La indigesti¨®n de la crisis
Aznar reaccion¨® al 11-M como si fuera el asesinato de Miguel ?ngel Blanco y no fue capaz de rectificar
"Espero que esta vez nadie dude de que es un atentado de ETA", le espeta Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Son las 9.55 del 11 de marzo. Todav¨ªa no han pasado dos horas y media desde la explosi¨®n de diez artefactos en cuatro trenes de cercan¨ªas de Madrid. Ni siquiera se conoce la verdadera magnitud de la tragedia. En ese momento, la agencia Efe habla de 62 muertos, menos de un tercio de la cifra real.
El jefe del Gobierno no resiste la tentaci¨®n de reprochar veladamente al secretario general del PSOE las declaraciones que, diez d¨ªas atr¨¢s, hizo el presidente extreme?o, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra. ?ste afirm¨® que el uso electoral del terrorismo por parte del PP hab¨ªa llevado a muchos ciudadanos a dudar de que la Guardia Civil hubiera interceptado una furgoneta de ETA con 536 kilos de explosivos el 29 de febrero en Ca?averas (Cuenca).
Acebes calific¨® de irrelevante la inminente detenci¨®n de dos indios y tres marroqu¨ªes, pero Aznar dice que le llam¨® para anunci¨¢rselo
Mientras los ciudadanos se preguntan "?qui¨¦n ha sido?", la cuesti¨®n m¨¢s acuciante para la polic¨ªa es "?cu¨¢nta dinamita les queda?"
Pero esta ma?ana Aznar no tiene motivo de queja. Zapatero ha sido, a las 8.42, en la Cadena COPE, el primer dirigente pol¨ªtico en atribuir a ETA la masacre. El siguiente, a las 9.30, fue el lehendakari Ibarretxe, quien se expres¨® con una contundencia sin precedentes. "Los terroristas est¨¢n escribiendo su final", dijo, dando por sentado que ETA era responsable.
Se dijo que Ibarretxe hab¨ªa sido inducido a error por el Gobierno central. Pero el ministro del Interior, ?ngel Acebes, no habl¨® con su hom¨®logo vasco, Xabier Balza, hasta por la tarde. Aznar, en su comparecencia ante la comisi¨®n de investigaci¨®n, quiso dejarlo claro: "El lehendakari no tuvo informaci¨®n de las investigaciones policiales porque es imposible. ?Saben por qu¨¦? Porque la primera conclusi¨®n de las investigaciones se tuvo a partir del momento en que el ministro del Interior lleg¨® a La Moncloa y lo transmiti¨® a la reuni¨®n que yo presid¨ªa".
Acebes lleg¨® a La Moncloa pasadas las 11.30. Pero a las 9.55 Aznar ya hab¨ªa comunicado a Zapatero su decisi¨®n de convocar, para el d¨ªa siguiente, manifestaciones en toda Espa?a bajo el lema: "Con las v¨ªctimas, con la Constituci¨®n, por la derrota del terrorismo". La alusi¨®n a la Constituci¨®n planteaba problemas a ERC y PNV. Zapatero sugiri¨® la conveniencia de reunir a las fuerzas democr¨¢ticas y pactar una convocatoria unitaria. "El Gobierno va a convocar esa manifestaci¨®n, el que no quiera que no vaya", le respondi¨® Aznar. La decisi¨®n no ten¨ªa marcha atr¨¢s. A los diez minutos, la Moncloa difundi¨® el lema de la manifestaci¨®n.
Cuando lleg¨® a la sede del PSOE, Zapatero llam¨® al candidato a presidente del PP, Mariano Rajoy. "He hablado con Aznar. Me ha informado de que el Gobierno convoca la manifestaci¨®n, creo que deber¨ªamos tener una reuni¨®n del Pacto [Antiterrorista] o de la Diputaci¨®n Permanente [del Congreso]", le dijo Zapatero. "Bueno, ya sabes c¨®mo es [Aznar]", le contest¨® Rajoy.
