Esteban Granado Bomb¨ªn, un ejemplo de socialista
Ha fallecido en Burgos a los 82 a?os un hombre bueno. Fue diputado socialista al Congreso por Burgos y miembro del Tribunal de Cuentas del Reino. Esteban Granado era un ejemplo para todos, muy activo, muy trabajador. Dedic¨® su vida a luchar por los dem¨¢s, buscando la igualdad y la justicia. Recuper¨® en Burgos el Partido Socialista Obrero Espa?ol y no escatim¨® esfuerzos para que la democracia volviera a ser la forma natural de vivir. Fue secretario general del PSOE de su provincia y form¨® parte del Comit¨¦ Federal socialista.
En los a?os de la preautonom¨ªa (Granado fue diputado en la legislatura constituyente y en la siguiente) particip¨® en el Consejo General de Castilla y Le¨®n de los desvelos para que saliera adelante un proceso que se anunciaba lleno de dificultades.
Su presencia en el Partido y en los ¨®rganos oficiales era garant¨ªa de sosiego, moderaci¨®n y sabidur¨ªa. Sus discursos en la tribuna del Congreso de los Diputados, que se pueden repasar en el Diario de Sesiones, est¨¢n llenos de esas virtudes. Ten¨ªa una s¨®lida formaci¨®n como intendente mercantil, graduado social e interventor de empresas del INP, lo que le permiti¨® adentrarse en temas bien dif¨ªciles en aquellos momentos del parlamentarismo espa?ol , recuperado despu¨¦s de largu¨ªsimas "vacaciones".
Esteban Granado particip¨® en importantes trabajos en el Partido. Despu¨¦s del Congreso socialista de la primavera de 1979, cuando Felipe Gonz¨¢lez se neg¨® a continuar como secretario general en desacuerdo con la ponencia aprobada a favor del marxismo, un grupo nos reun¨ªamos semanalmente en lugar cercano a Madrid para preparar lo que ten¨ªa que ser la base de un nuevo congreso. Entre los asistentes no faltaban Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra. Dirig¨ªa las sesiones Manuel Mar¨ªn, hoy presidente del Congreso de los Diputados. En aquel necesariamente reducido c¨®nclave no faltaba Esteban Granado.
Su hijo Octavio, excepcional pol¨ªtico y parlamentario, es ahora secretario de Estado de la Seguridad Social. La sucesi¨®n es tan brillante como, sin duda, lo deseaba su padre.-
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