El cielo al alcance de todos
Me voy de compras a Par¨ªs. Volver¨¦ por la noche". La frase, pronunciada por una acomodada vecina de Girona, parecer¨ªa una tomadura de pelo hace unos a?os. Ahora, un viaje tan chic casi no sorprende a nadie. Volar ya no es lo que era. Precios y facilidades han equiparado el avi¨®n al autob¨²s. Las compa?¨ªas de bajo coste han abierto una brecha de nuevos h¨¢bitos de movilidad entre amplios sectores de poblaci¨®n. Los viajes rel¨¢mpago a Europa, con ida y vuelta el mismo d¨ªa, empiezan a ser habituales. Algunos aeropuertos secundarios viven una aut¨¦ntica revoluci¨®n gracias a estos vuelos.
El aeropuerto Girona-Costa Brava, a 10 minutos de la ciudad, est¨¢ a poco m¨¢s de una hora de vuelo de unos 25 destinos europeos. Y por precios que a menudo est¨¢n por debajo de los 30 euros, un poco m¨¢s de lo que cuesta viajar por autopista en coche particular hasta Barcelona. Alfons Claver, representante de Ryanair en Espa?a, no duda en calificar de "muy bestia" la fase de expansi¨®n de la compa?¨ªa irlandesa de bajo coste en Girona. Ha sido la m¨¢s r¨¢pida en toda la historia de la compa?¨ªa. El af¨¢n expansivo de Ryanair encontr¨® tierra f¨¦rtil en unas infrautilizadas y excelentes infraestructuras. El pueblo que lo acoge, Vilob¨ª d'Onyar, vi¨® sus carreteras invadidas de turismos. Soluci¨®n, levantar un aparcamiento de pago de 700 plazas sin aguardar a que AENA resolviera el problema.
La llegada de Ryanair, en diciembre de 2001, lanz¨® al aeropuerto Girona-Costa Brava a la velocidad de crucero. De 0 a 20 vuelos diarios regulares a Europa
Imma Trias -siete viajes a Italia y Francia-, una fil¨®loga catalana de 36 a?os, consulta regularmente la 'web' de Ryanair a la caza de ofertas
El aeropuerto Girona-Costa Brava languidec¨ªa en invierno, a?orando la moderada actividad de los ch¨¢rteres veraniegos. Sus instalaciones se inauguraron en abril de 1967, dimensionadas para una avalancha de turismo por avi¨®n que nunca lleg¨® a producirse. Uno de los veteranos empleados del aeropuerto recuerda que el director de los a?os m¨¢s aciagos, entre finales de los ochenta y principios de los noventa, sal¨ªa a toda prisa del despacho cuando o¨ªa rugir un avi¨®n en invierno, reconociendo que "necesitaba esnifar el olor del queroseno". Con el par¨®n invernal, el aeropuerto se buscaba la vida: aviaci¨®n privada, vuelos de pr¨¢cticas, ferias de aviones o el paracaidismo. El aeropuerto viv¨ªa un d¨ªa de gloria cuando llegaba el avi¨®n de los millonarios rusos, con fajos de d¨®lares envueltos en papel de peri¨®dico, de camino a las pistas de esqu¨ª del Pirineo. Con las grandes nevadas de hace 10 a?os, cuando se colapsaron los accesos por carretera, la plataforma sirvi¨® incluso de aparcamiento de camiones. El director bromeaba afirmando que hab¨ªa pedido "aviones" a la l¨¢mpara de Aladino, pero no le hab¨ªa entendido y le mand¨® "camiones".
"Ahora se han acabado los chistes de prensa con aviones con telara?as", afirma con indisimulado orgullo una empleada de AENA. La llegada de Ryanair, en diciembre de 2001, lanz¨® el aeropuerto a la velocidad de crucero. De 0 a 20 vuelos diarios regulares a Europa en s¨®lo dos a?os. Y eso que, cuando la compa?¨ªa empez¨® a regalar pasajes y a exhibir sus precios incre¨ªbles, en el aeropuerto rein¨® el escepticismo. Pero los vuelos de bajo coste han impuesto su ley. El precio medio de cada trayecto es de unos 39 euros, al que hay que a?adir entre 14 y 30 euros de tasas aeroportuarias. Las ofertas de Internet permiten comprar con antelaci¨®n vuelos a precios muy por debajo de la media.
Adictos
Los vuelos baratos incitan a viajar y generan adictos. La compa?¨ªa irlandesa mantiene que roban un 20% de su pasaje a la competencia y que el 80% restante nace de su oferta. Imma Trias -siete viajes a Italia y Francia el pasado a?o-, una fil¨®loga catalana de 36 a?os, consulta regularmente la web de Ryanair a la caza de ofertas. Su trabajo de funcionaria le permite sumar alguna jornada laborable a los fines de semana y acceder a los trayectos m¨¢s asequibles. Trias destaca que entre su pandilla de amigos se ha popularizado incluso la expresi¨®n coger un Ryanair. "Por un poco m¨¢s de lo que gastas aqu¨ª un fin de semana, te vas por Europa", argumenta. En Girona se han popularizado tambi¨¦n los viajes rel¨¢mpago con objetivos gastron¨®micos, culturales o l¨²dicos. Los vuelos diarios con L'Alguer, una ciudad de habla catalana en la Cerde?a, han revitalizado a?ejos lazos hist¨®ricos. Las noches parisienses, romanas o londineses se han convertido en exc¨¦ntrico y original destino para alocadas despedidas de solter¨ªa. Y hay quien se atreve a llevarse a Roma, un solo d¨ªa, a una clase entera de estudiantes de bachillerato, como la profesora de Historia del Arte del instituto de Vidreres, Carme Agust¨ª. "No hay nada mejor que conocer la antigua civilizaci¨®n romana recorriendo sus calles", afirma. La experiencia, incluyendo vuelo y autobuses, les sali¨® por unos 65 euros por alumno. Trias ha ido tambi¨¦n de compras a Roma y Par¨ªs en un solo d¨ªa.
