"Libre os quiero"
La cantante Mar¨ªa Jim¨¦nez y el pianista Joaqu¨ªn Pareja Obreg¨®n ofrecen un recital en el Centro Penitenciario de Sevilla
"Es la primera vez que entro en una c¨¢rcel, pero sabiendo que puedo salir el mismo d¨ªa. No todo el mundo puede decir lo mismo". Mar¨ªa Jim¨¦nez reflexionaba as¨ª mientras se dirig¨ªa ayer al sal¨®n de actos del Centro Penitenciario de Sevilla. "La verdad es que desde que me levant¨¦ esta ma?ana estoy atac¨¢, porque soy muy sensible y venir a un sitio as¨ª me impone", a?ad¨ªa la cantante, quien lleg¨® acompa?ada de su hijo Alejandro y su hermana entre otros amigos. Pero los nervios se le pasaron en cuanto atraves¨® el sal¨®n y el auditorio le salud¨® con aplausos, besos y piropos.
La cantante, que hace tres a?os arras¨® con el disco Donde m¨¢s duele en el que interpret¨® temas de Joaqu¨ªn Sabina, ofreci¨® ayer un recital para unos 170 recluso del Centro Penitenciario de Sevilla acompa?ada al piano por Joaqu¨ªn Pareja Obreg¨®n. El recital se titul¨® Libre te quiero, un poema que Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo escribi¨® cuando estaba exiliado en Francia y al que Amancio Prada puso m¨²sica y voz.
"La historia es muy simple. Hace dos semanas estuve en la entrega de los premios de la Bienal de Flamenco de Sevilla y Mercedes Su¨¢rez, la soci¨®loga, me dijo que si quer¨ªa venir a cantar Libre te quiero para un grupo de mujeres que est¨¢n en la c¨¢rcel. Ahora veo que tambi¨¦n hay hombres y eso est¨¢ muy bien, porque las parejas han podido verse un ratito. La verdad es que lo de Libre te quiero me toc¨® y aqu¨ª estoy", dijo la artista antes de transformarse en una diosa azteca, algo parecido a la versi¨®n femenina de Quezalcoat, que fue c¨®mo apareci¨® en el escenario.La indumentaria de Mar¨ªa Jim¨¦nez, que hizo las delicias de todo el p¨²blico, est¨¢ en el estilo de la capa de plumas de pavo real que luci¨® en sus conciertos del ¨¢lbum Donde m¨¢s duele. En esta ocasi¨®n, el atuendo es el que ha estrenado para su nuevo disco Mar¨ªa Jim¨¦nez canta a Jos¨¦ Alfredo Jim¨¦nez, un compositor mexicano.
"?sto es un s¨®lo d¨ªa, te entretienes un d¨ªa pero quedan muchos", dec¨ªa ayer Antonia, sevillana de 40 a?os, a quien los dos a?os y medio que le quedan por cumplir no le permitieron disfrutar realmente del momento. La mirada triste de sus ojos desment¨ªa la sonrisa que intentaba esbozar: "En la calle tengo tres hijos, est¨¢n con mi madre", a?ade.
El grupo que formaban cuatro reclusas colombianas parec¨ªa m¨¢s animado. "?stas cosas est¨¢n muy bien. Es bonito que alguien se acuerde que hay una comunidad que existe aqu¨ª, aunque yo no se mucho de esta m¨²sica", apuntaba una de ellas.
Despu¨¦s de un solo al piano de Pareja Obreg¨®n, "estoy aqu¨ª porque Mar¨ªa me lo ha pedido, hemos hecho muchos directos juntos y somos como almas gemelas", Mar¨ªa Jim¨¦nez enton¨® un tema del compositor mexicano e intercal¨® canciones en play back con otras que interpret¨® junto al pianista y, sobre todo, con una fluida comunicaci¨®n con el p¨²blico. La cantante entreg¨® besos y plumas, las que se desprend¨ªan de su majestuosa capa, a todo el que le acerc¨®; incluso a Manuel Luis -un sevillano de 44 a?os quien debi¨® decirle algo bonito- le dio un cari?oso bocado en la oreja.
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