no dista mucho de restaurar la funci¨®n diaria que ten¨ªan antes de perder su mano, en buena medida porque la regeneraci¨®n nerviosa es incompleta".
Los pacientes trasplantados pueden mover las manos y los dedos ense?ando a los m¨²sculos del brazo natural a tirar de los nuevos tendones conectados. En entrevistas a pacientes y a sus familias, Lee coment¨® que le hab¨ªan impresionado profundamente las ventajas psicol¨®gicas que ofrec¨ªan los trasplantes, especialmente entre quienes hab¨ªan perdido ambas manos.
? The New York Times
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