Identificada la prote¨ªna que causa resistencia a la insulina y puede desencadenar diabetes
Un grupo de investigadores de Estados Unidos ha descubierto el elemento que provoca que el cuerpo humano se vuelva resistente a la insulina y, como consecuencia, que padezca diabetes del tipo 2. Hasta ahora se sab¨ªa que la obesidad era un factor de riesgo importante para desarrollar esta enfermedad, pero se desconoc¨ªa el mecanismo que relacionaba el sobrepeso y la resistencia a la insulina. Estos cient¨ªficos, que trabajan en el Joslin Diabetes Center de Boston, han descubierto c¨®mo el exceso de peso causa una leve inflamaci¨®n en el h¨ªgado y c¨®mo ¨¦sta, a su vez, provoca resistencia a la insulina tanto en dicho ¨®rgano como en todo el cuerpo.
El estudio, que se publica en el n¨²mero de este mes de la revista Nature Medicine, tambi¨¦n se?ala que esta inflamaci¨®n se puede inhibir con salicilatos, una familia de f¨¢rmacos que incluye la aspirina, aunque es pronto todav¨ªa para deducir que podr¨¢ utilizarse en el futuro como tratamiento. Lo que s¨ª es cierto es que el hallazgo permite sentar las bases para tratar en el futuro la resistencia a la insulina, que es una de las causas de la diabetes del tipo 2.
En casos de obesidad, el ri?¨®n acumula m¨¢s grasa que otros ¨®rganos y tejidos
Las personas con sobrepeso y resistencia a la insulina presentan indicios de inflamaci¨®n
La diabetes es una enfermedad que ya afecta a 200 millones de personas en todo el mundo (en Espa?a hay 2,5 millones de enfermos) y que va en aumento: seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), en el a?o 2025 habr¨¢ 330 millones de diab¨¦ticos. El 90% de las personas diab¨¦ticas sufre la llamada diabetes del tipo 2 o del adulto. Este tipo de diabetes afecta fundamentalmente a personas mayores que desarrollan resistencia a la insulina y/o cuyo cuerpo no produce la suficiente cantidad de esta hormona. Los principales factores de riesgo son la obesidad, el sedentarismo y que existan casos de diabetes en la familia. Los cambios en los estilos de vida y en los h¨¢bitos alimentarios est¨¢n provocando en todo el mundo occidental, incluida Espa?a, un incremento notorio de la obesidad que puede traducirse en un aumento exponencial de los casos de diabetes del tipo 2.
El otro tipo de diabetes, el llamado de tipo 1 o juvenil, se caracteriza porque el p¨¢ncreas deja de producir insulina por completo. En ambos casos, la principal consecuencia es un aumento del nivel de az¨²car en la sangre, lo que a largo plazo produce da?os en diversos ¨®rganos.
El elemento que ha sido identificado por los investigadores de Boston como el activador de la resistencia a la insulina es una prote¨ªna llamada factor de transcripci¨®n nuclear kappa B (NF-kB). Este factor se encuentra en el n¨²cleo de las c¨¦lulas y es uno de los activadores m¨¢s importantes de la inflamaci¨®n.
El director del estudio, el doctor Steven E. Shoelson, profesor de Medicina de la Universidad de Harvard, explic¨® la semana pasada a EL PA?S que el estudio se centr¨® en dicha prote¨ªna porque hab¨ªan observado que las personas con sobrepeso cuyo organismo tambi¨¦n se hab¨ªa vuelto resistente a la insulina ten¨ªan unos niveles de NF-kB y de otras sustancias que normalmente se encuentran en las inflamaciones ligeramente por encima de lo normal.
Intentando averiguar si el tejido adiposo era capaz de activar alg¨²n tipo de inflamaci¨®n, el equipo del doctor Shoelson acab¨® descubriendo el origen de la resistencia a la insulina. "Cuando en el laboratorio activamos este factor en el h¨ªgado de unos ratones, observamos c¨®mo se produc¨ªa una inflamaci¨®n y c¨®mo ¨¦sta ten¨ªa otros efectos como la resistencia a la insulina", explic¨® Shoelson. "Lo que sab¨ªamos antes es que en casos de obesidad, el ri?¨®n acumula m¨¢s grasa que otros ¨®rganos y tejidos", a?adi¨®, "pero hasta ahora no sab¨ªamos que la grasa del h¨ªgado puede activar un proceso inflamatorio que tiene como resultado la resistencia a la insulina tanto en este ¨®rgano como en todo el cuerpo".
El equipo del Joslin Diabetes Center utiliz¨® para sus investigaciones ratones que gozaban de buena salud y que estaban delgados. Primero los hicieron engordar y luego observaron cu¨¢l era el tejido que hab¨ªa absorbido m¨¢s grasa: el del h¨ªgado. Despu¨¦s, mediante t¨¦cnicas de alteraci¨®n gen¨¦tica, activaron el factor NF-kB en los h¨ªgados de los ratones delgados y despu¨¦s calcularon los niveles de insulina y glucosa de su sangre y observaron que se hab¨ªan disparado. "Lo que hicimos fue provocar la diabetes mediante una peque?a inflamaci¨®n", a?adi¨® Shoelson.
Ejercicio y dieta saludable
Qu¨¦ repercusi¨®n tendr¨¢ el hallazgo de cara a obtener tratamientos preventivos de la diabetes? Shoelsen se muestra prudente en su respuesta: "No hay que enga?ar a la gente. A d¨ªa de hoy no hay un tratamiento nuevo, pero lo que sugieren los estudios es que podr¨ªa haber tratamientos potenciales en un futuro". Shoelsen se refiere al uso de salicilatos, un compuesto de cuya familia forma parte la aspirina, que ya en estudios anteriores hab¨ªan mostrado buenos resultados para tratar la resistencia a la insulina. "Nuestra investigaci¨®n refuerza esta conclusi¨®n ya que logramos que los ratones en los que hab¨ªamos inducido una resistencia a la insulina, volvieran a tener niveles normales de hormona despu¨¦s de tratarlos oralmente con salicilatos", explica.
Encontrar un tratamiento para la diabetes 2 significar¨ªa reducir masivamente el riesgo de padecer otro tipo de enfermedades graves asociadas a ella, como alteraciones cardiovasculares, retinopat¨ªa diab¨¦tica o afectaciones del sistema vascular perif¨¦rico. Los diab¨¦ticos tienen entre dos y cuatro veces m¨¢s de probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular que las personas que no padecen la enfermedad.
?Son, entonces, los salicilatos la soluci¨®n? ?Funcionar¨ªa tambi¨¦n la aspirina? El doctor Shoelsen se muestra tajante: no. "En nuestros experimentos estamos utilizando altas dosis de salicilatos y vemos que funcionan, pero nunca se podr¨ªan utilizar altas dosis de aspirina porque ¨¦sta es peligrosa si se prescribe en grandes cantidades", se?al¨®. El objetivo del equipo de Shoelsen es ahora lograr inhibir la secuencia que en una persona con sobrepeso causa la inflamaci¨®n en el h¨ªgado y la consiguiente resistencia a la insulina. "No puedo decir para cu¨¢ndo estar¨¢ a disposici¨®n de los pacientes un tratamiento, porque antes hay que hacer todos los ensayos cl¨ªnicos pertinentes. Es demasiado pronto para decirlo" Por ello, el doctor Shoelsen insiste en que, para prevenir la diabetes del tipo 2, las medidas que tomar siguen siendo tres: perder peso, una alimentaci¨®n saludable y hacer ejercicio de forma regular.
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