Un incierto futuro sin Espa?a
El Gobierno vasco pretende extender su espacio econ¨®mico a "territorios vecinos" para potenciar un proyecto a la medida de su ambici¨®n pol¨ªtica
Cuando Francia y Alemania colocaron la primera piedra de lo que termin¨® convirti¨¦ndose en la Uni¨®n Europea, los dos pa¨ªses iniciaron un proceso contrario al que, a su escala, plantea el nacionalismo vasco. Lo que busca expresamente es un grado mayor de integraci¨®n econ¨®mica de Euskadi con "territorios vecinos", en un proceso paralelo a la ruptura de ataduras con el resto de la sociedad espa?ola.
El objetivo consiste en convertir al Pa¨ªs Vasco en "un polo de atracci¨®n econ¨®mico" de calidad, esencialmente una zona de excelencia tecnol¨®gica. Para ello Euskadi necesita reforzar su capacidad de "articular los territorios vecinos desde un punto de vista econ¨®mico, hasta conseguir una masa cr¨ªtica que puede casi llegar a doblar su poblaci¨®n real". Estas informaciones aparecen en el documento "Razones econ¨®micas para un nuevo marco institucional", presentado en su d¨ªa por el Gobierno vasco al Parlamento de Vitoria.
Los residentes en Euskadi superan ligeramente los 2,1 millones de personas, seg¨²n los ¨²ltimos datos censales; duplicarlos implica montar un ¨¢rea econ¨®mica de m¨¢s de 4 millones de habitantes. El proyecto de nuevo estatuto del nacionalismo menciona a Navarra y a las demarcaciones vascas de Francia como territorios a los que Euskadi reconoce derechos pol¨ªticos, pero la poblaci¨®n de todos ellos no alcanza la "masa cr¨ªtica" anhelada. Los autores piensan en otros vecindarios para dar sentido a un proyecto econ¨®mico coherente con sus ambiciones pol¨ªticas.
Sistema financiero de Euskadi
La argumentaci¨®n del documento se basa en que el autogobierno est¨¢ "agotado" en su versi¨®n actual, porque las competencias del Estatuto de Gernika han sido recortadas y el Ejecutivo vasco se muestra en profundo desacuerdo con pol¨ªticas como la del "d¨¦ficit cero", tenazmente aplicadas en la ¨¦poca del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
El jefe del Ejecutivo vasco, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, cuenta con una ventaja: la capacidad financiera de las instituciones vascas resiste cualquier comparaci¨®n con el resto de las autonom¨ªas. Comunidades con elevado grado de crecimiento econ¨®mico, como Catalu?a, Madrid o la Comunidad Valenciana, disponen de menos financiaci¨®n territorial por persona que el Pa¨ªs Vasco con el sistema vigente, gracias al reconocimiento del r¨¦gimen foral, a partir de la Constituci¨®n espa?ola y del estatuto de autonom¨ªa.
En un sistema foral, lo que se queda la comunidad depende de los impuestos pagados por sus residentes; este procedimiento da mucho m¨¢s dinero que el del resto de las comunidades. Puede comprobarse en el gr¨¢fico de la p¨¢gina siguiente, que compara los recursos territoriales por habitante en 2002. La media en Euskadi ascendi¨® a 3.150 euros por persona, lo cual situ¨® a esta comunidad como la segunda mejor financiada de Espa?a (en re?ida disputa con Navarra, tambi¨¦n foral). El conjunto de recursos de la comunidad vasca super¨® en un 64% la media de las comunidades, seg¨²n c¨¢lculos facilitados por Ignacio Zubiri, catedr¨¢tico de Hacienda P¨²blica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco.
Con una capacidad de gasto sistem¨¢ticamente superior a la media espa?ola, el sector p¨²blico vasco ha compensado pasadas crisis y otras debilidades de la econom¨ªa de Euskadi. En los ¨²ltimos a?os ha aprovechado muy bien el ritmo impuesto por la locomotora del crecimiento econ¨®mico espa?ol, sin que eso haya supuesto a Euskadi financiar mejor las necesidades de las regiones m¨¢s retrasadas, porque ning¨²n mecanismo se lo ha exigido.