Aznar ya hab¨ªa dise?ado la respuesta pol¨ªtica a la matanza: reeditar las multitudinario movilizaciones ciudadanas que rodearon el secuestro y asesinato de Miguel ?ngel Blanco y pusieron a ETA contra las cuerdas en julio de 1997. Y a¨²n ni siquiera hab¨ªa escuchado al mal llamado Gabinete de Crisis.
Federico Trillo-Figueroa estaba aquella ma?ana en Alicante. Nada m¨¢s conocer la noticia, regres¨® a Madrid para enterarse, a su llegada, de que no se contaba con ¨¦l. Aznar no cre¨ªa necesario convocar la Comisi¨®n Delegada para Situaciones de Crisis, de la que el ministro de Defensa era miembro nato. El ¨®rgano legalmente previsto para este tipo de emergencias no se reunir¨¢ hasta el 17 de marzo, tres d¨ªas despu¨¦s de las elecciones. Ser¨¢ entonces cuando se apruebe un plan contra el terrorismo islamista con participaci¨®n de las Fuerzas Armadas.
El presidente justificar¨ªa m¨¢s tarde la no convocatoria del Gabinete de Crisis con el argumento de que "requer¨ªa la presencia f¨ªsica continuada [en Moncloa] de ministros y altos cargos que deb¨ªan dirigir la actuaci¨®n sobre el terreno".
En realidad, la reuni¨®n no dur¨® m¨¢s de 40 minutos. Los convocados fueron los dos vicepresidentes, Rodrigo Rato y Javier Arenas, el ministro portavoz Eduardo Zaplana -que regres¨® esa ma?ana desde Valencia-, el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de Comunicaci¨®n, Alfredo Timermans, adem¨¢s de Acebes.
A las 11 de la ma?ana, todos est¨¢n ya en el comedor de la residencia del presidente, salvo el ministro del Interior, que se encuentra en la sede de su departamento reunido con la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallard¨®n organizando la atenci¨®n a las v¨ªctimas y sus familias.
Acebes hab¨ªa acudido a primera hora a la estaci¨®n de Atocha. La explosi¨®n controlada de una bolsa obliga a desalojar la zona y en el cercana sede del Ministerio de Agricultura hace sus primeras declaraciones, en las que no apunta autor¨ªa alguna.
Aznar s¨ª que se?ala a ETA en presencia de los altos cargos que esperan en Moncloa al titular de Interior. Cuando por fin llega, les explica que, en opini¨®n de los expertos de las Fuerzas de Seguridad del Estado, la banda terrorista vasca es responsable de la matanza. Eso es lo que Acebes dijo ante la comisi¨®n de investigaci¨®n del Congreso, el 28 de julio.
Sin embargo, la reuni¨®n de mandos policiales no empez¨® hasta las 12. En la sala de crisis de la sede de la Secretar¨ªa de Estado para la Seguridad, presididos por su titular, Ignacio Astarloa, se re¨²nen los directores de la Polic¨ªa y la Guardia Civil, Agust¨ªn D¨ªaz de Mera y Santiago L¨®pez Valdivielso, los subdirectores de ambos cuerpos, Pedro D¨ªaz Pintado y Vicente Faustino Pellicer, y sus jefes de Informaci¨®n, Jes¨²s de la Morena y Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Varela.
Varios asistentes definen la reuni¨®n como una "tormenta de cerebros". Sobre la mesa se ponen los pro y los contra de una supuesta autor¨ªa de ETA. Se eval¨²an los antecedentes, que ser¨¢n esgrimidos hasta la saciedad por el Gobierno -el atentado frustrado de Chamart¨ªn de la Navidad de 2003 o el plan para colocar doce mochilas-bomba en Baqueira Beret-, pero tambi¨¦n las diferencias -la falta de aviso o el car¨¢cter indiscriminado- y, sobre todo, el estupor ante la posibilidad de que una ETA supuestamente ag¨®nica haya sido capaz de introducir en Madrid al menos una decena de terroristas. "Si ha sido ETA ya podemos ir dimitiendo todos", afirma L¨®pez Valdivielso.