Puntualidad extrema
Cuando no hay problemas, el pasaje queda encantado. Los aviones -Boeing 737, serie 800, con 189 asientos- son flamantes, y la puntualidad, extrema. Pero la suspensi¨®n de vuelos, los retrasos o los desv¨ªos s¨®lo conllevan la devoluci¨®n del importe del billete. "De poco me sirvi¨® que me devolvieran 19,99 euros si perd¨ª la reserva de hotel y dos d¨ªas de vacaciones", recuerda un usuario que el pasado verano no pudo salir a su destino. Grupos de viajeros atrapados por problemas meteorol¨®gicos en aeropuertos europeos, forzados a costearse un hotel, han llegado a alquilar coches o autobuses para regresar a tiempo a sus trabajos. "Son los riesgos del vuelo barato, y los acepto", a?ade el mismo usuario. El bajo precio del billete contrasta a menudo con el precio del transporte del aeropuerto a la capital o con el sobreprecio por exceso de equipaje. Apesadumbrados, algunos viajeros deciden soltar lastre en el ¨²ltimo momento, ya sea un cochecito de criatura o una pesada colecci¨®n de libros.
Los portamaletas de Ryanair, que han convocado una huelga para el pr¨®ximo mes, son el ¨²ltimo eslab¨®n de la cadena laboral del aeropuerto de Girona. "Mucha maleta, poco dinero" es su grito de guerra. El 80% de este colectivo son inmigrantes magreb¨ªes. Los sindicatos critican con dureza la pol¨ªtica empresarial de Ryanair, que se defiende recordando que cumple escrupulosamente la legalidad. El descontento de los empleados europeos ha dado lugar a una web (www.ryan-be-fair-org) en la que se recogen sus cr¨ªticas. El estilo de Ryanair es "de boxes de F¨®rmula Uno", seg¨²n sus empleados. Los aviones est¨¢n listos para salir de nuevo en s¨®lo 25 minutos, mientras que Iberia necesita 50. Eso amortiza los aviones y afina la puntualidad, aunque, seg¨²n Josep Codina, portavoz de UGT, obliga a cargar combustible sin esperar que el pasaje haya abandonado el avi¨®n, con el consiguiente riesgo.
La simultaneidad de diversos vuelos ha llegado a provocar sorprendentes confusiones. El personal de pista ha debido advertir m¨¢s de una vez a un pasajero que se dirig¨ªa a un avi¨®n equivocado. Pero la palma se la lleva un avi¨®n que aterriz¨® en Girona proveniente de Londres-Stansted, del que descendi¨® una rotunda matrona, convencida de haber llegado a Sicilia y muy enfadada porque nadie le hablaba en italiano.
Reus, Murcia y Santiago, en la pista de despegue
LOS AEROPUERTOS de Reus, Murcia y Santiago de Compostela pueden seguir la estela del de Girona. El aeropuerto gerundense, con un incremento de pasajeros del 104% y casi tres millones de usuarios, es l¨ªder anual de crecimiento en los aeropuertos espa?oles. Los viajeros de Reus, tambi¨¦n de la mano de Ryanair, han crecido un 34%, alcanzando la cifra de 1.138.082 pasajeros. Tampoco se han quedado atr¨¢s las instalaciones de Murcia, que ya cuentan con cinco vuelos regulares de Ryanair. Alfons Claver, representante de Ryanair, admite que el de Murcia es uno de los aeropuertos con mayores expectativas y que el de Santiago de Compostela, actualmente con un solo vuelo de Ryanair, podr¨ªa ser un terreno abonado para el despliegue de los vuelos de bajo coste en la zona noroeste de Espa?a. La franja mediterr¨¢nea est¨¢ dominada por EasyJet, con 10 conexiones europeas en Alicante y ocho en M¨¢laga. Esta compa?¨ªa, a diferencia de Ryanair, tiene entre siete y nueve conexiones europeas desde grandes aeropuertos, como Madrid, Barcelona o Palma de Mallorca.
Ryanair cuenta actualmente con vuelos regulares -de uno a tres- en los aeropuertos de Valencia, Zaragoza, Valladolid, Santander, Almer¨ªa, Granada, M¨¢laga, Sevilla y Jerez. Nuevas compa?¨ªas empiezan a plantar batalla para disputarse el pastel de los vuelos baratos. WizzAir vuela a Polonia desde el aeropuerto de Girona; Transavia -antes BasicAir- vuela a Amsterdam, y AirBaltic ha anunciado una conexi¨®n con Riga (Letonia).
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