La vida despu¨¦s de Morphine
Tres de julio de 1999, Festival en los Jardines del Pr¨ªncipe de Palestrina, localidad cercana a Roma. El bajista y cantante Mark Sandman se desploma sobre el escenario en el segundo tema. Su infarto mortal a los 47 a?os certifica el fin de Morphine, quiz¨¢ el combo estadounidense m¨¢s intransferible de los noventa. "No es duro hablar de ello. Lo duro fue estar all¨ª. En un documental tras el fallecimiento de Mark, Joe Strummer dec¨ªa que, si hab¨ªa que irse, el mejor modo era haciendo lo que amabas", relata un Billy Conway poco habituado a las entrevistas. Basta con ver una de las recogidas en el DVD que ¨¦l y Dana Colley han incluido en Sandbox (Hi-n-Dry).
Fue en Galicia en torno a 1997 y Billy no suelta palabra. Todo lo dice Mark, en un fluido castellano. "A ¨¦l le encantaba hablar con la prensa, y Dana y yo, tan felices. Ten¨ªa una facilidad enorme para las lenguas: franc¨¦s, italiano... Vivi¨® en Brasil y en Portugal fue profesor. Naveg¨® en un pesquero en el Pac¨ªfico y trabaj¨® como taxista". Billy tambi¨¦n admite otro perfil de Mark Sandman, lac¨®nico y misterioso: "Cuando lo conoc¨ª hablaba tan despacio que en los intervalos hasta la siguiente frase yo me entreten¨ªa contando. Pose¨ªa un sentido de la paciencia que se reflejaba en su m¨²sica: el espacio vac¨ªo, el margen para la imaginaci¨®n". A ese sonido espacioso contribuy¨® la ausencia de guitarras en Morphine. "Pensamos que no necesit¨¢bamos una, a pesar de que ¨¦se era antes el instrumento de Mark", explica Billy.
?l a la bater¨ªa, los saxos alto y bar¨ªtono de Dana y el bajo de dos cuerdas tocado con slide por Mark serv¨ªan de escueto soporte a la voz cavernosa del propio Sandman. Resultado: el llamado low rock de Morphine. El minimalismo dio paso en su quinto ¨¢lbum, The night, a una mayor variedad instrumental, arreglos de cuerda y coros femeninos incluidos. Mark no lleg¨® a verlo publicado. Y donde ese disco p¨®stumo dejaba la trayectoria de Morphine, Twinemen la recog¨ªa en su deb¨² hom¨®nimo de 2002, seguido por el reciente Sideshow (Hi-n-Dry).
Con Laurie Sargent como voz solista y guitarra r¨ªtmica, y otros instrumentos adem¨¢s del saxo y la bater¨ªa, el nuevo grupo bucea en alg¨²n lugar indefinido entre el pop, el jazz y el blues. "Me toman el pelo por mi af¨¢n de encontrar sonidos que no haya escuchado antes, pero s¨®lo me interesa hacer m¨²sica dif¨ªcil de catalogar. Nunca hemos intentado ser como Morphine, pero eso no quita para que el modo de tocar el saxo de Dana o yo la bater¨ªa resulte familiar. ?Qu¨¦ le voy a hacer? No domino la tuba".
Los discos de Twinemen son menos oscuros que los de Morphine pero igual de nocturnos. Mark Sandman gastaba costumbres noct¨¢mbulas (en su pen¨²ltimo disco, Like swimming, recomendaba escucharlo s¨®lo a partir de las diez) y, junto a sus dos colegas, segu¨ªa muy ligado, pese al ¨¦xito internacional de Morphine, a la escena local bostoniana. Hasta en cinco formaciones paralelas participaba Mark: de su grupo de bluegrass, The Pale Brothers, a Hypnosonics, una gran banda de baile. "Era muchas cosas pero sobre todo prol¨ªfico, y eso es lo que hemos querido mostrar con Sandbox: el r¨ªo creativo en el que Morphine s¨®lo representaba un afluente. En Boston se dec¨ªa en broma que siempre estaba grabando algo. En el estudio hab¨ªa monta?as de cintas".
Sandman y sus amigos fue-
ron ¨¢vidos lectores, aunque las letras de Morphine, entre la poes¨ªa beat y un humor seco, pertenec¨ªan a Mark. Ahora escriben ellos: "Laurie tambi¨¦n tiene esa rara cualidad para la iron¨ªa. Somos lo suficientemente arrogantes como para decirnos cosas sobre nuestras letras y buscar el mejor encaje conjunto". La improvisaci¨®n compartida, algo que ya practicaban en Morphine, rige en lo musical para Twinemen. Y la experimentaci¨®n. La pueden poner en pr¨¢ctica en su estudio, Hi-n-Dry, o en The Lizard Lounge, la sala donde ejercen como banda residente ("un laboratorio con bar"). En ambos lugares (sin pecera de control, el primero; sin escenario, el segundo) flota el esp¨ªritu antiacad¨¦mico de Sandman: ese aire punk del hazlo t¨² mismo (su bajo estaba hecho en casa, as¨ª como otros instrumentos peculiares) vigente en las ense?anzas del Mark Sandman Music Education Fund. "Se trata de llevar la m¨²sica a los ni?os de manera menos formal. ?l les dec¨ªa que cualquier cosa val¨ªa, hasta quitar las cuerdas de la guitarra y dejar s¨®lo una", remata Billy con cierta nostalgia.
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