La renta fija privada pierde brillo inversor
Queda alguna oportunidad en el mercado, pero muy pocos apuestan por un comportamiento similar al de 2004
En el mercado de renta fija privada se respira una cierta incertidumbre. Casi nadie cree posible que 2005 sea un a?o tan especialmente favorable, en lo que a rendimientos se refiere, como 2004. Los spreads (el exceso de rentabilidad que ofrecen los bonos privados respecto a la deuda p¨²blica con igual plazo de vencimiento) han alcanzado ya niveles pr¨®ximos a sus m¨ªnimos hist¨®ricos. A pesar de todo, aunque pocas, hay buenas oportunidades de inversi¨®n.
Comprar bonos de alta rentabilidad es una posibilidad al alcance de pocos particulares, pero se puede invertir en ellos a trav¨¦s de fondos
El inversor debe saber, antes de posicionarse en renta fija, que su rendimiento s¨®lo ser¨¢ completo si mantiene los t¨ªtulos hasta su vencimiento
A partir de 2003, tras los esc¨¢ndalos de Enron y Worldcom, la situaci¨®n en el mercado de renta fija cambi¨® "a mejor". Los inversores recuperaron la confianza, las empresas mejoraron sus posiciones financieras y se inici¨® un recorte de tipos de inter¨¦s. "Aunque estos condicionantes van a persistir a corto plazo, hay un elevado riesgo de que revierta alguno de ellos en 2005. Por este motivo aconsejamos extremar la prudencia al invertir en renta fija privada en un momento en el que tiene una valoraci¨®n tan generosa", dice Arlo Carri¨® Invernizzi, gestor de inversiones de Sabadell Banca Privada.
"La previsible desaceleraci¨®n de los beneficios empresariales en 2005", agrega, "puede empeorar el ciclo de impagos. Pese a ello, no esperamos que se repita la sangr¨ªa de 2001-2002, por lo que entendemos que se puede apostar selectivamente por emisores de calidad que tengan cubiertas las obligaciones de los pr¨®ximos a?os. Es el caso de algunas compa?¨ªas europeas de telecomunicaci¨®n".
"Es cierto que en los primeros meses del a?o la rentabilidad de los bonos ha subido ligeramente (o lo que es lo mismo, han bajado sus precios) como resultado de las incertidumbres que hay sobre financiaci¨®n, inflaci¨®n real v¨ªa aumento de costes de producci¨®n... En este contexto -dice Fernando Garc¨ªa de la Serrana, director de gesti¨®n de Gestifonsa del Grupo Caja Caminos-, "nos decantamos por una estrategia de corto plazo, tomando posiciones en bonos de unos dos a?os de duraci¨®n".
De esta forma, explica, "la posibilidad de que suban las rentabilidades es un riesgo relativamente estrecho, que se puede asumir y que permite, si comienzan a reducirse precios a largo plazo (con el consiguiente aumento de rendimientos), retomar posiciones".
Precauci¨®n
Dentro del plazo citado, las preferencias de Garc¨ªa de la Serrana se dirigen hacia los t¨ªtulos americanos. "Ofrecen hoy una rentabilidad del 3,6%. El d¨®lar est¨¢ cotizando en niveles de 1,335-1,3375 euros. En principio, nosotros prevemos una apreciaci¨®n del d¨®lar, lo que har¨ªa aumentar la rentabilidad final. Pero, incluso, si no fuera as¨ª, hay un cierto colch¨®n. En cualquier caso", advierte, "antes de tomar posiciones en renta fija de forma directa, el inversor debe saber que su rentabilidad final s¨®lo ser¨¢ completa, entre el 2,5% y el 4%, si mantiene los t¨ªtulos hasta su vencimiento; y que ¨¦sta, adem¨¢s, se ver¨¢ recortada, pues tendr¨¢ que asumir costes de entrada y salida del mercado que, en ocasiones, pueden ser elevados".
