El juez ordena investigar las calderas de dos pisos
El due?o del bajo donde se produjo la deflagraci¨®n hab¨ªa encendido el calefactor tres horas antes
El gas fue la causa de la explosi¨®n ocurrida el mi¨¦rcoles por la noche en un piso de la calle de Valencia, en Getafe. La deflagraci¨®n se produjo por la acumulaci¨®n de gas en la vivienda del bajo A del n¨²mero 57. La hip¨®tesis que considera la investigaci¨®n policial es que la explosi¨®n se produjo cuando una persona activ¨® el interruptor de la luz de la vivienda, lo que provoc¨® un chispazo que inflam¨® el gas. Lo que todav¨ªa no ha podido determinarse es si el propietario del piso, Jorge Robira, de 36 a?os y herido de gravedad, hab¨ªa encendido con anterioridad la caldera y despu¨¦s se apag¨® la llama, o si hubo un escape. Para averiguarlo, el juez que dirige la investigaci¨®n orden¨® ayer que Repsol haga un dictamen de las calderas de los dos pisos bajos del edificio.
La polic¨ªa tom¨® ayer declaraci¨®n a Robira, herido de gravedad por la explosi¨®n, por lo que est¨¢ ingresado en el hospital de Getafe. Su relato explica que ten¨ªa pensado alquilar la vivienda en la que se produjo el siniestro. Antes de ense?arla a los posibles inquilinos, acudi¨® a ella, sobre las siete de la tarde del pasado mi¨¦rcoles, con la intenci¨®n de encender la calefacci¨®n a fin de que el piso estuviera caldeado cuando llegaran los posibles inquilinos.
Robira asegur¨® que dej¨® la caldera de gas encendida. Pero lo que no est¨¢ claro es lo que ocurri¨® despu¨¦s: si la llama se apag¨® accidentalmente, o bien si se produjo una fuga. Para tratar de aclararlo, el juez del caso ha ordenado que sea retirada esa caldera y la del piso colindante para ser sometidas a estudio por t¨¦cnicos de Repsol.
Robira manifest¨® a la polic¨ªa que unas tres horas despu¨¦s de haber encendido la caldera regres¨® al piso con las personas que iban a alquilarlo y con una amiga, Mar¨ªa del Carmen S¨¢nchez, y un hijo de ¨¦sta, de 10 a?os. Nada m¨¢s entrar en el piso, Robira oli¨® a gas y corri¨® hacia la terraza con la intenci¨®n de cerrar la espita. Pero antes de que pudiera hacerlo, una de las mujeres puls¨® un interruptor el¨¦ctrico para encender la luz, lo que provoc¨® la explosi¨®n.
Cocina de vitrocer¨¢mica
Gas Natural difundi¨® un comunicado en el que aportaba otra versi¨®n, aunque un portavoz de la compa?¨ªa precis¨® despu¨¦s que no pod¨ªan asegurar que ¨¦sta fuera la explicaci¨®n definitiva. Seg¨²n esta versi¨®n, los t¨¦cnicos de Gas Natural revisaron en julio del a?o pasado la instalaci¨®n del piso afectado, encontr¨¢ndola "correcta". Sin embargo, ahora han comprobado que el due?o del piso "hab¨ªa realizado obras particulares para sustituir la cocina de gas por una cocina vitrocer¨¢mica el¨¦ctrica".
Estas obras, prosigue el comunicado, "no requieren la intervenci¨®n de las compa?¨ªas suministradoras, por lo que la realizaci¨®n de esta operaci¨®n no supuso en ning¨²n momento la intervenci¨®n de Gas Natural". Adem¨¢s, la empresa afirma que la instalaci¨®n de esa vivienda se puso en servicio en septiembre de 1993, y la ¨²ltima vez que se hab¨ªa inspeccionado fue en julio pasado. Pero, a?ad¨ªa, las obras fueron posteriores.
La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, anunci¨® ayer que se van a "adoptar todas las medidas a su alcance" para evitar que ocurran nuevas explosiones de gas y para que las inspecciones que realizan cada cuatro a?os la Administraci¨®n auton¨®mica y las compa?¨ªas suministradoras sean m¨¢s efectivas.
Aguirre, que se refiri¨® al suceso tras el Consejo de Gobierno, afirm¨® que los inspectores de Industria estaban analizando lo sucedido, con el fin de enviar sus conclusiones a Gas Natural "y evitar que un edificio como ¨¦ste, inspeccionado hace un a?o, sufra este tipo de tragedias". Adem¨¢s, anunci¨® que la Comunidad prestar¨¢ ayuda a las familias afectadas y exigir¨¢ a las compa?¨ªas de gas una mayor prevenci¨®n. Tambi¨¦n descart¨® de plano que la explosi¨®n fuera resultado de un atentado terrorista, hip¨®tesis que se consider¨® durante toda la noche del mi¨¦rcoles.
