De la Pe?a dinamita al Racing

Apenas conduce y no sabe lo que es temporizar. Cuando oye la palabra defensa, todav¨ªa le rechinan los o¨ªdos y, sin embargo, Ivan de la Pe?a es el Espanyol. Una buj¨ªa brillante que bombea todo el juego de su equipo hacia adelante, sin descanso; que crea geometr¨ªas de empeine y cuero hasta desarbolar las l¨ªneas paralelas de las defensas rivales. Ayer le toc¨® el turno al Racing, que jug¨® a intervalos alegres y despistados (m¨¢s lo segundo) hasta que un c¨¢ntabro de la casa le revent¨® desde la media punta pese a la insistencia de sus compa?eros en errar sus asistencias.

El Espanyol sali¨® con el manual del visitante le¨ªdo y subrayado: recio atr¨¢s y explosivo en la salida del bal¨®n. De la Pe?a no permit¨ªa que el bal¨®n se parase en el centro del campo. Basculaba para abrir al equipo y lanzaba a sus compa?eros al galope tendido. Tamudo y Maxi Rodr¨ªguez se desbocaban en carreras verticales que, durante los diez primeros minutos, se saldaron con dos mano a mano clar¨ªsimos en los que el meta israel¨ª Aouate intervino con solvencia. El Racing respondi¨® con un tiro de Mor¨¢n que Kameni, en semifallo, desvi¨® al larguero. Y a los trece minutos lleg¨® la conexi¨®n entre Iv¨¢n de la Pe?a y Tamudo. El peque?o delantero recibi¨® un pase diagonal de su compa?ero y se dio la media vuelta en el borde del ¨¢rea que s¨®lo pudo ser frenada con un penalti de Juanma. El propio Ra¨²l Tamudo transform¨® la clar¨ªsima pena m¨¢xima. El partido se abr¨ªa desde el comienzo al ritmo de Lo Pelat.

Pese al susto inicial, el Racing tom¨® el mando y la posesi¨®n del bal¨®n. Los de Nando Yosu sopesaron la situaci¨®n, se estiraron a¨²n a riesgo de abrir huecos para los contragolpes espanyolistas y a los pocos minutos lleg¨® el empate con un cabezazo de Benayoun muy afortunado entre una mara?a de jugadores. El gol dio un impulso moment¨¢neo a los locales, que durante un cuarto de hora m¨¢s creyeron en sus posibilidades de victoria y dispusieron de un par de oportunidades claras, especialmente un tiro lejano de Mor¨¢n que estuvo a punto de dar la vuelta al marcador.

Pero los de Lotina saben a qu¨¦ juegan y lo disfrutan con deleite. Apretaron un poco m¨¢s en defensa, impulsaron a Maxi Rodr¨ªguez y Amavisca por las bandas y dejaron que De la Pe?a se desenvolviese con total libertad mientras Ito y Jarque hac¨ªan kil¨®metros para cubrir los huecos que Lo Pelat dejaba en el centro. Adem¨¢s, la inconsistencia de Anderson en la tarde de ayer, inactivo durante todo el encuentro, facilit¨® la labor de los pivotes periquitos que desahogaban el juego hacia las bandas.

Desde la izquierda, en la que brillaba un rejuvenecido Amavisca, mucho m¨¢s r¨¢pido y voraz que en temporadas anteriores, lleg¨® el segundo gol blanquiazul al filo del descanso. El interior c¨¢ntabro botaba un saque de esquina que Jarque convert¨ªa con un brillante cabezazo imponi¨¦ndose a una defensa est¨¢tica y poco organizada.

La verdadera fiesta se despert¨® en el segundo tiempo. Si durante 45 minutos todav¨ªa perduraban ideas defensivas, en este tramo final s¨®lo se contemplaba el f¨²tbol m¨¢s desenfadado, especialmente en los contraataques catalanes. En el minuto cuatro tras la reanudaci¨®n, el argentino Maxi Rodr¨ªguez materializaba otro de los pases improbables de De la Pe?a, que rompi¨® la l¨ªnea de tres cuartos con uno m¨¢s de sus pases rectil¨ªneos y aterciopelados. Ya no exist¨ªan posibilidades reales de perder el partido, pero a¨²n as¨ª los de Lotina fueron de cabeza a por m¨¢s goles, siempre liderados por el incombustible De la Pe?a, que vivi¨® uno de sus mejores encuentros a costa de su ex equipo. Sin embargo, si la creaci¨®n es el eje del Espanyol, el gol parece re?ido con el conjunto barcelon¨¦s. Tras el tercer tanto, Maxi Rodr¨ªguez dispuso de otros tres servicios de Lo Pelat que desaprovech¨® ante Aoaute y que pod¨ªan haber puesto a los blanquiazules en ¨®rbita. S¨®lo hubo tiempo m¨¢s para una soberbia jugada del joven extremo Corominas, que sustituy¨® al desangelado Maxi Rodr¨ªguez. Recort¨® por dos veces sobre la l¨ªnea de fondo, dribl¨® a Aouate y, en plena ca¨ªda, dispar¨® muy flojito. Otro reci¨¦n incorporado, esta vez en las l¨ªneas monta?esas, Parri, cerr¨® el choque con un tiro lejano que el gato Kameni sac¨® con una estirada marca de la casa.