Ferrari y la era pos-Schumacher
Todt, el jefe de la escuder¨ªa italiana, no duda de que Alonso debe ser quien suceda al alem¨¢n
Jean Todt lleg¨® a Ferrari en 1993 y recuerda sus primeros a?os en Maranello como una pesadilla de ineficiencia, pu?aladas por la espalda y derrotas. El arranque de esta temporada empieza a parecerse a aquel tiempo, con el a?adido de que las dem¨¢s escuder¨ªas, por diversas razones, tienen ganas de que los b¨®lidos rojos caigan del pedestal. Y, para exorcizar las malas sensaciones que imperan en Ferrari, Todt invoca un nombre: el de Fernando Alonso. "Es el mejor piloto de la f¨®rmula 1", dice; "me gustar¨ªa que en el futuro fuera de los nuestros". Por primera vez se habla en Ferrari de la era post-Schumacher y pocos dudan de que esa era es la del espa?ol.
De forma m¨¢s o menos inmediata, las esperanzas ferraristas est¨¢n depositadas en el F-2005, un nuevo monoplaza que ya en el circuito de Bahrein podr¨ªa sustituir al decepcionante F-2004M. El modelo de la temporada pasada, modificado para adecuarse a los cambios de reglamentaci¨®n, est¨¢ resultando lento, especialmente en las pruebas clasificatorias. Uno de sus problemas son los neum¨¢ticos Bridgestone, que no superan ni en fr¨ªo ni en caliente a los Michelin de la competencia. Ferrari ha decidido realizar nuevas pruebas de calzado, lo que ha llevado a otras nueve escuder¨ªas a denunciar que los actuales campeones del mundo vulneran los acuerdos para 2005, que limitan las pruebas a un plazo de 30 d¨ªas, y los anteriores de 2001, que las limitaban a un m¨¢ximo de 50 kil¨®metros en la semana previa a un gran premio. Todt asegura que Ferrari est¨¢ en inferioridad y se siente "totalmente libre" pese a las quejas de los rivales.
Los roces por la cuesti¨®n de los neum¨¢ticos son s¨®lo una de las fuentes de conflicto entre Ferrari y las dem¨¢s escuder¨ªas. La firma hace unos meses de un contrato con Bernie Ecclestone para renovar los pactos de la Concordia, que concluyen en 2007, hasta 2012, rompiendo por las bravas el compromiso con Grand Prix World Championship, que pretende crear un Mundial alternativo en 2008, no ayud¨® precisamente a limar asperezas. Y luego est¨¢ la cadena de ¨¦xitos: despu¨¦s de cinco a?os de hegemon¨ªa, nadie es simp¨¢tico para la competencia.
Est¨¢ por ver lo que puede aportar el F-2005. Ross Brown, el director t¨¦cnico de Ferrari, asegura que se trata del "mejor coche fabricado nunca en Maranello" y que puede ara?ar hasta un segundo por vuelta al F-2004M. Tambi¨¦n Schumacher expresa su fe en la novedad: "Necesitamos el coche nuevo. Es m¨¢s r¨¢pido e incrementar¨¢ nuestras posibilidades de victoria". Pero el F-2005 lleva solamente 3.000 kil¨®metros de pruebas y si, como se sospecha, su estreno se anticipa a Bahrein (3 de abril) puede tener problemas de fiabilidad.
Ferrari, que tradicionalmente ha manejado presupuestos superiores a los de los rivales porque atrae a m¨¢s patrocinadores y cuenta con m¨¢s tifosi, necesita victorias. Todt es, desde junio del a?o pasado, director general de Ferrari. Ya no se ocupa s¨®lo de la competici¨®n: durante media jornada dirige la fabricaci¨®n de turismos, se preocupa por las p¨¦rdidas que causa la devaluaci¨®n del d¨®lar en el mercado norteamericano y se esfuerza en cuadrar unas cuentas globales en n¨²meros rojos desde hace un par de ejercicios. La atm¨®sfera en Maranello no es la misma que en las temporadas triunfales, y Todt, concienzudo hasta la man¨ªa, incapaz de improvisar, no habla del F-2005, sino de Alonso.
El espa?ol tiene contrato con Renault hasta 2006 y quiz¨¢ Todt s¨®lo desee, por el momento, desestabilizar a la escuder¨ªa dominante en este arranque. Pero el propio capo de Renault, Flavio Briatore, admite que despu¨¦s del verano puede pasar de todo. "De momento, s¨®lo quiero que Alonso nos ayude a ganar el campeonato este a?o", afirma, "y luego veremos".
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