Lo que su mascota le pide
Tener un perro o un gato en casa es cada vez m¨¢s com¨²n. Las estanter¨ªas de comida para animales se han hecho inabarcables. Los precios, prohibitivos. Pero no es lujo lo que espera un animal de compa?¨ªa a cambio de prestar sus muchos servicios. Con un poco de atenci¨®n le basta.
Cualquier ciudadano m¨ªnimamente observador se habr¨¢ dado cuenta de que en los ¨²ltimos a?os estamos asistiendo a una proliferaci¨®n importante de animales de compa?¨ªa en los hogares espa?oles. Si hace veinte a?os eran m¨¢s bien escasos los que ten¨ªan un animal en casa, hoy somos muchos los que disfrutamos de su compa?¨ªa.
Tambi¨¦n en nuestras ciudades y pueblos es cada vez mayor la oferta que da respuesta a esta demanda: cl¨ªnicas veterinarias, residencias, establecimientos especializados en alimentaci¨®n y complementos, paseadores profesionales de perros, cuidadores de animales a domicilio y otros servicios de reciente aparici¨®n nos muestran que los animales de compa?¨ªa no son s¨®lo fuente de afecto para sus propietarios, sino tambi¨¦n un mercado que no para de crecer.
En estos momentos se estima que m¨¢s de la mitad de los hogares espa?oles tienen alg¨²n animal dom¨¦stico. El 45% de las familias posee un perro o un gato, y eso sin contar aves, roedores, tortugas y otras especies. En total, casi quince millones de mascotas conviven con nosotros. Y ser¨¢n cada vez m¨¢s, pues la cifra est¨¢ creciendo un 10% cada a?o. Por otra parte, el gasto medio por mascota se ha multiplicado por cuatro en los diez ¨²ltimos a?os.
Beneficios: muchos, y para todos. Quien tiene una mascota y mira por su bien, suele considerarla un miembro m¨¢s de la familia y adquiere un compromiso con ella de por vida, o as¨ª deber¨ªa ser.
Veterinarios, terapeutas y pedagogos coinciden en que las mascotas pueden ayudar a ni?os y adultos. En esencia, son un apoyo y un est¨ªmulo en las diferentes etapas del proceso de convertirse en personas. Ayudan al desarrollo de valores como la amabilidad y el respeto, y respetar los protocolos sanitarios y de higiene, o ense?ar al animal a obedecer, fomenta la responsabilidad, la disciplina, el orden y el h¨¢bito.
En el terreno emocional aportan compa?¨ªa, devuelven con creces el afecto recibido, fomentan la curiosidad, la observaci¨®n, la creatividad y el amor a la naturaleza. Y, sin duda, son fuente inagotable de juego y diversi¨®n. Adicionalmente, los perros "nos sacan a pasear", nos estimulan a hacer ejercicio. Frente a la pereza, la rutina o la pasividad, se impone el paseo, la salida y, eventualmente, el contacto y la relaci¨®n social con otras personas, por lo que fomentan adem¨¢s la socializaci¨®n y el di¨¢logo.
No debemos olvidar tampoco el importante efecto terap¨¦utico que tienen las mascotas. Su simple presencia, su alegr¨ªa sin objeto, su generosidad y espontaneidad proporcionan a menudo a sus due?os una serie de beneficios, tanto psicol¨®gicos como f¨ªsicos, de eficacia probada en m¨²ltiples estudios: desde disminuci¨®n en la presi¨®n arterial y el nivel de ansiedad hasta aumento del nivel de autoestima y bienestar.
En tratamientos de enfermos de Alzheimer o en casos de esquizofrenia o autismo, en el trabajo de estimulaci¨®n a personas con discapacides f¨ªsicas y sensoriales o con problemas importantes de timidez, en la rehabilitaci¨®n de presos o de j¨®venes inadaptados y, c¨®mo no, en residencias de ancianos es cada vez m¨¢s frecuente encontrarse con animales de compa?¨ªa capaces de motivar a estas personas que tanto lo agradecen y necesitan.