Un 6,24 inamovible desde 1981
Al igual que Navarra -y a diferencia de las dem¨¢s comunidades aut¨®nomas-, el Pa¨ªs Vasco recauda la mayor¨ªa de los tributos que pesan sobre sus ciudadanos (IRPF, sociedades).
A cambio de la responsabilidad fiscal que corresponde a las Diputaciones Forales, el Gobierno de Euskadi aporta a la Hacienda espa?ola una contribuci¨®n (el "cupo") para sufragar las competencias no asumidas por la comunidad vasca. Este sistema goza de un apoyo pol¨ªtico muy amplio en Euskadi; por el contrario, fuera de esta comunidad crecen las dudas. Cada vez hay m¨¢s expertos convencidos de que se pact¨® "muy a la baja" la valoraci¨®n del coste de las competencias comunes y que convendr¨ªa estudiar "la letra peque?a de la metodolog¨ªa de c¨¢lculo", apunta el economista ?ngel de la Fuente en un estudio de la Fundaci¨®n Alternativas.
Sucede, adem¨¢s, que la contribuci¨®n de Euskadi al Estado por las competencias comunes se mantiene inamovible en el 6,24% desde principios de los a?os ochenta. Ese porcentaje representa lo que le toca pagar al Gobierno aut¨®nomo del gasto del Estado espa?ol en competencias no asumidas y cargas generales (Defensa, Exteriores, Jefatura del Estado y otras).
"No se paga el 6,24% de lo que recaudan las instituciones vascas, sino de presupuestos estatales decididos por las Cortes", matiza Pedro Azpiazu, portavoz econ¨®mico del PNV en el Congreso, quien niega que la comunidad aut¨®noma est¨¦ exenta de riesgos. Si la recaudaci¨®n por tributos baja un a?o, eso no le exime de pagar al Estado el porcentaje comprometido. Y si las Cortes suben algunas partidas presupuestarias, como Defensa o el Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial, "a nosotros nos toca aportar lo que nos corresponda". Adem¨¢s, el diputado nacionalista recuerda que el presupuesto estatal de inversiones para Euskadi es ¨ªnfimo (un 0,4% del total para 2005).
Cupo para todos, ruina del Estado
Lo que pasa es que, en realidad, el Pa¨ªs Vasco paga a la Hacienda central mucho menos de lo que representa el 6,24% citado. Por ejemplo: en 2002, la aplicaci¨®n del afamado porcentaje habr¨ªa arrojado un monto de 4.161 millones de euros; pero lo que realmente abon¨® Euskadi al Estado en concepto de cupo no lleg¨® a 1.100 millones. La reducci¨®n sobre la cantidad inicial obedece a que se resta de ella el monto de algunos tributos recaudados a¨²n por el Estado en Euskadi, as¨ª como parte del d¨¦ficit estatal.
Tales descuentos no son graciables, sino producto de la aplicaci¨®n de las normas existentes; cuya generosidad con las necesidades de Euskadi le ha permitido una aportaci¨®n pr¨¢cticamente simb¨®lica a la solidaridad con las dem¨¢s comunidades aut¨®nomas. Alfonso Utrilla, catedr¨¢tico de la Complutense, estima que si las competencias no asumidas se traspasaran a Euskadi con los criterios del sistema de Concierto vigente, el cupo l¨ªquido resultante saldr¨ªa negativo en m¨¢s de 3.000 millones de euros.
Si se generalizase el m¨¦todo del cupo a todas las autonom¨ªas se producir¨ªa la ruina del Estado, seg¨²n Jos¨¦ V. Sevilla, una autoridad en materia de financiaci¨®n auton¨®mica. "La suma de los cupos de todas las comunidades aut¨®nomas, calculados en la misma forma en que se calcula el cupo del Pa¨ªs Vasco, no alcanzar¨ªa para cubrir los gastos del Estado", asegura Sevilla en un art¨ªculo publicado en Revista de Libros.
