El Gobierno quiere implantar revendedores de telefon¨ªa m¨®vil

El Gobierno quiere forzar la rebaja de las tarifas de los m¨®viles a toda costa, aunque ¨¦stas est¨¦n liberalizadas. Para ello pretende impulsar los operadores m¨®viles virtuales (OMV), compa?¨ªas que se dedican a revender tr¨¢fico telef¨®nico al no disponer de red propia, garantiz¨¢ndoles unas tarifas mayoristas que rentabilicen su actividad. Se trata de aumentar la competencia de un mercado que se disputan tres compa?¨ªas.

Una llamada desde un tel¨¦fono m¨®vil puede ser hasta cinco veces m¨¢s cara que la misma llamada realizada desde un tel¨¦fono fijo. El Gobierno quiere invertir esa tendencia, dado el creciente peso del m¨®vil en el ¨ªndice de precios. Pero tiene pocas armas para hacerlo porque, a diferencia de lo que sucede con la fija, las tarifas del m¨®vil no est¨¢n reguladas. Por eso, estudia resucitar los OMV. Estas compa?¨ªas desconocidas en Espa?a, ya operan en otros pa¨ªses, con especial ¨¦xito en el Reino Unido (Virgin Mobile) y pa¨ªses n¨®rdicos (Tele 2, Song Networks, PG One y ACN). El negocio de estas empresas es comprar al por mayor minutos y servicios telef¨®nicos a los operadores establecidos y revenderlos a sus clientes. De paso, aumentan la competencia, y fuerzan una bajada de tarifas.

En Espa?a la existencia de los OMV -como Affinalia, Abbla Mobile, Primus, Vallehermoso Telecom o Avir¨®n- est¨¢ regulada desde 2002, pero no han tenido ¨¦xito, porque las compa?¨ªas establecidas (con red propia) no han permitido su entrada. El principal problema est¨¢ en que dicho negocio depende fundamentalmente de las tarifas que les cobren Telef¨®nica M¨®viles, Vodafone y Amena por usar su red, y, seg¨²n la legislaci¨®n actual, estas tarifas dependen de la libre negociaci¨®n entre las partes.

El Ministerio de Industria estudia introducir unas tarifas m¨¢ximas mayoristas, similares a las que rigen las relaciones entre Telef¨®nica de Espa?a y el resto de compa?¨ªas de telefon¨ªa fija, lo que dar¨ªa margen a estas OMV y forzar¨ªa una mayor competencia.

Pero si esta propuesta sigue adelante se puede poner en pie de guerra a todo el sector. Los operadores actuales se?alan que con este modelo se desincentivar¨¢ la inversi¨®n, puesto que estas empresas no tienen red, y se desatar¨¢ una guerra de precios artificial en detrimento de la calidad y los nuevos servicios. Argumentan que las OMV centran su oferta en minutos de voz baratos en el mercado de prepago, sin subvenci¨®n del terminal. Este modelo, junto con un n¨²mero reducido de empleados, una inversi¨®n casi nula, la externalizaci¨®n de la mayor parte de actividades y un canal de ventas on line, les permite mantener los costes muy bajos. Por eso, tratan de convencer a Industria de que ya se ha producido una reducci¨®n de tarifas: de las llamadas de voz del 22,2% entre enero de 2000 y diciembre de 2003, y que el conjunto de servicios se ha reducido en un 14,9% en los ¨²ltimos cuatro a?os. En Espa?a, tanto el precio del minuto facturado (0,26 euros) como la factura m¨ªnima (19 euros al mes) se sit¨²an en el promedio europeo.

Adem¨¢s, indican que la mejor prueba de que existe competencia es que s¨®lo en enero un total de 313.807 usuarios se portaron de compa?¨ªa, lo que supone un aumento del 24,4% respecto a diciembre y r¨¦cord en la historia de la portabilidad, facilidad que permite cambiar de operadora manteniendo el mismo n¨²mero.