Siria anuncia que se retira de L¨ªbano, pero no precisa cu¨¢ndo
Damasco denuncia "provocaciones"
Sometida a una fuerte presi¨®n internacional desde el asesinato en Beirut del ex primer ministro liban¨¦s Rafik Hariri, Siria dio ayer un ambiguo paso atr¨¢s. Por un lado manifest¨® su intenci¨®n de acelerar la retirada de su Ej¨¦rcito de L¨ªbano, pero, por otro, advirti¨® de que las constantes "provocaciones" que, junto con las autoridades libanesas, padece estos d¨ªas pueden tener "consecuencias negativas" sobre la seguridad de su vecino occidental.
Hariri, el magnate art¨ªfice de la reconstrucci¨®n de L¨ªbano, fue v¨ªctima de un atentado hace diez d¨ªas. En octubre hab¨ªa escenificado su ruptura con Damasco dimitiendo de su cargo de primer ministro. Se le atribu¨ªa la intenci¨®n de presentarse a las elecciones legislativas de mayo al frente de una coalici¨®n que preconizase la salida de Siria de su pa¨ªs.
La oposici¨®n libanesa, compuesta esencialmente por drusos y cristianos, achac¨® al r¨¦gimen sirio la responsabilidad del magnicidio. Sin llegar tan lejos, Washington y Par¨ªs aprovecharon para insistir en que Damasco deb¨ªa retirar sus tropas del pa¨ªs de los cedros.
Por una vez de acuerdo, ambas capitales hab¨ªan patrocinado en septiembre una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU instando al presidente sirio, Bachar el Asad, a sacar de L¨ªbano a los 14.000 soldados que a¨²n mantiene desplegados.
Para supervisar esta retirada el secretario general de la ONU, Kofi Annan, nombr¨® incluso a un emisario, Terje Roed-Larsen, y ayer precis¨® a la cadena ¨¢rabe Al Arabiya que esta operaci¨®n deb¨ªa de estar concluida antes de abril.
Las autoridades sirias dieron ayer la primera indicaci¨®n de que se tomaban en serio esta exigencia. Su viceministro de Asuntos Exteriores, Walid Mualem, hizo ayer una declaraci¨®n en la que manifiesta su intenci¨®n de acelerar la retirada pero rehuye dar plazos.
"Siria confirma su entusiasta inter¨¦s por cooperar con el emisario del secretario general de la ONU en la realizaci¨®n de su misi¨®n de la mejor manera posible y reitera su compromiso de aplicar los acuerdos de Taif y los acuerdos bilaterales entre Siria y L¨ªbano", afirm¨® Mualem, seg¨²n SANA, la agencia de prensa oficial siria.
Concluidos en 1989, los acuerdos de Taif sirvieron para poner fin a la larga guerra civil libanesa (1975-1990). Sin establecer plazos, los acuerdos abr¨ªan una v¨ªa tortuosa para la salida del Ej¨¦rcito sirio de L¨ªbano d¨®nde entr¨®, en 1976, a petici¨®n de los cristianos que tem¨ªan ser aplastados por las milicias palestinas y musulmanas libanesas.
Salida de Israel
Desde que hace un lustro el Ej¨¦rcito israel¨ª evacu¨® la franja del sur de L¨ªbano que a¨²n ocupaba, Damasco ha llevado a cabo seis redespliegues de sus tropas en territorio liban¨¦s -ayer inici¨® el s¨¦ptimo, seg¨²n la agencia AFP- y redujo el n¨²mero de sus soldados, que llegaron a ser 40.000.
El viceministro dej¨® claro en su declaraci¨®n "que la retirada requiere que el Ej¨¦rcito liban¨¦s (...) sea capaz de colmar los huecos que pueden producirse de manera que no se ponga en peligro la seguridad de L¨ªbano y Siria". Por tanto, Damasco no se podr¨¢ dar mucha prisa.
Mualem hizo adem¨¢s una segunda advertencia a la oposici¨®n libanesa y a los que la apoyan desde el extranjero. Sus "continuas provocaciones contra Siria y L¨ªbano pueden tener consecuencias negativas" que da?en los intereses de L¨ªbano, cuyos ciudadanos "han pagado un alto precio por su seguridad".
Presionada por la comunidad internacional, Siria se ve obligada a aligerar su tutela sobre su vecino, cuya soberan¨ªa nunca ha reconocido, pero amenaza con que este fr¨¢gil pa¨ªs puede ser desestabilizado. Los aliados de Damasco en Beirut cuentan con medios para poder lograrlo.
La declaraci¨®n ministerial resalta, por ¨²ltimo, la disposici¨®n siria a colaborar con cualquier investigaci¨®n sobre el asesinato de Hariri. Con ese prop¨®sito lleg¨® ayer a Beirut un equipo enviado por Annan y dirigido por un comisario de polic¨ªa irland¨¦s.
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