Astarloa urge a D¨ªaz Pintado para que aporte datos de la investigaci¨®n y ¨¦ste telefonea al comisario de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro, de quien dependen los equipos de desactivaci¨®n, para que le informe del tipo de explosivo. Cuadro le replica molesto que no hay que precipitarse, que las prisas llevan a errores, pero promete comunicarle cualquier indicio.
Hacia las 12.45, se produce la conversaci¨®n del equ¨ªvoco. Seg¨²n D¨ªaz Pintado, Cuadro le llama y le informa: "Es Titadyne con cord¨®n detonante". D¨ªaz Pintado le pregunta: "?Seguro?", y ¨¦ste contesta: "Seguro". La versi¨®n de Cuadro es muy distinta. "Lo ¨²nico que transmito es que podr¨ªa ser una dinamita reforzada con cord¨®n detonante. Yo no dije seguro s¨ª. Si dije seguro, fue seguro no".
Lo que los presentes ven es que D¨ªaz Pintado se lo transmite a Astarloa como un hecho probado y que ¨¦ste se aparta para telefonear al ministro. "Tranquilo, secretario. Al 99% que es ETA", le insiste el n¨²mero dos de la polic¨ªa.
La menci¨®n de la marca de dinamita utilizada por ETA desde 1999 zanja el debate. "El indicio objetivo fue Titadyne; si s¨®lo es dinamita la afirmaci¨®n categ¨®rica de ETA no se habr¨ªa producido", dice el comisario De la Morena.
"Cuando se me pide valorar qui¨¦n es el autor digo que no tengo ni idea, puesto que no tengo ning¨²n elemento de juicio que me lleve a la m¨¢s m¨ªnima conclusi¨®n. Y ese dato se aporta al saber que el explosivo era Titadyne", afirma el general Varela, que, se muestra esc¨¦ptico sobre la autor¨ªa de ETA.
En el momento en que Astarloa habla con Acebes ya ha concluido la reuni¨®n del mal llamado Gabinete de Crisis, pero el ministro a¨²n no ha comparecido ante los medios de comunicaci¨®n. Cuando lo hace, a las 13.30 en La Moncloa, no menciona este dato. Pero el Gobierno lo filtra a las agencias, que lo atribuyen a "fuentes de la investigaci¨®n".
Poco antes de que hable Acebes, Aznar telefonea a los directores de los principales diarios de Madrid y Barcelona. "Tenemos la seguridad de que ha sido ETA", le dice al director de EL PA?S, Jes¨²s Ceberio. "Para m¨ª no hay ninguna duda de la autor¨ªa", le insiste al de El Mundo, Pedro J. Ram¨ªrez.
Tambi¨¦n los corresponsales extranjeros en Madrid reciben una llamada de La Moncloa. "Es ETA, que no os enga?en", les dice una funcionaria de la Secretar¨ªa de Estado de Comunicaci¨®n. Y esgrime tres razones: ETA tarda varios d¨ªas en reivindicar sus acciones, el explosivo es el habitual de la banda, y ¨¦sta nunca avisa antes de sus atentados. Los dos ¨²ltimos argumentos son falsos.
A las 17.29, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ram¨®n Gil-Casares, hombre de confianza personal de Aznar, remite un telegrama a los embajadores de Espa?a en el extranjero en el que les insta a "aprovechar todas las ocasiones que se le presenten para confirmar la autor¨ªa de ETA". A las 18.30, el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba la resoluci¨®n 1530, que condena los atentados de Madrid y los atribuye expresamente a ETA, un hecho sin precedentespor el que Espa?a debi¨® pedir luego excusas.
