La Tierra sufre una extinci¨®n de especies s¨®lo equiparable a la desaparici¨®n de los dinosaurios
El 45% de los bosques se ha perdido y 16.000 especies animales viven amenazadas
Un tercio de los anfibios, una cuarta parte de los mam¨ªferos y uno de cada ocho p¨¢jaros est¨¢ bajo amenaza de extinci¨®n. Son 15.589 especies animales y otras 60.000 especies vegetales en riesgo de desaparecer. Se ha perdido el 45% de los bosques, as¨ª como el 10% de los corales. La definitiva hegemon¨ªa del Homo sapiens sobre el planeta Tierra ha desencadenado un proceso de desaparici¨®n de especies que se desarrolla a un ritmo cientos de veces superior al natural, un fen¨®meno cuyo inmediato precedente habr¨ªa que buscarlo en la desaparici¨®n de los dinosaurios, hace 65 millones de a?os. ?stas son algunas de las advertencias que lanzaron ayer los cerca de 1.200 expertos y pol¨ªticos de 30 pa¨ªses que participan en la Conferencia Internacional sobre Biodiversidad, que se celebra esta semana en la sede de la Unesco de Par¨ªs.
"La Tierra es un planeta muy mal conocido", afirm¨® el estadounidense Edward Wilson, el cient¨ªfico que en 1980 acu?¨® el concepto de biodiversidad como el conjunto de especies vivas del planeta, su variabilidad gen¨¦tica y sus ecosistemas. "El hombre tan solo ha descrito 1,8 millones de especies sobre 10 y 30 millones que calculamos que existen; un solo gramo de suelo f¨¦rtil contiene 5.000 tipos de bacterias", a?adi¨®. "Cualquiera de ustedes lleva enganchadas a las suelas de sus zapatos cantidades de especies desconocidas". El ritmo de desaparici¨®n es tan r¨¢pido que entre 2002 y 2004 el n¨²mero de especies amenazas pas¨® de 10.046 a 15.589, seg¨²n la Lista Roja de Especies Amenazadas.
Wilson y los dem¨¢s expertos reunidos en la capital francesa decidieron elaborar un texto ya bautizado como La llamada de Par¨ªs para alertar sobre la degradaci¨®n de la biodiversidad en la Tierra y que ser¨¢ presentado el viernes en la sesi¨®n final de la conferencia.
Sin embargo, la reuni¨®n -un proyecto personal del presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, originado en la cumbre del G-8 (el grupo de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados y Rusia) de 2003 celebrada en Evian (Francia)- est¨¢ organizada fuera del marco oficial de negociaci¨®n de Naciones Unidas, por lo que no puede adoptar ninguna decisi¨®n vinculante. S¨®lo puede presionar a los Estados para que se adhieran a los protocolos y, en ¨²ltimo caso, cumplan sus compromisos.
Los expertos consideran que esta conferencia pone en evidencia el fracaso de los objetivos marcados en la Conferencia sobre la Biodiversidad de R¨ªo de Janeiro, de 1992, cuyas conclusiones firmaron 188 pa¨ªses, pero que no impon¨ªa obligaciones ni objetivos concretos, as¨ª como la llamada Cumbre de la Tierra celebrada en 2002 la localidad surafricana de Johanesburgo.
Chirac pronunci¨® ayer el discurso de apertura y propuso crear una red mundial de expertos sobre biodiversidad que podr¨ªa inspirarse en el grupo intergubernamental sobre el cambio clim¨¢tico. El objetivo de esta red ser¨ªa identificar el m¨¢ximo de especies posibles y descifrar la complejidad de las relaciones que se producen entre ellas, lo que seg¨²n el presidente franc¨¦s es la "clave del fr¨¢gil equilibrio de la biosfera". Chirac insisti¨® en que el trabajo sobre la p¨¦rdida de biodiversidad no puede esperar: "Somos, sin duda, las ¨²ltimas generaciones en tener la capacidad de detener la destrucci¨®n de los seres vivos, antes de sobrepasar un umbral irreversible, m¨¢s all¨¢ del cual incluso el futuro de la Humanidad sobre la Tierra pueda estar en peligro".
El mundo vive "una crisis sin precedentes desde la extinci¨®n de los dinosaurios", asegur¨® el director general del Programa de la ONU para el Medioambiente, Klaus Toepfer. "Ha llegado el momento de plantearnos la manera de interrumpir esta p¨¦rdida de diversidad por el bien de nuestros hijos y de nuestros nietos", a?adi¨®. Lo que est¨¢ en peligro es una biodiversidad que ha sobrevivido a seis grandes periodos de extinci¨®n, y que comenz¨® a desarrollarse hace 3.000 millones de a?os, explic¨® el presidente del comit¨¦ cient¨ªfico, Michel Loreau.
Para Toepfer, as¨ª como para el director ejecutivo del Convenio sobre la Biodiversidad, Hamdallah Zedan, el maremoto que afect¨® a los pa¨ªses del sur de Asia el 26 de diciembre pasado muestra claramente los errores que se han cometido y que han acentuado la tragedia.
Tap¨®n de cat¨¢strofes
Una de las lecciones del tsunami, seg¨²n Toepfer, es que "los manglares y los arrecifes coralinos pueden jugar un papel de tap¨®n contra las cat¨¢strofes naturales". Los primeros informes, indic¨®, se?alan que "las zonas que hab¨ªan cuidado sus ecosistemas, como los bosques de manglares, resistieron mejor que las que ten¨ªan sus bosques degradados".
Cada a?o se pierden 14 millones de hect¨¢reas de bosque, lo que no s¨®lo conlleva la extinci¨®n de multitud de especies que viven en ellos, sino que con la desaparici¨®n de espacios verdes se reduce la capacidad de los pulmones del planeta, que pierde as¨ª capacidad de producir ox¨ªgeno. El director general de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Educaci¨®n la Ciencia y la Cultura (Unesco), el japon¨¦s Koichiro Matsuura, destac¨® otros campos en los que incide este fen¨®meno. Para Matsuura, la biodiversidad es "esencial para la vida humana", tanto para asegurar su subsistencia alimentaria como para desarrollar sus recursos m¨¦dicos.
El 70% de la farmacopea moderna es de origen natural. Entre otras personalidades que participar¨¢n en los debates a lo largo de esta semana en Par¨ªs destacan la premio Nobel de la Paz 2004, la keniano Wangari Maathai; los presidentes de Madagascar, Marc Ravalomanana, y de Nigeria, Olusegun Obasanjo, y el primer ministro de Malasia, Abdullah Badawi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.