EE UU cierra 2004 con el d¨¦ficit exterior m¨¢s alto de la historia
El saldo se sit¨²a en 665.900 millones de d¨®lares, un 5,7% del PIB
La balanza exterior de EE UU ha cerrado 2004 con un d¨¦ficit r¨¦cord de 665.900 millones de d¨®lares (casi 500.000 millones de euros), equivalente al 5,7% del PIB, tras registrar un saldo negativo de 187.900 millones de d¨®lares en el cuarto trimestre. Esto supone un aumento del 25% respecto al anterior r¨¦cord de 530.700 millones en 2003. El encarecimiento del precio de la energ¨ªa neutraliz¨® el efecto de la depreciaci¨®n del d¨®lar.
Wall Street preve¨ªa que el d¨¦ficit exterior subiera hasta 182.000 millones de d¨®lares, netamente por encima de los 164.700 millones que en un primer momento se anunciaron para el tercer trimestre. Pero los datos oficiales del Departamento de Comercio superaron las expectativas en ambos casos. El agujero en la balanza de pagos -que refleja los ingresos y pagos por operaciones comerciales, servicios, rentas y transferencias- para el tercer trimestre se revis¨® al alza, hasta los 165.900 millones.
Con este incremento trimestral del 13,3%, el d¨¦ficit exterior de Estados Unidos representa el 6,3% de su PIB, frente al 5,6% del tercer trimestre. En t¨¦rminos anuales, el d¨¦ficit equivale al 5,7% del PIB, casi un punto m¨¢s que en 2003 (4,8%). Esto significa que la econom¨ªa estadounidense necesita unos 2.100 millones de d¨®lares diarios para financiar su abultado desequilibrio y mantener estable el valor de su divisa. Pero el d¨®lar volvi¨® a depreciarse respecto al resto de las monedas rivales, como el euro, que volvi¨® a situarse por encima de los 1,34 d¨®lares.
La Administraci¨®n que preside George Bush explica este fuerte deterioro en la balanza exterior por el incremento de la factura petrolera y de otros productos relacionados con la evoluci¨®n en el precio del crudo. Pero por cap¨ªtulos se observa un agravamiento generalizado de la situaci¨®n respecto a 2003. Sobre la base del ¨²ltimo trimestre, los intercambios de bienes y servicios registraron un d¨¦ficit r¨¦cord de 171.100 millones de d¨®lares.
El apetito de los consumidores estadounidenses explica que las importaciones de bienes subieran hasta 392.100 millones, 22.100 millones m¨¢s que en el trimestre precedente. Las exportaciones llegaron a 208.600 millones, apenas 3.600 millones m¨¢s que en el tercer trimestre. Se esperaba que el debilitamiento del d¨®lar, que debe ayudar a financiar los acusados desequilibrios de la econom¨ªa estadounidense e incrementar las exportaciones, pudiera contener el encarecimiento de la factura energ¨¦tica en 2004, pero no ha sido as¨ª.
Inversi¨®n extranjera
Los pronunciados desequilibrios que sufre Estados Unidos del lado de la balanza de pagos y en su presupuesto (413.000 millones en el ejercicio 2004) no est¨¢n impidiendo que los inversores extranjeros sigan invirtiendo su dinero en la mayor econom¨ªa del mundo. En total, se adquirieron en enero 91.500 millones de d¨®lares de activos financieros, el nivel m¨¢s alto en dos a?os, frente a los 60.700 millones del mes precedente. El mercado de bonos de Chicago esperaba una cifra de 59.000 millones.
Sobre el conjunto del ¨²ltimo trimestre, el dato publicado ayer muestra que los inversores extranjeros adquirieron 124.700 millones en bonos y 45.500 millones en acciones, mientras que la inversi¨®n directa ascendi¨® hasta los 36.300 millones. En Wall Street preocupa que este fuerte deterioro en la balanza de pagos est¨¦ poniendo los recursos financieros del pa¨ªs en manos extranjeras, en detrimento de la calidad de vida de los estadounidenses. Por el contrario, se registr¨® un super¨¢vit de 3.600 millones de d¨®lares del lado de los ingresos generados por los estadounidenses fuera del pa¨ªs.
Pero a los analistas les preocupa que este continuo deterioro de la balanza de pagos, del d¨¦ficit fiscal y el debilitamiento del billete verde se traduzca en una mayor diversificaci¨®n de las reservas de divisas de los bancos centrales, en detrimento del d¨®lar. El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, se muestra confiado con la capacidad del mercado de corregir estos desequilibrios.
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