El CDN vuelve a Valle con 'Cara de Plata', primera de sus feroces 'Comedias b¨¢rbaras'
Ram¨®n Sim¨® dirige a 24 actores en una obra "¨¢gil, muy cr¨ªtica, potente y contempor¨¢nea"
El Centro Dram¨¢tico Nacional abre ma?ana su nueva etapa con un regreso a Valle-Incl¨¢n (1866-1936), quiz¨¢ el mayor icono del teatro espa?ol. El reto mezcla actores consagrados como Chete Lera, y j¨®venes como Luc¨ªa Quintana, B¨¢rbara Goenaga o Jes¨²s Noguero; un director con una energ¨ªa y una mirada muy personales, Ram¨®n Sim¨®, y un texto feroz y libertario, Cara de Plata, escrito por Valle en 1922 como arranque para la trilog¨ªa iniciada en 1907, las Comedias b¨¢rbaras. Seg¨²n Sim¨®, la obra denuncia "las miserias del poder y las mentiras de la religi¨®n".
"Es un montaje po¨¦tico, vigoroso y arriesgado". As¨ª defendi¨® ayer el director del CDN, Gerardo Vera, el trabajo de su compa?¨ªa para Cara de Plata durante una masiva rueda de prensa celebrada en la sede de la compa?¨ªa, el teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid.
All¨ª se podr¨¢ ver hasta el 20 de febrero esta obra de Ram¨®n Mar¨ªa del Valle-Incl¨¢n, que se represent¨® por primera vez junto a las otras dos Comedias b¨¢rbaras (?guila de blas¨®n -escrita en 1907- y Romance de Lobos -1908-) en 1991, con la c¨¦lebre versi¨®n que dirigi¨® Jos¨¦ Carlos Plaza y protagonizaron Jos¨¦ Luis Pellicena (en el papel del cacique gallego Don Juan Manuel Montenegro -"?negro de alma, negro de pecados, negro de las calderas del infierno!"-) y Toni Cant¨®, como su hijo Miguel, Cara de Plata.
Gerardo Vera record¨® que en esta nueva etapa del Centro Dram¨¢tico Nacional, el autor de Divinas palabras ser¨¢ uno de los pilares, "con un estreno por a?o", y se declar¨® emocionado por lo que ha visto de funci¨®n.
Con humor y vitalidad, Sim¨® (Tarragona, 1961) cont¨® que se acerc¨® al texto de Valle "fingiendo que no sab¨ªa nada de ¨¦l, haciendo como si estuviera vivo, tratando de buscar, sin respeto reverencial, su teatralidad para traerlo al espectador actual".
El director, que ha realizado la mayor parte de su carrera en el Teatre Nacional de Catalu?a, encontr¨® que, bajo sus capas casticistas y costumbristas y entre sus infinitas acotaciones, este retablo tragic¨®mico y feroz de Valle ense?a "un autor impresionista que resuelve conflictos muy graves con pinceladas muy precisas y peque?as"; "una estructura fragmentaria, muy ¨¢gil y moderna"; "un lenguaje muy pl¨¢stico"; m¨²ltiples sugerencias "para una escenograf¨ªa de muchos movimientos", y "unos personajes contradictorios que funcionan como una comunidad cerrada".
Valle estaba ya cercano al esperpento cuando emprende con Cara de Plata el cierre y a la vez el principio de la trilog¨ªa que hab¨ªa empezado 15 a?os antes, explic¨® Sim¨®, para quien la obra muestra a un autor "muy cr¨ªtico con todos, con los se?ores feudales y con el abad sacr¨ªlego, pero tambi¨¦n con el pueblo sometido que no se atreve a rebelarse contra Montenegro". Valle denuncia "la miseria del poder de la clase dominante y la clase religiosa; las mentiras de la religi¨®n, el sacrilegio y la blasfemia del abad, y a la vez habla de la imposibilidad de enfrentarse a las pasiones y gobernarlas". En ese sentido, dice Sim¨®, "todos los personajes son h¨¦roes".
Como "actor salido del coro", el director trat¨® de vencer con los 24 int¨¦rpretes las dificultades de "decir a Valle": "Es muy complicado hablarlo, articular una frase. Hemos tratado de decirlo sin que suene raro ni castizo, con el m¨¢ximo de realidad y de identificaci¨®n, pero sin renunciar al drama, la comedia y tambi¨¦n la farsa, toda la mezcla de estilos que propone el texto".
Los responsables de la ingente tarea de trasladar el endiablado idioma de Valle hasta la era del videojuego y el bakalao mostraron su entusiasmo ante el reto. Chete Lera (un Montenegro "al final de su esplendor, que no se niega a ninguna pasi¨®n y tiene una moral muy poco moral") se mostr¨® encantado por la "energ¨ªa muy innovadora" de Sim¨®. Jes¨²s Noguero (un Cara de Plata "que viaja desde pr¨ªncipe silvestre hasta el amor real") abund¨® en el "peloteo al director" y cont¨® que les ha permitido construir sus personajes "huyendo desde el principio de la palabra maldita, esperpento, para llegar a ella desde la esencia de los conflictos".
All¨ª estaban tambi¨¦n dos de las j¨®venes bellezas femeninas del reparto, B¨¢rbara Goenaga (curtida en series y pel¨ªculas, que debut¨® con el CDN en la reciente Historia de una escalera) y Luc¨ªa Quintana (gran revelaci¨®n de 2004 con Las bicicletas son para el verano). Goenaga, que se confes¨® "alucinada" por estar all¨ª, encarna a Sabelita, objeto de deseo del padre y el hijo, "una muchacha contradictoria que tampoco dice que no a ninguna pasi¨®n".
Y Quintana, feliz por haber llegado al papel desde las pruebas, es Pichona la Bisbisera,"una prostituta como puede, como quiere y con quien puede; amiga y amante de Cara de Plata, podr¨ªa ser su amor, su pasi¨®n. Pero lo que m¨¢s me gusta de ella es que, a pesar de c¨®mo la trata y de lo que sabe de ¨¦l, se entrega del todo".
De Galicia a las chabolas
En 1926, el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid puso en marcha los llamados Ensayos de Teatro. Se cont¨® entonces con el estreno de una pieza breve de Valle-Incl¨¢n, Ligaz¨®n, que escribi¨® especialmente para la ocasi¨®n y que dirigi¨® ¨¦l mismo con un elenco de actores noveles y profesionales, entre los que estaban Josefina Blanco (su esposa) y Rivas Cherif.
Ma?ana, por los 125 a?os de la fundaci¨®n del C¨ªrculo, Juan Margallo y la compa?¨ªa UROC Teatro llevan al mismo escenario del teatro Fernando de Rojas ¨¦sa y otra breve obra del dramaturgo gallego, La rosa de papel.
Margallo ha revisado las piezas, que estar¨¢n en cartel hasta el 30 de enero, desde una visi¨®n actual: "?D¨®nde se pueden dar hoy situaciones de la Galicia de principios del siglo XX? En un poblado de chabolas habitado por emigrantes".
All¨ª, con m¨²sica centroeuropea, una moza l¨ªa a un afilador para que mate a su amante. Y un marido borracho, c¨ªnico y anarquista, dos vecinas supersticiosas y morbosas y un cura rapi?ero tejen una trama llena de humor negro y misticismo.
Babelia
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