Homenaje a la reconciliaci¨®n

Santiago Carrillo recibi¨® ayer, a sus 90 a?os, la "m¨¢s grata y m¨¢s grande sorpresa" de su vida, seg¨²n sus palabras. M¨¢s de 300 personas, entre las que estaban la mayor¨ªa de los protagonistas vivos de la transici¨®n, se reunieron anoche en un hotel de Madrid para homenajear al veterano pol¨ªtico, definido una y otra vez como "memoria viva de la historia de Espa?a" y "pieza clave para la reconciliaci¨®n nacional".

Carrillo, l¨ªder del Partido Comunista durante m¨¢s de 30 a?os, la mayor¨ªa de ellos en el exilio, no sab¨ªa nada del encuentro, pensaba que iba a cenar con Rodolfo Mart¨ªn Villa, ex ministro de Gobernaci¨®n, y la periodista Mar¨ªa Antonia Iglesias, y se encontr¨® con una cena en la que se hab¨ªan reunido el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, Jordi Pujol, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, Gregorio Peces Barba, Miguel Herrero de Mi?¨®n, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, Gaspar Llamazares, Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo y los escritores Jos¨¦ Saramago y Rosa Reg¨¢s, entre otros muchos. El veterano pol¨ªtico, siempre contenido, abandon¨® su socarroner¨ªa y se emocion¨®, sobre todo, por la sorpresa absoluta.

Uno tras otro, Carrillo abraz¨® a los pol¨ªticos e intelectuales que le homenajeaban. En las mesas hab¨ªa pol¨ªticos de todos los partidos, muchos retirados, artistas, periodistas y gente no conocida. Muchos otros enviaron mensajes porque no pudieron asistir. Lo hizo el rey Juan Carlos, que le mand¨® un abrazo. Tambi¨¦n Felipe Gonz¨¢lez, Pascual Maragall, Alfonso Guerra, Manuel Fraga, C¨¢ndido M¨¦ndez o Xabier Arzalluz. Los padres de la Constituci¨®n acudieron, como Gabriel Cisneros o Jordi Sol¨¦ Tura, o mandaron mensajes. En nombre de Adolfo Su¨¢rez, enfermo, acudi¨® su hijo Adolfo, que tuvo un recuerdo "para quien tanto hizo por la transici¨®n".

El c¨®mplice principal de esta sorpresa, a la que contribuy¨® la esposa de Carrillo -"es la primera vez en su vida que le mienten", cont¨® Mar¨ªa Antonia Iglesias- fue Mart¨ªn Villa, el hombre que le orden¨® detener y le quit¨® su famosa peluca, que nunca reapareci¨®. "Sin Carrillo no hubiera sido posible ese pase sin trauma del autoritarismo a la libertad", explic¨®. Miguel Herrero de Mi?¨®n, con quien ahora comparte tertulia radiof¨®nica, lo defini¨® como "el ¨²nico izquierdista de verdad". Herrero de Mi?¨®n rememor¨® a la derecha -"que era capaz de perder sin enfadarse"-. Peces Barba apel¨® a la reconciliaci¨®n: "Espero acabar con la dial¨¦ctica amigo-enemigo, y recuperar el principio de reconciliaci¨®n que puede iluminar algunas mentes obtusas". Juan Mar¨ªa Atutxa, en su mensaje, le llam¨® "el hombre imprescindible del que hablaba Beltorlt Brech". El ministro Jos¨¦ Bono le regal¨® un soldado con una banderita espa?ola, en recuerdo al gesto de Carrillo en 1977 al aceptar esa ense?a como la espa?ola renunciando a la republicana.

Hubo cr¨ªticas al PP, representado s¨®lo por Cisneros. Entre los presentes hab¨ªa algunos ex dirigentes comunistas, pero sobre todo socialistas. Tanto que Saramago, que dud¨® del comunismo de Carrillo, dijo que ¨¦l y Llamazares estaban en "absoluta minor¨ªa" en la sala. Peridis, que ejerc¨ªa de maestro de ceremonias, destac¨® su carisma. "Esta convocatoria es la prueba de lo que arrastras". "Te queremos en la sociedad vasca", le dijo Ibarretxe. Pujol record¨® que Espa?a, en la transici¨®n, necesitaba un hombre que, como Carrillo, "hab¨ªa vivido, digerido y entendido la historia"; "eso y los a?os de lucha que daban la legitimidad".

Zapatero aprovech¨®, como otros, para lanzar un mensaje pol¨ªtico: "Los que eran de derechas son menos de derechas, los comunistas son menos comunistas. Tengo la duda de si los nacionalistas son menos nacionalistas". Carrillo desminti¨® tanto a Zapatero como a Saramago: "Sigo sinti¨¦ndome comunista. Morir¨¦ con un orgullo inmenso de haber luchado en las filas de ese partido por la libertad de Espa?a". Y anim¨® a Zapatero a solucionar la tensi¨®n entre las distintas nacionalidades de Espa?a.

Joaqu¨ªn Leguina, en su mensaje, reflej¨® el esp¨ªritu de la noche y de los presentes: "T¨² que tanto has luchado por la reconciliaci¨®n nacional, ah¨ª la tienes".

"Aunque algunos se empe?en en seguir manteniendo las dos Espa?as, en realidad estamos unidos", sentenci¨® Carrillo. El anuncio de la retirada, en esos momentos, de la estatuta de Franco que quedaba en Madrid se llev¨® el ¨²ltimo aplauso de la noche.