Una investigaci¨®n ejemplar
Es raro que un informe oficial se convierta en uno de los libros m¨¢s vendidos en Estados Unidos, como ocurri¨® el pasado verano. Y m¨¢s ins¨®lito a¨²n, que se traduzca y se publique en otros pa¨ªses, hace unos meses en Francia y ahora en Espa?a. El caso del Informe de la Comisi¨®n independiente sobre el 11-S en Estados Unidos, est¨¢ m¨¢s que justificado, y llega a Espa?a muy a tiempo, cuando la comisi¨®n parlamentaria sobre el 11-M tiene que redactar sus conclusiones. Pues, pese a las diferencias entre ambas comisiones (una era independiente formada por cinco republicanos y cinco dem¨®cratas designados por el Congreso, y con m¨¢s distancia temporal; la espa?ola, inmediata y formada por parlamentarios en ejercicio), el informe americano es un buen ejemplo a seguir. Est¨¢ lleno de informaci¨®n y con un buen aparato conceptual, a cargo de un equipo asesor de casi ochenta personas en un trabajo serio y riguroso, tras la lectura de 2,5 millones de p¨¢ginas de documento y 1.200 entrevistas.
11-S: EL INFORME
Comisi¨®n Nacional de Investigaci¨®n
de Estados Unidos
Traducci¨®n de I. Fuentes,
T. Fern¨¢ndez, Y. Fontal y A. Santos
Paid¨®s. Barcelona, 2004
336 p¨¢ginas. 18 euros
El valor de este informe no
est¨¢ en que todo se incluya en ¨¦l. Pues no toda la informaci¨®n esencial sali¨® en esta Comisi¨®n que present¨® sus conclusiones antes del pasado verano. As¨ª, en diciembre pasado el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dio a entender que el cuarto avi¨®n, el famoso vuelo 93, hab¨ªa sido derribado, lo que indica que no se estrell¨® en un campo de Pensilvania porque sus pasajeros lo forzaran. Se echan tambi¨¦n en falta mayores explicaciones en otras materias. Pero la unanimidad de los 10 miembros de la Comisi¨®n ha avalado este informe, que concluye que ante el 11-S hubo fallos de "imaginaci¨®n, pol¨ªtica, capacidades y gesti¨®n".
El informe es tambi¨¦n el relato de "una organizaci¨®n lista para aprovechar el momento hist¨®rico", Al Qaeda. Explica c¨®mo el nuevo terrorismo islamista es un fen¨®meno moderno, que se diferencia del terrorismo tradicional en varios aspectos clave: suicida; formado por c¨¦lulas durmientes (de las que puede haber centenares en Estados Unidos -y lo hemos vivido en Espa?a- aunque los autores materiales del 11-S vinieran casi todos de fuera); no admite el di¨¢logo ni busca la negociaci¨®n, pero tiene objetivos geopol¨ªticos cambiantes (por lo que la tendencia a calificarlo como "nihilista" tiende a nublar la vista en vez de aportar elementos de an¨¢lisis para combatirlo); es paciente y planifica con cuidado, y a veces con a?os de antelaci¨®n, sus operaciones, que tambi¨¦n sabe suspender ante el riesgo de fracaso; que no diferencia entre objetivos civiles y otros, ni "da?os colaterales". Y resulta barato. La planificaci¨®n y ejecuci¨®n del 11-S cost¨® entre 400.000 y 500.000 d¨®lares, seg¨²n la Comisi¨®n, que a¨²n desconoce el origen de estos fondos. La del 11-M, seg¨²n se va sabiendo, una d¨¦cima parte.
Se explica bien c¨®mo funciona, o malfunciona, el Ejecutivo en Estados Unidos y los fallos acumulados. Entre los que cometi¨® la Administraci¨®n de Clinton quiz¨¢ el m¨¢s original es no haber hecho p¨²blico a tiempo lo que se sab¨ªa sobre la amenaza de Bin Laden y su organizaci¨®n, pues as¨ª se mermaron las posibilidades de movilizaci¨®n nacional e internacional en su contra. Bush, cuando lleg¨® a principios de 2001, directamente desmoviliz¨® la lucha contra este terrorismo a la que no prest¨® la atenci¨®n debida, incluso en el verano de ese a?o, cuando ya, seg¨²n el entonces director de la CIA, George Tenet, "el sistema parpadeaba en rojo". La Comisi¨®n ten¨ªa tres preguntas a las que responder: ?por qu¨¦ ocurri¨® el 11-S?, ?por qu¨¦ pill¨® a Estados Unidos desprevenido? y ?c¨®mo evitar una tragedia as¨ª en el futuro? Las ha contestado. Servir¨¢ de pauta, en su pa¨ªs, y en otros.
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