He ah¨ª algunas de las razones de que Euskadi haya podido amortiguar la p¨¦rdida de peso de su econom¨ªa y superar la media de la Uni¨®n Europea en renta por habitante. Por cierto, este ¨²ltimo indicador, muy positivo a corto plazo, resulta discutible en funci¨®n de la p¨¦rdida relativa de poblaci¨®n que experimenta el Pa¨ªs Vasco, seg¨²n algunos expertos.
As¨ª, los habitantes de Euskadi representaban el 5,5% del total de la poblaci¨®n espa?ola en 1981; desde entonces, ese porcentaje ha ca¨ªdo ligeramente por debajo del 5%. Ese resultado contrasta con el crecimiento medio de la poblaci¨®n espa?ola que, de acuerdo con datos oficiales, se increment¨® en algo m¨¢s del 6% entre 1999 y 2003, con aumentos especialmente sensibles en Madrid, Murcia, Canarias y Baleares.
"Algo le pasa a una regi¨®n rica cuando pierde poblaci¨®n", apunta el catedr¨¢tico Mikel Buesa, vicepresidente del Foro Ermua, que figura entre los convencidos de que el terrorismo de ETA y la falta de libertades de los no nacionalistas en Euskadi tienen que ver con la ca¨ªda en el n¨²mero de residentes.
El inquilino de Ajuria Enea
Un efecto secundario de la reducci¨®n del n¨²mero de pobladores es que contribuye a abrillantar la presentaci¨®n de los datos macroecon¨®micos. Los nacionalistas argumentan que en Euskadi se vive muy bien. Como lo hizo el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, ante los diputados de toda Espa?a, el 1 de febrero: "Estamos a la cabeza del Estado en materia de renta familiar disponible (...), tenemos el m¨¢ximo de ocupaci¨®n que hayamos tenido nunca en nuestra historia (...), es un pa¨ªs moderno, avanzado econ¨®micamente".El inquilino de Ajuria Enea sostiene que los vascos gestionan mejor. A trav¨¦s de las respuestas a las "preguntas m¨¢s frecuentes" suscitadas por el proyecto de nuevo estatuto, colgadas en la p¨¢gina de Internet del Gobierno vasco, Ibarretxe se fija en la alta velocidad ferroviaria y explica que, si hubiera sido competencia exclusiva de Euskadi, "probablemente la Y vasca estar¨ªa ya terminada" (...). El Gobierno espa?ol ha dado prioridad a otros trayectos y se ha dejado marginado a Euskadi de la red europea de alta velocidad". Ninguna alusi¨®n a que el asunto es un poco m¨¢s dif¨ªcil: esa conexi¨®n depende tambi¨¦n de inversiones que Francia no ha aprobado, entre otras razones.
A la pregunta de un jubilado vasco que pasa seis meses en Alicante y quiere saber si la pensi¨®n se la pagar¨¢ el Gobierno vasco o el espa?ol, Ibarretxe le contesta a trav¨¦s de la Red lo que sigue: "Usted ha cotizado a lo largo de toda su vida laboral a la Seguridad Social y esto es lo que le da derecho a cobrar su pensi¨®n, se la pague el Gobierno vasco o el Gobierno espa?ol". Magra respuesta para quien desea seguridades de que una pelea pol¨ªtica no ponga en peligro la puntual transferencia peri¨®dica. El propio lehendakari precisa a los internautas: "Si las instituciones vascas pudi¨¦ramos gestionar nuestra propia Seguridad Social, tendr¨ªamos un mayor grado de garant¨ªa del cobro de las pensiones futuras. Simplemente, porque las gestionar¨ªamos mejor".