Acebes no s¨®lo hab¨ªa asegurado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad "no tienen ninguna duda" de la responsabilidad de ETA, sino que hab¨ªa tachado de "absolutamente intolerable cualquier intoxicaci¨®n que vaya dirigida por parte de miserables a desviar el objetivo y los responsables de esta tragedia". A las 10.30, el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, hab¨ªa rechazado, incluso "como hip¨®tesis", la autor¨ªa de ETA y hab¨ªa atribuido la matanza a "la resistencia ¨¢rabe".
En su declaraci¨®n institucional, le¨ªda a las 14.30, Aznar no cit¨® a la organizaci¨®n vasca, pero afirm¨® que "este asesinato masivo no es la primera vez que se intenta". Cuando habla, acaba de salir de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) hacia el complejo policial de Canillas la Renault Kangoo de la que un portero vio bajarse a tres embozados. A las 15.30, al registrarla, se descubren siete detonadores, una cinta con vers¨ªculos cor¨¢nicos y restos de dinamita.
A las cinco de la tarde, en una reuni¨®n en la sede de la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa, Cuadro le comunica a D¨ªaz-Pintado que el explosivo utilizado en el atentado "es dinamita gen¨¦ricamente", no Titadyne en particular, seg¨²n la versi¨®n de este ¨²ltimo. "?Cualquier tipo de dinamita? ?No me fastidies!", exclama el subdirector.
Los mandos policiales acuden a las 18.15 a la sede de Interior y se lo cuentan al ministro. Pero ¨¦ste, en la rueda de prensa que da a las 20.20, no aclara el equ¨ªvoco e insiste en que se han utilizado m¨¢s de 100 kilos de explosivos "con un componente de dinamita que, como conocen, es de los habituales de ETA". Para justificar esta declaraci¨®n, Acebes dir¨¢ en el Congreso: "No se [me] dice que no sea Titadyne. Lo que se [me] dice es que todav¨ªa no est¨¢ confirmado que no sea Titadyne". Pero D¨ªaz Pintado es rotundo: "?Si el Titadyne est¨¢ descartado desde que nos dicen que se han equivocado!"
A las 20.10, diez minutos antes de la intervenci¨®n de Acebes, Aznar inicia su segunda ronda de llamadas a Zapatero y los directores de diarios para explicarles las novedades y evitar que se sobredimensionen ya que, seg¨²n les dice, la cinta cor¨¢nica es "una casete comercial, de las que se utilizan para aprender ¨¢rabe, que puede comprarse en cualquier sitio".
"Acabo de dar instrucciones a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para que no descarten ninguna l¨ªnea de investigaci¨®n. [Pero] insisto, la prioridad es ETA", anuncia por su parte Acebes.
A las 21.30, Reuters informa de que las Brigadas Abu Hafs Al Masri han reivindicado los atentados de Madrid. El Centro Nacional de Inteligencia resta credibilidad a la reivindicaci¨®n y recuerda que este grupo se atribuy¨® el apag¨®n de Nueva York.
Al filo de la medianoche, Javier Zarzalejos y Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, interlocutores del Gobierno y el PSOE en el Pacto Antiterrorista, mantienen su segunda conversaci¨®n tras el atentado. Pero el tono es muy diferente al del mediod¨ªa. "Esto apesta a Al Qaeda", le advierte Rubalcaba.
A las 2.40 horas del viernes se produce un hecho que acelera la investigaci¨®n. En la comisar¨ªa de Vallecas, donde se almacenan objetos recogidos en la estaci¨®n de El Pozo, se descubre un bolsa con una bomba. Su desactivaci¨®n concluye a las 5.15 y a partir de ah¨ª se inicia una carrera contrarreloj para seguir el rastro del tel¨¦fono, la tarjeta SIM y la dinamita Goma 2. Los detonadores coinciden con los siete de la furgoneta de Alcal¨¢.
