Capital del dolor
Los espa?oles aparcaron ayer sus diferencias para convertir su silencio en un homenaje nacional a las v¨ªctimas del atentado del 11 de marzo de 2004, el m¨¢s grave de nuestra historia con 191 muertos y 1.500 heridos. Millones de personas salieron a las calles al mediod¨ªa para expresar su solidaridad y su repudio al terrorismo, sea islamista o de cualquier otro cu?o. Madrid capital, las golpeadas estaciones de Atocha, El Pozo o Santa Eugenia, Barcelona, Sevilla, Bilbao o cualquier rinc¨®n de la geograf¨ªa espa?ola fueron escenarios de un emocionante y sobrio acto de luto, reflexi¨®n y rabia contenida. El arco del luto se ampli¨® a ciudades como Bruselas o Washington, y a las instituciones de la Uni¨®n Europea, la Alianza Atl¨¢ntica o el Senado de Estados Unidos. Este pa¨ªs dolorido por la matanza ocurrida hace un a?o no dej¨® de recordar tambi¨¦n los atentados de Nueva York, Besl¨¢n, Casablanca, Bali y otros lugares del mundo castigados por el terrorismo. La amenaza es global y exige una respuesta tambi¨¦n global.
En los 12 meses que han transcurrido desde la matanza del 11-M se ha echado en falta a menudo una mayor altura de miras de la clase pol¨ªtica. Se ha repetido hasta la saciedad la mala imagen dada por nuestros representantes en algunas sesiones de la comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria. Pero, al menos ayer, l¨ªderes nacionales, dirigentes auton¨®micos, municipales y pol¨ªticos en general ofrecieron un comportamiento impecable. Varias decenas de dignatarios extranjeros, con la destacada presencia del rey de Marruecos, Mohamed VI -"tenemos heridas comunes", declar¨®-, asistieron a la breve y silenciosa ceremonia que tuvo lugar, bajo la presidencia de don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa, en el madrile?o parque del Retiro, contiguo a la estaci¨®n de Atocha.
No hubo palabras, ni gestos crispados, tan s¨®lo las notas eleg¨ªacas del Cant dels ocells de Pau Casals, mientras el Rey depositaba una corona en el inaugurado Bosque de los Ausentes, que con sus cipreses y olivos, uno por cada v¨ªctima mortal, evocar¨¢ a partir de ahora a los muertos del 11-M. Tanto a ¨¦stos como a los que injustamente han perdido la vida por este fanatismo incontrolado. "A todas las v¨ªctimas del terrorismo", rezaba la cinta de la corona real. Y as¨ª deber¨ªamos entenderlo todos.
Ni siquiera pudieron empa?ar la jornada las fricciones entre las distintas asociaciones contra el terrorismo, distinguidas ayer con condecoraciones por el Consejo de Ministros. ?stas forman parte del amplio paquete de medidas aprobadas ayer, entre las que destaca la creaci¨®n de una Oficina de Asistencia a las v¨ªctimas dependiente de la Audiencia Nacional, la ampliaci¨®n del plazo para solicitar ayudas -algunos de los familiares a¨²n no han percibido las compensaciones prometidas-, el fortalecimiento con m¨¢s expertos de los servicios de inteligencia y un nuevo reglamento para el control de explosivos.
Democracia contra terrorismo
A la larga, al terrorismo s¨®lo se le podr¨¢ derrotar desde el respeto a los derechos humanos. Defender la democracia y las libertades esenciales no tan s¨®lo debe ser compatible con una estrategia antiterrorista eficaz, sino que es un elemento fundamental de ¨¦sta. As¨ª lo se?al¨® el jueves el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la clausura de la Cumbre de Madrid sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad. Algunas de las disposiciones de la Patriot Act de Bush o de la legislaci¨®n antiterrorista que implant¨® Blair y que ha sido parcialmente impugnada por la C¨¢mara de los Lores contradicen las conclusiones de Madrid.
La defensa de los derechos humanos y de la democracia son el punto de partida, tanto de la estrategia global que ha dise?ado Annan como de la agenda surgida de este foro mundial de Madrid, que ha puesto de relieve el car¨¢cter del terrorismo como "crimen contra toda la humanidad" y "amenaza global". Su derrota necesita de la cooperaci¨®n internacional, de la ayuda a los pa¨ªses que no tienen los medios suficientes, y de la cooperaci¨®n de la sociedad civil constituida en una red global de ciudadan¨ªa. Pero tambi¨¦n exige combatir las crecientes injusticias sociales de este mundo y m¨¢s di¨¢logo entre culturas. En el documento final se echan en falta algunas aportaciones concretas que se plantearon en los debates de los 200 expertos que acudieron a esta cita sin precedentes.
Una se?al de que la reuni¨®n convocada por el Club de Madrid ha tenido impacto fue la reacci¨®n de la secci¨®n de Al Qaeda en Mesopotamia, dirigida por Al Zarquaui, que con esta ocasi¨®n debi¨® sentirse obligada a lanzar un aviso de que los "infieles y ap¨®statas" ser¨¢n vencidos hagan lo que hagan, pues "Dios les ha prometido la victoria". Contra el fanatismo, sin embargo, no cabe m¨¢s fanatismo, sino todo lo contrario.
La cumbre ha permitido hablar sin complejos de las causas o factores subyacentes de los terrorismos; presentar el caso espa?ol, doblemente castigado por el terrorismo de ETA y por la amenaza islamista; y debatir iniciativas para combatirlos. La pelota est¨¢ ahora en manos de la Asamblea General de Naciones Unidas. No hay excusas, ni siquiera las diferencias sobre una posible definici¨®n del t¨¦rmino, para que no apruebe cuanto antes la Convenci¨®n Global contra el Terrorismo que propuso Annan. ?ste lanz¨® una seria advertencia ante los peligros de un terrorismo que acabe teniendo armas nucleares o biol¨®gicas. Es urgente que el mundo se dote de los medios necesarios para luchar contra esta lacra, pero, al cabo, "s¨®lo la libertad y la democracia ser¨¢n capaces de derrotar finalmente al terrorismo", afirma sin concesi¨®n alguna la Agenda de Madrid. Ayer, el mundo se solidariz¨® con una Espa?a que dio una lecci¨®n de sobriedad y serenidad en su duelo.
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