Otras personas ponen en duda que esto sea as¨ª de f¨¢cil. En los ¨²ltimos a?os, tanto en Euskadi como en el resto de Espa?a se ha creado empleo, lo cual ha permitido recaudar m¨¢s ingresos por cotizaciones y reducir las prestaciones por desempleo. De ah¨ª el super¨¢vit que presenta la Seguridad Social en el Pa¨ªs Vasco. A juicio del profesor Zubiri, sin embargo, el plan de Ibarretxe "no supone una garant¨ªa adicional para las pensiones", al contrario: quiere asumir la gesti¨®n de las pensiones, pero mantiene "el ajuste con el Estado de los ingresos del sistema de pensiones".
Algunos analistas estiman que no durar¨¢ mucho el super¨¢vit de la Seguridad Social y suponen que, si el mercado de trabajo y la demograf¨ªa evolucionan como hasta ahora, el Pa¨ªs Vasco pronto necesitar¨¢ transferencias del sistema centralizado, seg¨²n Alfonso Utrilla y Yolanda Ubago.
Pol¨¦mica fiscal con la UE
Un objetivo importante para los nacionalistas consiste en completar el poder fiscal de Euskadi. "El Pa¨ªs Vasco contribuye a las cargas del Estado independientemente del resultado de su gesti¨®n recaudatoria. ?Qu¨¦ razones justifican un principio de equivalencia [con el Estado] en la presi¨®n fiscal?", argumenta el Gobierno vasco en el documento "Razones econ¨®micas de un nuevo marco institucional". Donde tambi¨¦n se afirma que el Concierto Econ¨®mico con el Estado se elabor¨® en 1981 bajo "exageradas previsiones armonizadoras", demasiado obsesionadas por evitar la relajaci¨®n en la presi¨®n fiscal.
El proyecto de nuevo estatuto pide potestad para que Euskadi regule su propio r¨¦gimen tributario. Sin embargo, el Tribunal Supremo ha anulado decisiones vascas de 1996, como la de reducir en 2,5 puntos el tipo del impuesto de sociedades, consider¨¢ndolo una violaci¨®n de las reglas europeas de la competencia.
En un clima pol¨ªtico menos emponzo?ado, tal vez este problema habr¨ªa sido objeto de un arreglo, como el que puso fin en 2000 al litigio sobre un paquete de ventajas fiscales a la inversi¨®n, por las que la Comisi¨®n Europea abri¨® expediente de infracci¨®n. Sigue pendiente un recurso contra la decisi¨®n europea de que las administraciones vascas devuelvan el monto de las ayudas abonadas en virtud de tales ayudas. Un Concierto econ¨®mico como el vigente entre el Estado espa?ol y la autonom¨ªa vasca es muy singular en la UE.
A juicio del consultor Ignacio Marco Gardoqui, el lehendakari cae en una frecuente contradicci¨®n: hace un relato complaciente de la situaci¨®n econ¨®mica y social del Pa¨ªs Vasco, "sin reconocer que el Concierto Econ¨®mico y la aplicaci¨®n del Estatuto de Gernika son los principales responsables, junto con el esfuerzo de los vascos, del bienestar actual y del grado alcanzado por la asistencia sanitaria y educativa". En su opini¨®n, Ibarretxe "se enorgullece del resultado, pero denigra el instrumento que lo ha hecho posible".La l¨®gica del proyecto nacionalista conducir¨ªa, adem¨¢s, a reducir el cupo que se paga al Estado.
Fronteras virtuales
Es dif¨ªcil anticipar los costes de una salida traum¨¢tica, en caso de que el nacionalismo insista en consultar a la poblaci¨®n sobre un proyecto de estatuto ya rechazado por el Congreso.
Los redactores del proyecto Ibarretxe han hilado fino para no esgrimir la amenaza de la escisi¨®n. Las fronteras que dibujan en sus documentos son virtuales: un poder fiscal completamente propio, una Seguridad Social gestionada de manera aut¨®noma; pero no proponen fronteras f¨ªsicas. Al contrario: se declaran a favor del principio de unidad de mercado inherente a la UE.