"A partir de 2003, el mercado de renta fija cambi¨® su tendencia y se ha comportado muy bien gracias a la elevada liquidez del sistema y a la recuperaci¨®n de la confianza del inversor. Emisiones de todo tipo de compa?¨ªas (autom¨®viles, petr¨®leo, telecomunicaci¨®n...) han arrojado resultados positivos. Pero, aunque las empresas parecen estar nadando a¨²n en liquidez, se han empezado a observar tensiones inflacionistas, sobre todo en EE UU y en los precios de los bienes de producci¨®n. A pesar de estas incertidumbres, creemos que el inversor, por ahora, puede estar tranquilo porque las compa?¨ªas emisoras pagar¨¢n todos los cupones de los t¨ªtulos ya emitidos", dice Paulino S¨¢nchez, gestor de renta fija de Deutsche Bank.
"En la zona euro, cualquier movimiento de tipos de inter¨¦s se avisar¨¢ con tiempo y no ser¨¢ muy agresivo. Nuestra recomendaci¨®n, en este escenario, es apostar por los bonos emitidos con una duraci¨®n pendiente inferior a dos o tres a?os. El objetivo es tener capacidad de recolocaci¨®n del ahorro a medio y largo plazo si la situaci¨®n cambia", a?ade S¨¢nchez.
Comprar directamente bonos de alta rentabilidad es una posibilidad al alcance de pocos particulares, dado el alto volumen de inversi¨®n que requieren, el riesgo que se asume y las dificultades de an¨¢lisis que conlleva realizar una elecci¨®n concreta. La v¨ªa para llegar a estos productos son los fondos especializados de inversi¨®n.
Estos activos registran desde 2003 un comportamiento espectacular, con rentabilidades que llegan a superar el 10% anual. S¨®lo en febrero, varios de la decena de estos fondos que se comercializa en Espa?a gana m¨¢s de un 1%. Sin embargo, sus gestores advierten que "a partir de ahora, ser¨¢ m¨¢s complicado, aunque si la volatilidad se mantiene y las compa?¨ªas no recaen en fuertes procesos de endeudamiento, se pueden obtener interesantes rentabilidades".
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La modalidad de los 'cuponazos'
Nivel de los tipos de inter¨¦s: bajo. Liquidez del mercado: elevada. En este contexto, que hoy por hoy se mantiene, nacieron en 2003 los CMS (constant maturity swaps), una modalidad de renta fija que persigue obtener mayores rentabilidades. Hay CMS de muchos tipos, pero las caracter¨ªsticas b¨¢sicas de todos ellos pueden resumirse as¨ª:
1. En sus primeros a?os de vida (dos, tres o hasta cuatro), estos t¨ªtulos ofrecen rendimientos muy superiores a los de mercado, entre el 6% y el 7%, pues est¨¢n referenciados a la parte m¨¢s larga de la curva de tipos de inter¨¦s. Son los llamados cuponazos. Una vez terminado ese periodo inicial, los siguientes cupones, hasta el vencimiento o hasta la amortizaci¨®n anticipada de los t¨ªtulos por parte del emisor, son flotantes. Es decir, dependen de alg¨²n tipo de variable externa vinculada a la evoluci¨®n de los tipos de inter¨¦s: un m¨²ltiplo de la diferencia de rentabilidad entre un bono a 2 a?os y otro a 10 a?os; un diferencial sobre el rendimiento de los bonos a 10, 15 o 30 a?os; una cantidad fija menos el nivel del Eur¨ªbor... En ocasiones, con el objetivo de asegurar una rentabilidad m¨ªnima al inversor se fija un nivel m¨ªnimo (floor en la terminolog¨ªa financiera), que suele estar entre el 1,5% y el 2%, y un m¨¢ximo (cap, que sirve para proteger al emisor), que se establece entre el 8% y el 9%. En funci¨®n de la calidad crediticia del emisor, tanto los cuponazos iniciales como las rentabilidades futuras son m¨¢s o menos elevadas.
2. Los CMS se emiten, en general, a muy largo plazo o incluso como "perpetuos". Sus emisores, sin embargo, se reservan el derecho, tras los primeros a?os de vida, a adelantar su vencimiento. El inversor no sabe, por tanto, cu¨¢l es la duraci¨®n real de este activo.
Adquirir un CMS no est¨¢ al alcance de todo tipo de inversores. Para empezar, los vol¨²menes de emisi¨®n de este tipo de t¨ªtulos son escasos y suelen coparlos las entidades. En segundo lugar, requieren unos desembolsos m¨ªnimos en muchos casos superiores a los 100.000 euros, por lo que est¨¢n b¨¢sicamente dirigidos a la gesti¨®n de carteras de elevados patrimonios.
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