La alternativa al 'no hay nada que hacer'
Andaluc¨ªa cuenta con 28 unidades de cuidados paliativos que ayudan a morir sin dolor a pacientes terminales
A Antonio le detectaron un c¨¢ncer en el cuello en septiembre de 2003. El tumor no le dio tregua y avanz¨® r¨¢pido. Hoy Antonio est¨¢ en fase terminal. El dolor que sufr¨ªa era demasiado para ¨¦l y su familia. Desde hace dos semanas, Antonio est¨¢ ingresado en la unidad de Cuidados Paliativos del hospital San Juan de Dios de C¨®rdoba. Su hermana Mar¨ªa Jos¨¦ le acompa?a diariamente al pie de la cama. Durante las noches, se turnan el resto de sus nueve hermanos para no dejarlo solo. Antonio, bajo los efectos de los sedantes, est¨¢ semiconsciente y tranquilo.
Morir puede ser un proceso f¨ªsicamente muy doloroso. Un calvario para el enfermo y la familia que le acompa?a. En la d¨¦cada de los 60 surgi¨® un movimiento m¨¦dico en el Reino Unido que reclamaba la aplicaci¨®n de medicamentos que paliasen el dolor y evitasen el sufrimiento innecesario e injustificado de los pacientes que viv¨ªan sus ¨²ltimos d¨ªas. Desde hace unos 20 a?os, la aplicaci¨®n de esta filosof¨ªa ha cristalizado en Espa?a en la creaci¨®n de unidades de cuidados paliativos. Andaluc¨ªa cuenta actualmente con 28: 14 pertenecientes al SAS y otros tantos a diversas asociaciones y ONG.
"La meta fundamental de los cuidados paliativos es dar calidad de vida al paciente y su familia, cuando es posible en su propia casa, sin intentar alargar la supervivencia ni acortarla, debi¨¦ndose atender a las necesidades f¨ªsicas, psicol¨®gicas, sociales y espirituales", explica el doctor Manuel Nicol¨¢s, jefe de Medicina Interna del hospital San Juan de Dios de C¨®rdoba. Nicol¨¢s y su equipo son los encargados de que Antonio y su familia sobrelleven lo mejor posible estos ¨²ltimos momentos. "Nosotros somos la alternativa a la famosa frase del 'no hay nada que hacer'. En ese momento empieza una fase distinta, muy intensa, en el que el bienestar del paciente es la m¨¢xima prioridad", dice.
El caso de Legan¨¦s
Pero algo ha ocurrido en las pasadas semanas. El delicado trabajo que equipos m¨¦dicos como el del doctor Manuel Nicol¨¢s realizan, se ha visto sacudido por el episodio del hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s (Madrid). Una denuncia an¨®nima acus¨® a los m¨¦dicos del servicio de Urgencias del hospital de mala praxis por suministrar, presuntamente, sedantes a enfermos terminales de forma irregular. En ese centro, una sombra de duda ha crecido sobre ellos. A pesar de que la fiscal¨ªa de Madrid no ha encontrado indicios que avalen la denuncia, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, destituy¨® al jefe del servicio de Urgencias del Severo Ochoa.
La palabra eutanasia apareci¨® pronto en los medios de comunicaci¨®n. "Nuestra labor es antag¨®nica a la de la eutanasia. Nosotros trabajamos para evitar el dolor del paciente. La eutanasia consiste en terminar con su vida. Es importante que esta diferencia quede totalmente clara", afirma Nicol¨¢s.
Mar¨ªa Jos¨¦, explica que hasta que ingresaron a su hermano Antonio no conoc¨ªa la existencia de las unidades espec¨ªficas para reducir el dolor de los enfermos terminales. El paciente estaba ingresado en el hospital Provincial de C¨®rdoba y el personal de este centro le comunic¨® a la familia que hab¨ªan solicitado el traslado al San Juan de Dios "para que su dolor estuviera mejor controlado". Su ingreso en el centro privado -el SAS mantiene convenios con 14 centros asociados- est¨¢ cubierto por la Seguridad Social. "La sociedad no est¨¢ bien informada de la existencia de estos cuidados. Los escasos intentos de fomentarla provienen casi exclusivamente de los profesionales que nos dedicamos a esto", se?ala Nicol¨¢s.