En un estudio publicado hace tres a?os por dos especialistas en relaciones internacionales, Andr¨¦s Ortega y Jos¨¦ M. de Areilza, ya se demostraba que, jur¨ªdicamente, "no hay posibilidad de escisi¨®n unilateral en una situaci¨®n pac¨ªfica" dentro de la Uni¨®n Europea. Y si se diese el caso de que un territorio se escinde, a pesar de todo, esto no lleva a la permanencia en la Uni¨®n, sino a ponerse a la cola de los Estados que piden la adhesi¨®n plena a la UE. Argumentos todav¨ªa m¨¢s reforzados por las previsiones de la Constituci¨®n europea, actualmente en fase de ratificaci¨®n.
Ni los m¨¢s radicales pueden creer que la escisi¨®n a las bravas podr¨ªa aportar beneficios a Euskadi. En un estudio que caus¨® gran irritaci¨®n entre los nacionalistas, un equipo dirigido por Mikel Buesa advirti¨®, hace m¨¢s de un a?o, de las graves consecuencias que tendr¨ªa para Euskadi colocarse fuera de la Uni¨®n Europea: pago de aranceles, a causa del establecimiento de fronteras f¨ªsicas; necesidad de crear una nueva moneda, que nacer¨ªa muy depreciada; ca¨ªda de la actividad entre un m¨ªnimo del 10,5% y un m¨¢ximo del 19,9% sobre su valor actual; destrucci¨®n de decenas de miles de puestos de trabajo y multiplicaci¨®n de gastos para cubrir las funciones del nuevo Estado, que no se compensar¨ªan con el ahorro del cupo.
Otra hip¨®tesis ser¨ªa la partici¨®n pactada: ej¨¦rcitos de abogados la acordaron para Checoslovaquia y es efectiva desde 1993. Para Apolonio Ruiz Ligero, subgobernador del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, "la Uni¨®n Europea no admite secesiones". Es verdad que acept¨® la petici¨®n de la Rep¨²blica Checa y de Eslovaquia para incorporarse por separado a la ampliaci¨®n, "pero esa separaci¨®n fue pac¨ªfica y negociada", recalca. "Adem¨¢s, Espa?a es una entidad consolidada en Europa. En ning¨²n caso servir¨ªa como precedente una decisi¨®n tomada cuando Checoslovaquia aspiraba a entrar en la UE".
Ideas del C¨ªrculo de Empresarios
Si la secesi¨®n no es el objetivo formal del plan Ibarretxe, tampoco ¨¦ste puede aplicarse unilateralmente, porque su ejecuci¨®n no es neutra para el conjunto de los espa?oles.
Los contactos se han abierto discretamente para evitar soluciones traum¨¢ticas. La clave son los resultados que arrojen las urnas el pr¨®ximo 17 de abril, en las elecciones auton¨®micas convocadas por el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, como r¨¦plica al rechazo de su plan por el Congreso.
"Nos encontramos ante un periodo electoral complicado, pero hay mucha gente convencida de la necesidad de un di¨¢logo entre partidos pol¨ªticos para buscar f¨®rmulas de convivencia", explica Alejandro Echevarr¨ªa, presidente del C¨ªrculo de Empresarios Vascos.
"Las elecciones volver¨¢n a ratificar que Euskadi est¨¢ dividido en dos partes, los nacionalistas y los constitucionalistas. Desde el C¨ªrculo de Empresarios hemos insistido en que el plan Ibarretxe puede fomentar la divisi¨®n social. Creo que ese proyecto es irrealizable si no tiene un apoyo contundente de la sociedad vasca y hay que buscar soluciones de entendimiento a largo plazo. Conf¨ªo en que los partidos que consigan resultados electorales importantes sean capaces de dialogar", dice, en alusi¨®n evidente al PNV y al Partido Socialista.
"Tenemos indicaciones de que se puede abrir una v¨ªa de di¨¢logo poselectoral", confirma el presidente del C¨ªrculo de Empresarios Vascos.
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