Enderezar el rumbo

El colegio Padre Piquer est¨¢ a los pies de las famosas e inclinadas Torres Kio, en Madrid. Y ah¨ª estaba en los a?os veinte, cuando la zona no era m¨¢s que un solar a las afueras de la ciudad donde los vecinos viv¨ªan sin escuela, sin ambulatorio, sin iglesia. Todo lleg¨® de la mano del padre Rubio, un jesuita que el a?o pasado ascendi¨® a beato. Los or¨ªgenes humildes del centro cambiaron en la d¨¦cada de los cincuenta, cuando Caja Madrid adquiri¨® el solar ("por una peseta, algo simb¨®lico") y a cambio levant¨® el enorme colegio de secundaria que ahora es. All¨ª se estudia tambi¨¦n bachillerato y Formaci¨®n Profesional.

El barrio sigue siendo una zona humilde, y los jesuitas permanecen a¨²n al frente del colegio, viven all¨ª. Su lema es: Iguales o distintos, en paz.

"?La diversificaci¨®n es un fracaso? Cuando no hay dinero, claro", zanja el director

Y, efectivamente, cada a?o que pasa, como en todas las escuelas, los chicos son m¨¢s distintos, de todos los colores, pa¨ªses, costumbres, religiones; con distintas motivaciones, intereses, capacidades. Para gestionar tanta diversidad el colegio tiene varios programas, aulas cooperativas, en 1? de ESO, m¨¢s adelante actividades compensatorias y diversificaci¨®n curricular en 3? y 4? de ESO. "?La diversificaci¨®n es un fracaso? Cuando no hay dinero, claro", zanja de ante mano el director, Francisco L¨®pez.

A trav¨¦s del ventanuco de la puerta de clase se ve a los chicos en el aula, muchos de ellos inmigrantes que proceden de sistemas educativos un escal¨®n o varios m¨¢s abajo que el espa?ol. En estas aulas, atendidos en grupos peque?os, el profesor trata de salvar esa carencia. Para ellos especialmente se han adaptado los programas acad¨¦micos propios de esa edad. La cuesti¨®n es que las matem¨¢ticas, la lengua, las asignaturas m¨¢s severas, sean m¨¢s digeribles.

"En este centro el 80% o el 90% consigue su t¨ªtulo de graduado en educaci¨®n secundaria gracias a estos programas", explica el jefe de estudios de la ESO, Gregorio Casado. Y algunos han acabado con ¨¦xito carreras universitarias. Pero los m¨¢s siguen los estudios en los ciclos formativos de grado medio, como el marroqu¨ª Charaf, un muchacho bien plantado que estudia Equipos Electr¨®nicos. Tiene 18 a?os y cuando lleg¨® de su pa¨ªs, hace cinco, no sab¨ªa ni papa de espa?ol. Nada que ver con la situaci¨®n actual. Con un poco de esfuerzo -mueve la cabeza con zozobra- sacar¨¢ lo que se propone. "Si terminan se colocan todos. Hay mucha demanda, incluso encontrar¨ªa trabajo el doble, si los hubiera", dice Casado. Pero advierte que la FP es exigente aunque "la gente cree que es f¨¢cil".

Un 30% de los que consiguen el t¨ªtulo de la ESO pasan al bachillerato. Se trata de muchachos motivados que se atascan por alguna cuesti¨®n, no suelen ser alumnos de los que llaman objetores, los que no quieren estudiar bajo ning¨²n concepto.

Pero la de estos chicos es una edad dif¨ªcil en la que no se sabe muy bien lo que se quiere ni lo que se pierde. Por eso, muchos han encontrado una gran oportunidad en la diversificaci¨®n curricular, unos 30 o 35 pasan estos estudios. Por ejemplo Javier, que se cambi¨® de colegio porque en el otro estaba "muy mal". "No era mi estilo, los profesores no te hac¨ªan caso, si ibas mal no te prestaban atenci¨®n". Ahora est¨¢ mejor, pero la imponente melena que le cubre los ojos peligra porque quiere ser militar, "t¨¦cnico de helic¨®pteros", para ser exactos". Eso har¨¢ cuando saque el t¨ªtulo. Su colega Sergio, tambi¨¦n de 17 a?os, va a seguir un ciclo de masajista cuando termine la etapa. ?Para trabajar en un equipo de f¨²tbol? Se queda pensando entre el barullo del bar -es la hora del recreo-. "Puede ser", dice.

Salva se acerca al grupo del bar. Es un chico muy resuelto -tiene que serlo, va a ser actor-. Habla de su curso en diversificaci¨®n: "Hay buen ambiente, estoy bien con los compa?eros, lo que mejor se me da es Lengua y el Ingl¨¦s". Explica tambi¨¦n que trabaja en dos grupos de teatro, en la escuela municipal de Teatro de Madrid y en el propio colegio, en total cuatro horas. Le gustar¨ªa hacer cine.

Antes de que el jefe del bar d¨¦ orden de recogida, Estefan¨ªa se suma al grupo. Se atasc¨® con los estudios y la diversificaci¨®n la est¨¢ ayudando a avanzar. Le gustan las Matem¨¢ticas y el Ingl¨¦s, y lleva peor la Lengua: "Pero ahora, por lo menos, s¨¦ de que me hablan". A ella lo que le gustar¨ªa hacer es arte dram¨¢tico pero calcula que las fuerzas no le dar¨¢n para tanto. "Me veo con hijos y estudiando el bachillerato". As¨ª que ser¨¢ "Est¨¦tica o Administraci¨®n".

Los resultados escolares de estos chicos se inclinaron un d¨ªa como las Torres Kio. Este programa trata de ayudarles a enderezar esa deriva.