Rubio Llorente apoya cambiar nacionalidad por "comunidad nacional" en la Constituci¨®n

La primera comparecencia p¨²blica del presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, despu¨¦s de disponer del informe del Gobierno en el que le pide que se pronuncie sobre la reforma constitucional antes de un a?o, arm¨® revuelo. Rubio defendi¨® la conveniencia, como hab¨ªa hecho en otros foros antes del encargo oficial del Ejecutivo, de que la reforma de la Constituci¨®n sustituya el t¨¦rmino "nacionalidad" por el de "comunidad nacional" con un contenido "cultural y no territorial". El l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, considera ese parecer disparatado y c¨®mico.

Pero lo que arm¨® el alboroto fue la explicaci¨®n con que trat¨® de ilustrar su tesis. El presidente del Consejo de Estado explic¨® en el Foro Europa que la "comunidad nacional de Euskadi se extender¨ªa, como bien explica el c¨¦lebre plan Ibarretxe, en muchos territorios distintos de dos Estados diferentes", en alusi¨®n al Pa¨ªs vasco-franc¨¦s, Navarra y el Pa¨ªs Vasco. Rubio remat¨® su explicaci¨®n con una segunda alusi¨®n a la "comunidad nacional catalana que integrar¨ªa, al menos, tres comunidades aut¨®nomas distintas", en referencia a Catalu?a, Comunidad Valenciana y Baleares. Ambas levantaron ampollas.

El presidente del Consejo de Estado hab¨ªa se?alado previamente que "el concepto de nacionalidad se ha pervertido al otorg¨¢rsele un contenido territorial que en s¨ª mismo no posee" y, por ello, defendi¨® el t¨¦rmino "comunidad nacional" que "son entes que no se corresponden con ning¨²n territorio concreto". La Constituci¨®n recoge, en su art¨ªculo 2, que Espa?a est¨¢ formada por "nacionalidades y regiones".

Rubio Llorente dijo que esta reforma, la de la denominaci¨®n y caracterizaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas en la Constituci¨®n, es la m¨¢s "importante" de las cuatro modificaciones planteadas por el Gobierno al Consejo de Estado. Pero tambi¨¦n asegur¨® que la "m¨¢s compleja t¨¦cnicamente y la m¨¢s dif¨ªcil pol¨ªticamente, por los intereses cruzados", es la reforma del Senado.

Respecto a esta ¨²ltima, habl¨® de la composici¨®n del Senado reformado. Record¨® la f¨®rmula alemana, con una segunda c¨¢mara de los gobiernos auton¨®micos, y la del Senado electivo, que es la actual. Adelant¨® su disconformidad con esta segunda f¨®rmula, que "repite la misma composici¨®n que el Congreso".

Pero abri¨® la posibilidad de "muchas variantes distintas", desde la circunscripci¨®n ¨²nica en cada comunidad aut¨®noma; la elecci¨®n de senadores en circunscripci¨®n ¨²nica pero haciendo uso de los distritos y con distribuci¨®n de esca?os a escala de comunidad aut¨®noma. Dej¨® la sensaci¨®n de que se inclina por un Senado de composici¨®n mixta, de gobiernos auton¨®micos y senadores electivos.

Calific¨® de "sencilla" la reforma que permitir¨¢ a la mujer acceder a la l¨ªnea sucesoria en la Monarqu¨ªa. "Basta con la supresi¨®n del art¨ªculo 57,1 de la Constituci¨®n", precis¨®.

Se inclin¨® por la v¨ªa alemana para introducir una cl¨¢usula sobre la Constituci¨®n europea en la espa?ola de 1978: consiste en dar rango constitucional a los tratados europeos. "Me parece m¨¢s simple y utilizable en Espa?a la v¨ªa alemana que la francesa; las dos tienen pros y contras, y ambas tendr¨¢n que ser analizadas".

Rubio Llorente aclar¨® que el papel del Consejo ante la reforma consistir¨¢ en "propiciar el di¨¢logo entre los partidos". Y admiti¨® su influencia en que la petici¨®n del Gobierno, criticada por el PP, fuera "muy abierta" para "propiciar el di¨¢logo".

Ese di¨¢logo con el PP tiene, en principio, pocas posibilidades. Ayer su l¨ªder, Mariano Rajoy, tild¨® de "pesadilla" las opiniones de Rubio Llorente, informa Pilar Marcos. Descalific¨® su parecer por "c¨®mico" y "disparatado"; pregunt¨® si "en serio" el Gobierno "quiere que la comunidad nacional vasca se extienda a parte del territorio franc¨¦s o que la catalana ocupe tres comunidades aut¨®nomas" y achac¨® las "disquisiciones intelectuales" de Rubio a la "falta de criterio" del Ejecutivo. Rajoy reiter¨® que s¨®lo participar¨¢ del debate territorial si el Gobierno pacta con el PP tanto la Constituci¨®n como los Estatutos. Y, en su estrategia de todo o nada, marc¨® distancias hasta para la reforma para la sucesi¨®n de la Corona.