Herodes, ese gran hombre
HUBO REUNI?N ESCOLAR. Las profesoras advirtieron con severidad de que detectan en el alumnado cierta falta de sentido de los l¨ªmites. Entre los padres, expresiones de asombro: "No lo dir¨¢ por el m¨ªo, que a lo mejor s¨ª es un poco tal, pero es que est¨¢ en la edad". Un poquito m¨¢s de charla y turno de preguntas. Miradas de reojo. Uno se rasc¨® el cogote. Otro se hurg¨® la oreja. En esas sillas bajitas no hay forma de acomodarse. Finalmente, una madre pidi¨® la palabra y plante¨® una duda: "Mi hija empieza a plantar cara a su padre y no sabemos qu¨¦ hacer". Otro padre habl¨®: "Mi hijo tambi¨¦n me pega". Otra: "Mira qu¨¦ ara?azo". Otro: "Es que cierra el pu?o para dar con los nudillos, el muy cabrito". Si la reuni¨®n dura media hora m¨¢s, de all¨ª sale organizado un somat¨¦n contra los ni?os. Los m¨¢s inexpertos quedaron consternados: "Si esto pasa ahora, cuando apenas tienen dos a?os y van a la clase de las ardillas, ?qu¨¦ ser¨¢ de nosotros el a?o pr¨®ximo, cuando se conviertan en hipop¨®tamos y sean ya tiarrones de tres a?os? Acudiremos a estas reuniones con moratones y el brazo en cabestrillo. A los ni?os habr¨¢ que colocarles pulseras conectadas al juez".
En defensa de los ni?os hay que alegar: a) los ni?os no se educan solos; b) los ni?os no son los ¨²nicos mimados
Los ni?os est¨¢n mimados. Es una coincidencia tan general que merecer¨ªa un pacto de Estado y una comisi¨®n de investigaci¨®n: estado de la infancia. Se ha publicado otra encuesta: el ochenta y pico por ciento de los profesores cree que los padres ejercen escasa autoridad sobre sus hijos. Eso, los profesores de ense?anza media. Pues ya ver¨¢n cuando lleguen las nuevas hornadas. Se anuncia el apocalipsis: ense?antes convertidos al herodismo, bandas callejeras de beb¨¦s imponiendo su ley.
En defensa de los ni?os hay que alegar: a) los ni?os no se educan solos; b) los ni?os no son los ¨²nicos mimados. Cuanto mejor vivimos, m¨¢s fina tenemos la piel. Esto vale para peque?os, medianos y grandes. La diferencia entre contratiempo y cat¨¢strofe est¨¢ un poco diluida para los adultos, raro ser¨ªa que se transmitiera bien a los ni?os; pero a los ni?os se les usa de ejemplo negativo para todo. A los nacionalistas se les describe como ni?os consentidos, "ahora quiero esto, ahora quiero lo otro, y si no me lo das rompo el juguete". Tambi¨¦n a los europeos nos ven como ni?os malcriados: no queremos responsabilidades militares, y exigimos a quien s¨ª las asume que act¨²e a nuestro gusto, y si no, no te ajunto, y Bush, tonto malo y le pego.
?Desea usted mano dura para sus hijos? S¨ª, siempre que la administren en la escuela. Ah, si consigui¨¦ramos que la autoridad la ejercieran en la escuela, y que en la tele dieran contenidos educativos de cinco a nueve, los padres podr¨ªamos vivir libres de obligaciones y responsabilidades, felices como ni?os.
Un chiste de Miguel Gila: "Yo a mi padre le respet¨¦ siempre mucho. Hasta que cumpl¨ª los cuarenta a?os no le pegu¨¦ la primera paliza". Para actualizar el chiste, c¨¢mbiese a?os por meses. En ese salto hay cincuenta a?os de la historia de Espa?a, de la posguerra civil al siglo XXI. M¨¢s no se puede progresar. ?C¨®mo vamos a votar que no a la Constituci¨®n europea?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.