El m¨¢s listo suele ganar
El Parma elimina al Sevilla con una lecci¨®n de juego italiano
La eliminatoria se resolvi¨® con un gol en dos partidos jugados. El m¨¢s listo se llev¨® el bot¨ªn y el que hizo su juego venci¨®. El italiano gan¨®. Joaqu¨ªn Caparr¨®s se tir¨® con cara de malo desde su llegada a Parma. De malo, no de cabreado, que esa la tiene puesta desde principios de enero. Quer¨ªa que su gesto se les contagiara a los suyos, que acabaran amedrentando a un equipo con la pu?alda dada en el alma como es el Parma. Especialmente se trabaj¨® Caparr¨®s a Anto?ito, al que s¨®lo le falto hipnotizar para convencerle de que iba marcar. Un simple gol parec¨ªa que iba ser m¨¢s que suficiente para sobrevivir a la eliminatoria. Pero un gol, un simple gol, es algo que parece asimismo fuera del alcance de este Sevilla vac¨ªo de ideas.
PARMA 1 - SEVILLA 0
Parma: Bucci; Bonera; Cardone, Contini, C¨¢mara; Bresciano (Pisanu, m. 57), Dessena (Morfeo, m. 67), Grella, Vignaroli; Simplicio y Gibbs (Gilardino, m. 46).
Sevilla: Esteban; Sergio Ramos (Daniel Alves, m. 57), Aitor Ocio, Pablo Alfaro (Dar¨ªo Silva, m. 73), David; Navas, Mart¨ª, Renato, Adriano (Kepa, m. 77); Anto?ito y Baptista.
Gol: 1-0. M. 19. Cardone, a la salida de un c¨®rner.
?rbitro: Claus Bo Larsen (Dinamarca). Amonest¨® a Gibbs, Gellas, Bonera, Sergio Ramos y Contini.
7.654 espectadores en el campo EnnioTardini de Parma.
El Parma no se salt¨® ni una sola l¨ªnea del gui¨®n del perfecto r¨¢cano. Dej¨® a sus mejores jugadores de ataque -Morefeo y Gilardino- en el banco. Trat¨® a la pelota con repel¨²s, hizo la tortuga y cerr¨® bandas y centro a la espera de la piller¨ªa. ?Elaborar el juego? Qu¨¦ innecesario y cansado. Para eso hay que tocar y moverse y desmarcarse. Mejor esperar al fallo del contrario. Y les sali¨® bien. Jugar, juegan los buenos; ganar, parece que ganan los listos. En el minuto 19, el Parma se acerc¨® por segunda vez a la meta de Esteban. Al igual que en la primera ocasi¨®n, con un saque de esquina. La defensa sevillista pifi¨® el despeje y el central Cardone la clav¨® en la red entre un mar de piernas y el par de brazos del portero sevillista. A Caparr¨®s se le volvi¨® a poner la cara de cabreo. ?sta espont¨¢nea, no para motivar o animar actitud alguna.
Con los italianos bordando el intrajuego, al Sevilla no le qued¨® m¨¢s remedio que hacer algo con la pelota. No comenz¨® mal. A los cinco minutos, Anto?ito reba?¨® una pelota que parec¨ªa que iba a salir por la l¨ªnea de fondo y sobrepas¨® al portero con una taconazo, pero no hab¨ªa nadie para lograr una gloria tan f¨¢cil. Baptista arranc¨® en su primera cabalgada en el minuto 11, pero tampoco atin¨®. Dos minutos despu¨¦s, un saque de falta desde la derecha de Adriano acab¨® rebotando en la parte superior del larguero cuando al portero ya s¨®lo le quedaba mirar y rezar. Parec¨ªa que el partido estaba pint¨®n para los andaluces. Bueno, le parecer¨ªa a quien no conociese c¨®mo ganan los italianos. Adem¨¢s, lo hacen casi siempre. Quiz¨¢ es que su juego, guste o no, est¨¢ definido, est¨¢ claro en sus normas y en su ejecuci¨®n. Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa se pueda hablar de un juego a la espa?ola. Todav¨ªa no, y menos a¨²n el Sevilla.
Tras el citado gol de Cardone, el conjunto sevilllista se amedrent¨® un cacho y no supo resolver su escasez de ideas a la hora de trenzar el juego. Reato y Mart¨ª se suelen estorbar y casi nunca se ponen de acuerdo sobre qui¨¦n es el que tiene que atacar las pelotas divididas, como una mala pareja de doblistas en tenis. Navas, a veces por la derecha, otras por la izquierda intent¨® desboradar, pero dio sensaci¨®n de endeblez f¨ªsica. A¨²n as¨ª, tir¨® desde fuera del ¨¢rea en dos ocasiones en la primera mitad. Sin ser gran cosa y aparte de un remate de Adriano al borde del ¨¢rea chica cerca de la media hora, fue de lo mejor que supo hacer el Sevilla con la pelota en los pies. La falta de ideas es ya un problem¨®n. D¨¦bil, en defensa y a medias en la parte de ataque, el conjunto sevillista no se siente c¨®modo ni un solo minuto de los que juega.
Caparr¨®s y Carmignani movieron ficha en el descanso. El italiano quiso atemorizar con la entrada de Gilardino y el sevillano darle m¨¢s dientes en las bandas con la de Alves. Pero el Parma sigui¨® agrediendo a la pelota y el Sevilla sin saber acariciarla. Minutos de poco f¨²tbol en los que se desangraba la posibilidad sevillista de avanzar en su historia. Carmegnani sigui¨® metiendo susto con la entrada de Morfeo y Caparr¨®s, quit¨® hierro de la defensa para ponerla en el ataque. Remate se supone que hab¨ªa, pero los centros que lo nutr¨ªa eran raqu¨ªticos. Cardone sali¨® en camilla tras recibir un codazo de Renato, ya en el tiempo recuperado por el ¨¢rbitro. Al final un simple gol sirvi¨® para pasar. Y, clar¨®, lo marc¨® el italiano.
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