Protocolo
En Andaluc¨ªa existe un protocolo de asistencia a los enfermos terminales creado como complemento al realizado en 2001 por el ministerio de Sanidad, dirigido entonces por Celia Villalobos -que todav¨ªa est¨¢ pendiente de aplicaci¨®n-. El protocolo se inscribe dentro del Plan Oncol¨®gico Andaluz. En ¨¦l se especifica qu¨¦ se considera un enfermo terminal: aqu¨¦l que sufre una enfermedad incurable y no responde al tratamiento terap¨¦utico; que padece intensos dolores que generan un gran impacto emocional para el paciente y su familia. Y con una esperanza de vida inferior a seis meses.
Es el caso de Antonio. Mar¨ªa Jos¨¦, dentro del l¨®gico dolor, est¨¢ satisfecha. Ya no ve sufrir a su hermano: "Est¨¢ m¨¢s tranquilo compar¨¢ndolo como lo he visto antes (...) Ahora no sufre... Vemos que no est¨¢ sufriendo". Nicol¨¢s explica que "el paciente est¨¢ en una fase muy avanzada de la enfermedad, con unos s¨ªntomas que le producen un gran sufrimiento. Se han puesto ya todos los tratamientos para mitigarlo y, en los ¨²ltimos d¨ªas, ha sido necesario sedar al paciente, por lo que est¨¢ con el nivel de conciencia disminuido". La sedaci¨®n es el tratamiento extremo y ¨²ltimo. "Su aplicaci¨®n requiere el consentimiento verbal de la familia. Pero lo m¨¢s importante es que la gente entienda que la sedaci¨®n no es otra cosa que una herramienta terap¨¦utica m¨¢s", aclara Manuel Nicol¨¢s.
Los ciudadanos que viven en Andaluc¨ªa cuentan con la posibilidad de realizar un testamento vital. En ¨¦l se dan instrucciones y opciones que habr¨¢n de observarse cuando se produzca cualquier circunstancia que impida al paciente tomar decisiones con respecto a la atenci¨®n sanitaria a recibir. El testamento vital es un documento que, seg¨²n fuentes de Salud, puede agilizar el proceso de los cuidados paliativos al poner las cosas m¨¢s claras desde un primer momento. El problema es que su aplicaci¨®n fuera de Andaluc¨ªa todav¨ªa est¨¢ pendiente.
Lecciones de Legan¨¦s
El episodio de Legan¨¦s ha puesto en boca de todos la existencia de las unidades de cuidados paliativos y el trabajo que realizan. En opini¨®n de Jos¨¦ Exp¨®sito, responsable del Plan Oncol¨®gico Andaluz, "ha supuesto una lecci¨®n positiva para comprender la necesidad de ordenar este tipo de situaciones l¨ªmites y homogeneizar el servicio en lo posible. Un episodio del que todos debemos aprovecharnos". Para el doctor Manuel Nicol¨¢s, "a pesar del flaco servicio" que la Administraci¨®n madrile?a ha hecho a los cuidados paliativos, algo bueno ha tenido "y es que, quiz¨¢s ahora la gente se anime a hablar de la muerte con naturalidad, como un proceso m¨¢s del ciclo de la vida, que debemos de pasar de la mejor forma posible". Un tema el de la muerte, del que reconoce que, "social y pol¨ªticamente es muy dificil tratar". Algo que, en su opini¨®n, debe cambiar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Centros salud
- Caso Sedaciones Irregulares
- Medicina dolor
- Muerte digna
- Hospital Severo Ochoa
- Atenci¨®n primaria
- Enfermos terminales
- Personal sanitario
- Hospitales
- Enfermos
- Medicina paliativa
- Casos judiciales
- Andaluc¨ªa
- Madrid
- Comunidades aut¨®nomas
- Asistencia sanitaria
- Especialidades m¨¦dicas
- Medicina
- Pol¨ªtica sanitaria
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Comunidad de Madrid
- Sanidad
- Espa?a
- Salud
- Administraci¨®n p¨²blica