A las 11.30 de la ma?ana, Aznar comparece para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Ministros, pero no habla del hallazgo. Es Acebes quien, a las 18.15, trece horas despu¨¦s de la desactivaci¨®n del artefacto, da cuenta. "No hay ning¨²n motivo para que ETA no siga siendo la principal l¨ªnea de investigaci¨®n", asegura.
A las 18.30, un comunicante llama en nombre de ETA al diario Gara y a la televisi¨®n vasca ETB para desvincularse del atentado. La respuesta de Acebes es inmediata: "No nos lo creemos".
A las siete de la tarde, millones de espa?oles salen a la calle para repudiar el terrorismo. En Madrid es muy dif¨ªcil hablar con el m¨®vil, pero no por saturaci¨®n, como pas¨® en Atocha tras el atentado, sino porque se han colocado perturbadores para evitar la activaci¨®n de artefactos. Mientras los ciudadanos preguntan "?Qui¨¦n ha sido?", la cuesti¨®n para la polic¨ªa es: "?Cu¨¢nta dinamita les queda? ?qu¨¦ planean hacer con ella?".
Tras la manifestaci¨®n, el director general de la Polic¨ªa decide que la investigaci¨®n pase de la Brigada Provincial a la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n. A las 18 horas del d¨ªa siguiente, un especialista en terrorismo isl¨¢mico sustituye formalmente como instructor de las diligencias policiales al experto en ETA. El viernes la polic¨ªa ha visitado ya la tienda de Alcorc¨®n donde se vendieron las tarjetas utilizadas en el atentado.
A las 14.30 del s¨¢bado, jornada de reflexi¨®n, Acebes comparece ante la prensa e insiste en que "a ning¨²n espa?ol le puede extra?ar que la prioridad sea la banda terrorista que lleva atentando 30 a?os en Espa?a". Es decir, ETA.
Poco antes, el ministro se ha reunido con los mandos policiales. "En esa reuni¨®n se pone de manifiesto que va a haber detenciones, que hay marroqu¨ªes e hind¨²es [...], eso lleva ya a la teor¨ªa prioritaria del extremismo islamista", explica el general Varela.
Ante el Congreso, Acebes rest¨® importancia a este dato y aleg¨® que lo que le preocupaba en ese momento era la muerte de un simpatizante de Batasuna a manos de un polic¨ªa por una discusi¨®n en Navarra. Pero el propio Aznar ha admitido que el ministro le llam¨® "al final de la ma?ana" para decirle que "por la tarde podr¨ªa producirse alguna operaci¨®n".
Las detenciones se efect¨²an entre las 15.15 y las 16.40. Acebes informa de ellas a las 20 horas. A partir de las seis, unas 5.000 personas, convocadas a trav¨¦s de mensajes de m¨®viles, se concentran ante la sede central del PP de la calle G¨¦nova de Madrid al grito: "Antes de votar, queremos la verdad".
A las 21, Rajoy aparece en TVE para calificar de "gravemente antidemocr¨¢ticas" las manifestaciones contra su partido.
Aunque el Gobierno presion¨® para impedirlo, seg¨²n confesar¨ªa el director de Informativos Alfredo Urdaci, el portavoz socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, replica a Rajoy en TVE media hora despu¨¦s: "Los espa?oles merecen un Gobierno que no les mienta".
A las 23.30 fue el ministro Eduardo Zaplana quien comparec¨ªa desde una sala de la agencia Efe, decorada como si se tratara de La Moncloa, para negar que el Gobierno estuviese mintiendo.
A las 0.45, en plena jornada de elecciones, Acebes hace p¨²blica la existencia de un v¨ªdeo en el que un portavoz de Al Qaeda en Europa reivindica la matanza. Aunque el ministro expresa reservas sobre su autenticidad, la hip¨®tesis de la autor¨ªa de ETA se ha esfumado ya por completo.
Con informaci¨®n de Elsa Granda, Jos¨¦ Mar¨ªa Irujo, Jorge A. Rodr¨ªguez, Luis G¨®mez, Francisco Mercado y Miguel Gonz¨¢lez.
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