"Sufr¨ª m¨¢s en el podio que en la carrera"

En base a lo bien que funcion¨® su Renault y sus neum¨¢ticos Michelin, la carrera de ayer en Sepang no deber¨ªa haber sido muy dura para el espa?ol Fernando Alonso. Sin embargo, cuando se baj¨® del coche, estaba agotado. La cita se convirti¨® en un suplicio desde el principio porque se le estrope¨® el sistema de bebida y no pudo ingerir nada de l¨ªquido. Se deshidrat¨®.

"Las ¨²ltimas 15 o 20 vueltas se me hicieron muy largas no por el cansancio f¨ªsico, sino por el peligro de una rotura del motor o de que surgieran m¨¢s problemas con los neum¨¢ticos", confes¨® el espa?ol; "ten¨ªa los dedos cruzados pidiendo que no ocurriera nada". Y agreg¨®: "Ve¨ªa la victoria tan cerca que se me olvid¨® todo lo que me estaba pasando. S¨®lo me preocupaba llegar".

"Las ¨²ltimas vueltas se me hicieron muy largas. Cruc¨¦ los dedos para que no pasara nada"

No ocurri¨® nada y acab¨® ganando, pero en cuanto se baj¨® de su b¨®lido pudo comprobar que su estado f¨ªsico era mucho peor del que hab¨ªa imaginado. "Sufr¨ª m¨¢s en el podio que durante la carrera. Me mareaba. Incluso en un momento perd¨ª la visi¨®n", sintetiz¨® Alonso para explicar las sensaciones que le embargaban.

Le cost¨® bajar del coche para abrazarse a su jefe de equipo, Flavio Briatore. Y luego pareci¨® que se iba cayendo en el podio mientras su ex compa?ero Jarno Trulli le lanzaba el champa?a a la cabeza. El asturiano tuvo que agacharse un par de veces mientras sonaba el himno de Francia, por Renault, y apenas pudo aguantar el peso de la botella. No estaba para bromas.

As¨ª que cuando todo el mundo esperaba ver a un Alonso plet¨®rico, lleno de vitalidad, se encontr¨® con otro m¨¢s pasivo, con ganas s¨®lo de abandonar todo aquello. Y, sin embargo, le era imposible mantener fr¨ªa su cabeza porque lo que acababa de conseguir no era s¨®lo el segundo triunfo de su carrera en la F-1, sino tambi¨¦n convertirse en el primer espa?ol de la historia que encabeza el Mundial.

"S¨ª, fueron momentos muy agradables y fuertes", reconoci¨®. "Pero ninguno como el de cruzar la meta en Hungr¨ªa. Fue una sensaci¨®n fant¨¢stica", record¨® Alonso aludiendo a su primera victoria, en 2003, cuando ten¨ªa tan s¨®lo 22 a?os y 26 d¨ªas. "Ya hab¨ªa ganado una carrera. Era un sue?o hecho realidad. Esta vez, en cambio, fue una victoria mucho m¨¢s trabajada y sufrida; una carrera inteligente, conservando los neum¨¢ticos y el motor y sumando diez puntos en el campeonato que me saben a gloria", matiz¨® a continuaci¨®n.

Diez puntos que, sumados a los seis que hab¨ªa logrado con el tercer puesto de Australia, le colocan al frente de la clasificaci¨®n, con 16 y seis de ventaja sobre su compa?ero, Giancarlo Fisichella. El dominio de Renault es abrumador. "Pero no hay que fiarse", se protegi¨® Alonso; "no hay que pensar en el t¨ªtulo para nada. El coche ha ido un poco peor incluso que en Australia porque tuvimos ciertos problemas con los neum¨¢ticos de atr¨¢s. Cuando par¨¦ en los boxes, bajaron un poco el ala delantera y la presi¨®n de los neum¨¢ticos traseros y el coche fue mucho m¨¢s gobernable. Pero hay que pensar que en Bahrein o en Imola vamos a encontrarnos a los Toyota, los Red Bull, los McLaren y a un Schumacher que tendr¨¢ el nuevo Ferrari y unos buenos neum¨¢ticos y comenzar¨¢ a restar puntos a pasos de gigante".

Sin embargo, el ovetenese tiene motivos sobrados para estar contento. Llega a Bahrein, la tercera etapa del Mundial, tras haber subido al podio en las dos primeras. "Tras los problemas que tuvimos el a?o pasado, la gente esperaba algo as¨ª de m¨ª. Esta victoria es una inyecci¨®n de moral para m¨ª y para todo el equipo", concluy¨® Alonso, felicitado por el rey Juan Carlos.