La rodilla de Eto'o cedi¨®
El delantero sabr¨¢ hoy si sufre un pellizco de menisco o una rotura
El Bernab¨¦u despidi¨® ayer a Samuel Eto'o con pitos cuando a falta de un cuarto de hora para finalizar el partido, el camerun¨¦s se retir¨® del campo, tendido sobre la camilla, tapada la cara con los brazos, gimiendo de dolor, por la rodilla derecha malherida y tambi¨¦n por la derrota. All¨ª, justamente en el escenario en que se esfum¨® su sue?o de triunfar en Europa vestido de blanco, se le dobl¨® la rodilla. A falta de las pruebas que se le practicar¨¢n hoy en una cl¨ªnica de Barcelona, quedan dos sensaciones. La una especialmente positiva, y es que el futbolista abandon¨® el estadio sin muletas, con una sonrisa y el dedo pulgar de la mano derecha levantado. Y la otra m¨¢s esc¨¦ptica y tambi¨¦n profesional. El jefe de los servicios m¨¦dicos azulgrana, Jordi Ard¨¨vol explic¨®: "Puede que simplemente sufra un pellizco en el menisco externo sin mayor trascendencia o que tenga una rotura o lesi¨®n m¨¢s seria Hay que aguardar a la exploraci¨®n de ma?ana". Atacaba el Bar?a, que ya perd¨ªa por 4-2, cuando el delantero se venci¨® en el suelo, se ech¨® mano a la rodilla y pidi¨® el cambio. Se hab¨ªa partido el Bar?a y se quebr¨® el le¨®n camerun¨¦s.
La sonrisa del camerun¨¦s invita al optimismo de un plantel preocupado por su lesi¨®n
El de ayer estaba marcado como el partido hecho a medida para Eto'o sencillamente porque se le se?alaba como el nuevo Luis Enrique, porque se confesaba feliz vestido de azul y grana y porque su pasado blanco pesaba en la memoria. Y el 9 del Bar?a obr¨® en consecuencia. El le¨®n camerun¨¦s se hab¨ªa dejado en su d¨ªa los dientes al roer los barrotes de la jaula en la que Luxemburgo trat¨® de encerrarle y cuando logr¨® liberarse se encontr¨® peleando en solitario en la selva del Bernab¨¦u. Hambriento como siempre que acude al lugar donde so?¨® ser campe¨®n, se cobr¨® la pieza de costumbre. Tan pronto logr¨® despegarse de Pav¨®n y dio con un bal¨®n muerto en la frontal del ¨¢rea blanca, gracias a la pelea de Xavi con Helguera, galop¨® con la elegancia que le caracteriza y de manera sutil, se anticip¨® a Casillas.
Marc¨® Eto'o el gol que no hab¨ªa prometido durante la semana, pero que aficionados, compa?eros y ¨¦l seguro que tambi¨¦n, sab¨ªan que iba a llegar. Y lleg¨®. Eto'o siempre podr¨¢ presumir de que ¨¦l fue quien le marc¨® el gol n¨²mero 1.000 al Real Madrid en el Bernab¨¦u, jugando con la camiseta del Bar?a. Adem¨¢s, cumpli¨® sobradamente con la anunciada intenci¨®n de dejarse la piel en el empe?o de ganar el partido. No le alcanz¨® al Bar?a el tanto de Eto'o. Tan s¨®lo Giuly tuvo m¨¢s ocasiones que el delantero camerun¨¦s para batir a Casillas. Ocurri¨® que el franc¨¦s estuvo nefasto en la definici¨®n y que renque¨® demasiado Ronaldinho. Debilitado por una gastroentiritis, el brasile?o se redimi¨® al final con un gol a bal¨®n parado que le permiti¨® salvar el goal average al equipo, necesitado m¨¢s que nunca en el ¨²timo tramo de Eto'o. El pichichi del campeonato regres¨® a Barcelona con otro gol en su cuenta, y van 22 esta Liga, sin poder quitarse de la cabeza la jugada que enmudeci¨® el Bernab¨¦u, apenas dos minutos despu¨¦s de lograr el 2-1, cuando se aprestaba a rematar un centro de Gio y Helguera le arrebat¨® la pelota en ¨²ltima instancia. Remat¨® cinco veces a puerta -y suma ya 105 disparos- y cuanto menos puso a salvo su actuaci¨®n particular.
Eto'o se pele¨® contra todo el Madrid. Contra los centrales, cuando trat¨® de recortar dentro del ¨¢rea para buscar espacio en un remate; contra los laterales, las poqu¨ªsimas veces que se dej¨® caer a las bandas; y, tambi¨¦n, contra el ¨¢rbitro. El camerun¨¦s le reclam¨® un penalti en el primer tiempo, antes de que Ra¨²l marcara el tercero del Madrid, le reclam¨® otro en en el inicio de la segunda parte por manos de Roberto Carlos y finalmente se desesper¨® al ver que Rafael Ram¨ªrez Dom¨ªnguez tampoco consider¨® falta la ca¨ªda de Maxi ante el lateral izquierdo del Madrid. Eto'o no par¨® de correr, de pelear, de pedir, hasta que se dobl¨® su rodilla derecha. La afici¨®n azulgrana temi¨® lo peor, sobre todo por el recuerdo de las lesiones de Motta, Edmilson, Gabri y Larsson, pero la sonrisa de Eto'o invita al optimismo.

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