El Bar?a se apuntala con Albertini

Competitivo como todo buen futbolista italiano, perfectamente conocido por Frank Rijkaard al haber sido su compa?ero de fatigas en las mejores ¨¦pocas del Milan y centrocampista con capacidad para marcar los tiempos de un partido gracias a su colocaci¨®n y a su notable sentido t¨¢ctico. Demetrio Albertini era una de las piezas que encajaba en el rompecabezas que deb¨ªa resolver el Barcelona para reforzar una plantilla tan diezmada que le ha obligado a afrontar varios partidos con el banquillo repleto de jugadores del filial.

Tambi¨¦n cumpl¨ªa el jugador italiano otra premisa b¨¢sica para el club azulgrana: que su fichaje no supusiera un esfuerzo econ¨®mico importante. Albertini llega al Camp Nou con la carta de libertad. El documento lo acab¨® de negociar su representante ayer mismo con los directivos del Atalanta, que no deseaban cederlo, sino desligarse definitivamente de ¨¦l. Albertini cobrar¨¢ unos 350.000 euros por el contrato que le unir¨¢ al Bar?a por los pr¨®ximos seis meses. A su llegada anoche al aeropuerto de El Prat, el jugador manifest¨®: "Estaba esperando este d¨ªa como un ni?o. Ten¨ªa las maletas preparadas". Hoy pasar¨¢ la preceptiva revisi¨®n m¨¦dica y ma?ana ser¨¢ presentado por el vicepresidente Albert Vicens, ya que el presidente del Barcelona, Joan Laporta, se encuentra de viaje en China.

El fichaje de Albertini se ha fraguado despu¨¦s de haber soslayado algunos de los reparos que se consignaban en sus informes t¨¦cnicos: su edad, 33 a?os; el hecho de que militaba en el Atalanta, colista en el calcio, y tambi¨¦n de que acaba de superar una lesi¨®n en la rodilla izquierda, de la que fue operado en noviembre y que le mantuvo inactivo hasta hace apenas un par de semanas.

Director de orquesta

Pero era el favorito de Rijkaard: "Necesitamos a alguien que dirija a sus compa?eros, que les llame la atenci¨®n si hay que cerrarse para defenderse o jugar m¨¢s al ataque y que, adem¨¢s, sepa guardar la posici¨®n". Por las mismas cualidades que subraya el entrenador holand¨¦s, Albertini tambi¨¦n fue bautizado como el Guardiola italiano.

La posici¨®n del medio centro defensivo se hab¨ªa convertido en un punto negro permanente en la plantilla azulgrana. Edmilson, Motta, Gabri... Una tras otra, fueron quebr¨¢ndose las rodillas de los jugadores predestinados a ocupar una posici¨®n neur¨¢lgica para el buen funcionamiento del equipo. Gerard, otro aspirante al puesto, tambi¨¦n tuvo que pasar por el quir¨®fano a causa de un problema de pubalgia y acaba de reaparecer para sumar su quinto partido de los 20 de la Liga que se han disputado. As¨ª las cosas, M¨¢rquez, un central, ha sido el que ha tenido que apechugar con las tareas de medio centro defensivo. Rijkaard reclamaba la incorporaci¨®n de un jugador para este puesto. La disyuntiva, ahora, es si Albertini llega para ocupar un puesto en la alineaci¨®n titular o bien para jugar s¨®lo en determinadas situaciones de partido. Rijkaard, en cualquier caso, podr¨¢ dar entrada a Albertini y retrasar a M¨¢rquez a su posici¨®n natural de central.

Albertini, al que en Italia llaman tambi¨¦n el Metr¨®nomo por la cadencia de su juego, reforz¨® hace dos temporadas al Atl¨¦tico. En el equipo del Manzanares disput¨® 28 partidos de Liga y anot¨® dos goles, uno ante el Madrid, en el Bernab¨¦u, de falta directa, que sirvi¨® a su equipo para empatar (2-2). Acto seguido fich¨® por el Lazio, con el que sum¨® 23 partidos de Liga y ocho de la Liga de Campeones. Y el pasado verano se incorpor¨® al Atalanta a instancias de su entrenador, Andrea Mandorlini, posteriormente relevado por Delio Rossi. El Atalanta ocupa el ¨²ltimo puesto de la Liga italiana con una victoria, ocho empates y diez derrotas.

Vivi¨® Albertini su mejor ¨¦poca en las filas del Milan, club por el que fich¨® en 1988, cuando ten¨ªa 17 a?os. Fue cedido una temporada, la de 1990-91, al Padova. Arrigo Sacchi lo recuper¨® para el Milan y entonces, en las temporadas 1991-92 y 1992-93, fue cuando coincidi¨® sobre los terrenos de juego con Rijkaard. Como jugador del Milan, gan¨® cinco Ligas y una Copa de Europa, precisamente la que culmin¨® en la final de Atenas en la que el equipo rossonero gole¨® al Barcelona de Johan Cruyff por 4-0.