Por la ma?ana, el delegado del Gobierno en Madrid, Constantino M¨¦ndez, hab¨ªa informado que en el lugar no se hab¨ªan encontrado explosivos, pues en un principio las fuerzas de seguridad que acudieron al lugar del siniestro se quedaron sorprendidas de c¨®mo se hab¨ªa producido la deflagraci¨®n. En lugar de una onda expansiva horizontal, que es la que habitualmente provocan las explosiones de gas, ¨¦sta hab¨ªa sido vertical, afectando desde el piso bajo hasta la quinta planta. Muchos vecinos mostraban tambi¨¦n su extra?eza de que se tratara de gas pues, dec¨ªan, la explosi¨®n hab¨ªa sido un golpe seco y no hab¨ªa habido fuego.
Adem¨¢s, tanto a los bomberos como a los agentes de la Polic¨ªa Cient¨ªfica les sorprendi¨® en un primer momento la magnitud del destrozo causado. Seg¨²n el alcalde de Getafe, el socialista Pedro Castro, han quedado afectadas por la onda expansiva 85 viviendas y 47 veh¨ªculos, de los que nueve fueron retirados la primera noche al dep¨®sito.
Apuntalamiento
Los pisos de los n¨²meros 55 y 57 quedaron devastados hasta el punto de que ser¨¢ necesario apuntalar la estructura. "Pero no con puntales de madera, sino que tendr¨¢ que venir una empresa a hacer un trabajo de apuntalamiento, porque, aunque no hay riesgo inminente, los arquitectos municipales han dictaminado que no se puede hacer hoy", explicaron los bomberos que trabajaban ayer tarde en el desescombro de los dos edificios. Este trabajo se denomina entibado, e implica instalar unas estructuras de hierro que calzan los muros con m¨¢s precisi¨®n.
El alcalde de Getafe firm¨® un decreto ordenando el entibado del edificio donde se produjo la explosi¨®n, pues, al volar los tabiques del inmueble, la estructura ha quedado resentida. Adem¨¢s, los t¨¦cnicos del Ayuntamiento son partidarios de derribar el edificio por completo. "Pero las aseguradoras se oponen", dijo un portavoz municipal.
La debilidad de la estructura, detectada por los bomberos y los arquitectos municipales, fue la causa de que en un primer momento se les dijera a las familias de los dos inmuebles m¨¢s afectados que no podr¨ªan entrar a sus casas a recoger enseres personales. Finalmente pudieron hacerlo sobre las seis de la tarde, acompa?ados por un bombero o un agente de polic¨ªa. Subieron de uno en uno y recogieron en su mayor¨ªa documentaci¨®n personal.
Pero tambi¨¦n sufr¨ªan muchos desperfectos las casas de la avenida de Espa?a, separadas por una calle de tierra de la parte posterior del edificio donde se produjo el siniestro. Tanto a un lado como a otro de la v¨ªa, los bomberos tuvieron que emplearse a fondo para desescombrar y, sobre todo, retirar trozos de cornisas y ventanas deterioradas, que quedaron colgando, con riesgo de caer al suelo. Para ello, el servicio de Emergencias 112 llevo a la zona tres veh¨ªculos y una autoescala.
"Hay un abanico de unas veinte casas con da?os serios. De ellas, unas doce presentan da?os graves", explic¨® un portavoz del servicio.
Una calle maldita por el gas
La calle de Valencia parece maldita por el gas. El siniestro que se produjo ayer no es el primero que viven sus vecinos, que en cinco a?os han sufrido tres accidentes similares.
La pen¨²ltima, el pasado 2 de agosto, cuando hubo una explosi¨®n provocada por un vecino en el n¨²mero 9 de esa calle. Un hombre en tratamiento psiqui¨¢trico, que viv¨ªa con su madre y un hermano, y que ya hab¨ªa protagonizado alg¨²n esc¨¢ndalo en el barrio, seg¨²n los vecinos de su inmueble, abri¨® la espita del gas cuando estaba solo en su casa.
La deflagraci¨®n le caus¨® heridas de segundo grado en las extremidades y da?os de consideraci¨®n, pues adem¨¢s de destrozar su vivienda provoc¨® un incendio en otros dos pisos. El fuego se propag¨® por el patio de luces, arrasando las viviendas que encontr¨® a su paso. Adem¨¢s, se hicieron a?icos los cristales y mamparas de su edificio y del n¨²mero 11, aunque ninguno sufri¨® da?os estructurales. Pero los vecinos tuvieron que ser evacuados y el autor fue ingresado en la unidad de quemados del hospital de Getafe.
Cuatro a?os antes, el 26 de abril de 2000, un escape de gas hab¨ªa provocado otra explosi¨®n. En esta ocasi¨®n, los operarios de la compa?¨ªa de telecomunicaciones Madritel pincharon una tuber¨ªa mientras realizaban los trabajos de cableado de fibra ¨®ptica en la ciudad. En esta ocasi¨®n, tuvo que ser desalojado el colegio Liceo Juan de la Cierva, adem¨¢s de un bloque de viviendas de la misma calle, que en ese momento ocupaban unas 150 personas.
Entonces, bast¨® que los empleados de Gas Natural, que llegaron a los 10 minutos, cerraran las v¨¢lvulas, para que todo volviera a la normalidad.
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