"Mi objetivo es derrotar el pesimismo"
Jos¨¦ S¨®crates, nacido en Oporto hace 47 a?os, es la gran esperanza de los socialistas portugueses para recuperar el Gobierno y sacarlos de la pesadumbre. Fue elegido hace s¨®lo cuatro meses secretario general del partido con la misi¨®n de pacificar una formaci¨®n que se desangraba por luchas intestinas y que parec¨ªa abocado a la oposici¨®n. En cambio, todas las encuestas lo sit¨²an como pr¨®ximo primer ministro tras los comicios del domingo. "No quiero s¨®lo ganar las elecciones; mi objetivo es derrotar el pesimismo", afirma, consciente de que un triunfo electoral no es el reto m¨¢s dif¨ªcil que afronta.
S¨®crates acaba de ser vitoreado por los suyos en el Chiado, el barrio de la cultura de Lisboa, adonde se ha desplazado el ex ministro de Cultura franc¨¦s Jack Lang para espolearle junto a decenas de intelectuales y actores portugueses. Se respira un ambiente de victoria, pero el entusiasmo de la sala no se respira en las calles. "Espero que el cambio pol¨ªtico ayude a recuperar la confianza, quiero derrotar el des¨¢nimo porque es verdad que el pa¨ªs necesita m¨¢s confianza: en s¨ª mismo, en la econom¨ªa y en la pol¨ªtica", explica.
La f¨®rmula del dirigente socialista para recuperar la confianza tiene tres apartados, aunque todav¨ªa sin gran concreci¨®n: "Una orientaci¨®n pol¨ªtica clara, un buen gobierno y una nueva actitud en la gobernaci¨®n". "Necesitamos un Gobierno con sentido de Estado que se preocupe por los verdaderos problemas del pa¨ªs y no por cuestiones de imagen", resume, en una cr¨ªtica velada al Gobierno de Pedro Santana Lopes, del conservador Partido Social Dem¨®crata (PSD).
Y est¨¢ la econom¨ªa. Sanear las cuentas p¨²blicas, con un d¨¦ficit real que ronda el 5% del Producto Interior Bruto, es uno de los objetivos de S¨®crates, pero el dirigente socialista se desmarca de las pol¨ªticas del PSD -Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso y Pedro Santana Lopes- que situaron este combate como su prioridad: "No queremos concentrarnos s¨®lo en las cuentas p¨²blicas, sino en la econom¨ªa en su conjunto; el principal problema de la econom¨ªa tiene que ver con la baja cualificaci¨®n de los portugueses".
S¨®crates cita a los jefes de Gobierno socialistas de Espa?a, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y de Alemania, Gerhard Schr?der, para reclamar una interpretaci¨®n flexible del pacto de estabilidad en Europa. "La reducci¨®n del d¨¦ficit debe tener la perspectiva de un programa plurianual; no de a?o en a?o", defiende. Su compromiso es que el d¨¦ficit real portugu¨¦s -excluida la contabilidad creativa- vuelva por debajo de 3% exigido por Bruselas "al final de la legislatura". Es decir, no antes de 2009.
El mantra del candidato socialista para corregir el rumbo econ¨®mico y orientarlo de nuevo hacia el crecimiento s¨®lido es el "shock tecnol¨®gico". ?ste es el gran eslogan de su campa?a, m¨¢s all¨¢ de las alusiones gen¨¦ricas al cambio, y supone apostar a fondo por las nuevas tecnolog¨ªas. Si gana las elecciones, "la ¨²nica ¨¢rea en que aumentar¨¢ la partida presupuestaria ser¨¢ la de ciencia y la investigaci¨®n", explica. En las dem¨¢s, austeridad, si bien el l¨ªder socialista insiste en que "se puede exigir m¨¢s al sistema p¨²blico sin incrementar el gasto".
?Ser¨¢n dolorosas las reformas anunciadas con guante de seda? El candidato socialista lo niega: "Se requieren reformas, pero no son dolorosas para la poblaci¨®n; se har¨¢n para la poblaci¨®n", asegura. Y pone un ejemplo: el plan de adelgazamiento del sector p¨²blico -que emplea a 730.000 funcionarios en un pa¨ªs de 10 millones de personas- no prev¨¦ despidos. "Renovaremos la Administraci¨®n p¨²blica aprovechando las jubilaciones prevista con el siguiente criterio: por cada dos personas que se jubilen, entrar¨¢ una".
No pocos portugueses responsabilizan de la crisis actual que atraviesa el pa¨ªs tambi¨¦n a los socialistas y al Gobierno de Ant¨®nio Guterres (1995-2002), pero a S¨®crates, que fue ministro de Medio Ambiente, le parece "rid¨ªculo". "Nosotros bajamos el paro del 7,2% al 4,2%, crecimos m¨¢s que la media europea y hubo una reducci¨®n de las desigualdades", asegura con semblante serio.
Campa?a sucia
A su juicio, esta percepci¨®n est¨¢ alimentada meramente por los socialdem¨®cratas, que "despu¨¦s de tres a?os de gobierno s¨®lo son capaces de buscar en el Gobierno anterior las explicaciones para sus fracasos". Y lamenta el tono de la campa?a de su principal rival, de cuyo entorno han salido insinuaciones sobre su sexualidad. "Es un estilo de campa?a contraria a la tradici¨®n portuguesa, que suele ser en positivo. El PSD est¨¢ haciendo una campa?a negra y los electores la juzgar¨¢n como merece: obtendr¨¢ un resultado negro".
?l anuncia un estilo diferente si las urnas le convierten en primer ministro: "No voy a pasarme todo el tiempo criticando el Gobierno anterior para justificarme. Me concentrar¨¦ en corregir errores; en hacerlo mejor que los anteriores y estoy convencido de que esto contribuir¨¢ tambi¨¦n a la recuperaci¨®n de la confianza", a?ade S¨®crates, quien reh¨²sa hablar de alianzas postelectorales para no aminorar su esfuerzo por lograr la mayor¨ªa absoluta: "No pienso en ning¨²n escenario que no sea la mayor¨ªa absoluta", afirma
Portugal y Espa?a han ido casi siempre a contrapi¨¦. Cuando el Gobierno de Portugal era de centroderecha, Espa?a apostaba por la izquierda, y cuando cambiaban los vientos era en los dos pa¨ªses, con lo que casi siempre volv¨ªan a estar en barcas distintas. Si los sondeos se confirman, esta tradici¨®n vive sus ¨²ltimos d¨ªas. "Estoy convencido de que las relaciones con Espa?a ser¨¢n muy buenas y que la sinton¨ªa entre los dos gobiernos estrechar¨¢ la cooperaci¨®n", concluye.
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