Jap¨®n esquiva la recesi¨®n

La econom¨ªa japonesa exprimi¨® en 2004 un crecimiento del 0,5%, desmintiendo as¨ª los primeros datos publicados por Tokio que apuntaban a una nueva reca¨ªda del producto interior bruto (PIB). Las cifras finales demuestran que Jap¨®n consigui¨® esquivar el a?o pasado una nueva recesi¨®n. Aun as¨ª, la econom¨ªa sigue, seg¨²n el Gobierno, en una fase de transici¨®n.

El Banco de Jap¨®n dice que las cifras de empleo, exportaciones, gasto del consumidor e inversi¨®n industrial permiten ser optimistas sobre 2005

Seg¨²n el FMI, persisten amenazas sobre esta econom¨ªa como un alza de los tipos de inter¨¦s global o una desaceleraci¨®n entre sus socios comerciales

La econom¨ªa japonesa pas¨® de la recesi¨®n al crecimiento en cuesti¨®n de d¨ªas. Los datos preliminares sobre el crecimiento del producto interior bruto (PIB) del ¨²ltimo trimestre de 2004 se?alaron una reca¨ªda del 0,1%. Esa cifra negativa termin¨® de hundir al pa¨ªs en una nueva recesi¨®n, ya que supon¨ªa un descenso del 0,5% en el conjunto de 2004. Pocas semanas despu¨¦s, sin embargo, Tokio public¨® los datos revisados, y ¨¦stos se transformaron en un crecimiento del 0,5%. Los analistas se?alan que el pa¨ªs, la segunda mayor econom¨ªa del planeta, es notorio por la mala fama de sus estad¨ªsticas. Estos cambios terminaron de confirmar su volatilidad.

En cualquier caso, el dato ratific¨® las sensaciones de muchos expertos que aseguran que Jap¨®n ya se acerca a la luz al final del laberinto. Cuando las cifras apuntaban a una reca¨ªda en 2004, el Gobierno intent¨® a toda velocidad apaciguar los temores de que el pa¨ªs se volv¨ªa a hundir en una nueva recesi¨®n. El pa¨ªs se ha convertido en el ¨²ltimo decenio en un caso reincidente de estancamiento econ¨®mico. A pesar de haber conseguido ara?ar tres a?os consecutivos de crecimiento, Jap¨®n no termina de despertar.

El Gobierno y entidades como JP Morgan, sin embargo, consideran que la econom¨ªa ya toc¨® fondo. Las previsiones para 2005 oscilan entre un crecimiento del 1,3% y 1,5%. No son cifras para alardear y el Gobierno admite que la econom¨ªa se encuentra todav¨ªa "en una fase de transici¨®n".

El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, se ha mostrado optimista respecto a la situaci¨®n de Jap¨®n, cuya deflaci¨®n, una de las cr¨®nicas preocupaciones de Tokio, se espera que concluya el pr¨®ximo a?o. "Hay indicios claros de que los problemas econ¨®micos de hace tiempo en Jap¨®n han cedido", se?al¨® el organismo en un informe publicado en febrero. "La recuperaci¨®n se ha reforzado y se ha hecho de base m¨¢s amplia, mientras que las condiciones del mercado laboral han mejorado", explic¨® el organismo.

Las previsiones del FMI tambi¨¦n han se?alado algunas variables que pueden entorpecer la evoluci¨®n. Jap¨®n tiene ante s¨ª amenazas de subidas fuertes en las tasas de inter¨¦s global o una desaceleraci¨®n entre sus socios comerciales clave. Tambi¨¦n apunta que la deuda p¨²blica del pa¨ªs podr¨ªa restringir su crecimiento a medio plazo.

Aun as¨ª, hay datos para un cierto optimismo. El paro se sit¨²a ahora en el nivel m¨¢s bajo desde hace 12 a?os. Las exportaciones, que crecieron un 8,8% en 2004, se perfilan para un a?o de crecimiento. Las quiebras de empresas, uno de los principales problemas de la econom¨ªa japonesa que termin¨® arrastrando al sector financiero del pa¨ªs, han dejado de crecer. Y el porcentaje de pr¨¦stamos vencidos en la cartera de los bancos se acerca al objetivo del 4%.

El Banco de Jap¨®n ha dicho que las cifras de exportaciones, empleo, gasto de consumidores e inversi¨®n industrial permiten ser optimistas sobre el crecimiento econ¨®mico en 2005.

El principal bache en el horizonte del pa¨ªs, sin embargo, se concentra en las exportaciones. China, incluyendo a Hong Kong, se convirti¨® en 2004 en el principal socio comercial de Jap¨®n, desbancando as¨ª a Estados Unidos. Si los motores de la econom¨ªa china se enfr¨ªan durante el a?o, como lo quiere hacer el Gobierno, el crecimiento de Jap¨®n puede volver a sucumbir, aunque habr¨¢ que observar con lupa los datos para no anunciar una recesi¨®n antes de tiempo.