Un compromiso que no se debe obviar. No hay animal feliz y equilibrado sin due?o responsable y consciente. Un animal de compa?¨ªa es un ser vivo que siente, piensa, acompa?a, gu¨ªa, defiende, respeta? Y como tal hay que tratarlo. Su entrada en el hogar implica la aceptaci¨®n de un compromiso que es para siempre, aunque a veces esta parte se olvida.
Cartilla sanitaria en regla, alimentaci¨®n adecuada, control de vacunaci¨®n y atenci¨®n veterinaria peri¨®dica, adecuaci¨®n de un espacio para el animal, integraci¨®n en la din¨¢mica familiar, adaptaci¨®n a las normas sociales de convivencia (paseo con correa y bozal si es el caso, recogida de deposiciones?), asignaci¨®n de espacio en nuestro medio de transporte y dedicaci¨®n de tiempo para su cuidado y relaciones con otros camaradas de su especie son elementos imprescindibles para el sano desarrollo de nuestra mascota.
No tomar en cuenta lo anterior tiene como consecuencia el abandono de m¨¢s de cien mil perros y ciento veinte mil gatos en Espa?a cada a?o. El cachorro crece, muerde, ladra o ara?a, hace sus necesidades y pide, d¨ªa s¨ª, d¨ªa tambi¨¦n, salir de casa? y al final un d¨ªa sale de casa para siempre?
Por todo ello es esencial tomar conciencia de las caracter¨ªsticas del animal que vamos a introducir en nuestro hogar. Factores como la moda o el regalo inconsciente y caprichoso hacen pagar una cara factura al propietario, pero, sobre todo, al cachorro, que en unos meses ya no lo ser¨¢.
Es conveniente tener muy en cuenta el tipo de mascota y tambi¨¦n la raza. Conviene informarse bien sobre caracter¨ªsticas tales como su temperamento, si es sociable o no lo es, la alimentaci¨®n que requiere o el ejercicio que precisa. La consulta a profesionales solventes y el di¨¢logo sobre las necesidades del futuro propietario y su grado de disponibilidad son pasos que evitar¨¢n a la larga situaciones problem¨¢ticas y dolorosas entre familia y mascota, dentro de la propia familia y qui¨¦n sabe si con los vecinos.
?lex Rovira es autor del libro 'La buena suerte', con casi dos millones de copias vendidas en el primer a?o y los derechos adquiridos para 34 idiomas.
Coste de mantenimiento
Mantener en buenas condiciones a un perro puede costar un promedio de m¨¢s de treinta euros al mes, dependiendo, obviamente, de la raza (la alimentaci¨®n es una partida que var¨ªa mucho en funci¨®n del tama?o del animal). Un gato sale m¨¢s econ¨®mico, alrededor de dieciocho euros. La tortuga es una opci¨®n que no llega a los cuatro euros de coste mensual, y el canario sale por menos de tres euros.
Conviene pensar en la adopci¨®n como una excelente alternativa en la que ambas partes salen ganando: propietario y mascota. El animal encuentra un hogar donde recibir¨¢ afecto, y la persona encuentra un animal deseoso de entregarse a su nuevo hogar.
En nuestro pa¨ªs hay m¨²ltiples centros de acogida de animales abandonados donde encontrar¨¢ toda clase y variedad de potenciales compa?eros de vida. Inf¨®rmese en su ayuntamiento o acuda all¨ª y d¨¦jese aconsejar por los profesionales que gestionan el centro de acogida.
Si decide la v¨ªa del criador profesional, busque y compare. No se detenga en el primero que encuentre. Tenga referentes y, si es posible, pida el consejo de otros que hayan adquirido un cachorro antes en ese mismo criador. Desconf¨ªe de las gangas: pueden salirle muy caras.
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