EE UU pide al nuevo Gobierno de Irak que no se divida ni purgue el Ej¨¦rcito
El presidente Bush asegura que ya hay m¨¢s soldados iraqu¨ªes que de la coalici¨®n
Al tiempo que George W. Bush arengaba en Tejas a los soldados y les aseguraba que, gracias a que los iraqu¨ªes asumen m¨¢s responsabilidades en la seguridad, las tropas podr¨¢n volver, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, se entrevistaba ayer en Bagdad con los nuevos l¨ªderes para enviarles este mensaje: ojo con hacer una pinza entre kurdos y chi¨ªes, ojo con las purgas, que no haya distracciones en el Gobierno ni en la batalla contra la insurgencia. Dijo: "Es importante que el nuevo Gobierno sea sensible a la competencia de la gente que est¨¢ en los ministerios y evite turbulencias innecesarias".
Experto como pocos en turbulencias innecesarias, el secretario de Defensa se entrevist¨® en Bagdad con los nuevos dirigentes surgidos de las elecciones del pasado 30 de enero, a los que les dijo que el desarrollo del Gobierno y la necesidad de mantener la seguridad deben ser prioritarios: "Tenemos la oportunidad de continuar haciendo progresos en lo econ¨®mico, en lo pol¨ªtico... Cualquier cosa que altere o retrase eso como resultado de turbulencias, corrupci¨®n o incompetencia ser¨ªa muy desafortunado".
El anterior primer ministro, el chi¨ª no religioso Ayad Alaui, mantuvo en sus puestos a antiguos miembros de la Administraci¨®n de Sadam Husein, pero las nuevas autoridades -temen los estadounidenses- pueden ser sensibles a las presiones para llevar a cabo purgas, sobre todo en los mandos de la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito, en los Ministerios de Interior y Defensa. El chi¨ª Ibrahim al Yafari, nuevo primer ministro, asegur¨® a los periodistas despu¨¦s de ver a Rumsfeld que es consciente de los desaf¨ªos que existen. "Pero estoy seguro", a?adi¨®, "de que vamos a tener muy buenos ministerios (...) y que podemos cooperar, todos nosotros, y abordar con ¨¦xito esos desaf¨ªos".
El secretario de Defensa se entrevist¨® tambi¨¦n con el nuevo presidente, el ex guerrillero kurdo Yalal Talabani, que declar¨® que el proceso de formaci¨®n del nuevo Gobierno sigue su curso: "Necesitamos tiempo, pero creo que estar¨¢ listo antes de que acabe la semana". Rumsfeld, preocupado por la posibilidad de que se retrase la redacci¨®n de la nueva Constituci¨®n que deber¨ªa dar paso a las pr¨®ximas elecciones, dijo que EE UU mantendr¨¢ la presi¨®n para que se cumplan los plazos previstos.
Un precio car¨ªsimo
En el avi¨®n que le llevaba a Bagdad, el secretario de Defensa anticip¨® a los periodistas que le acompa?an el mensaje que llevaba, sobre todo el relacionado con el temor a las purgas: "Cualquier cosa que hagan en Interior y Defensa deber¨ªa hacerse con la vista puesta en que los iraqu¨ªes siguen muriendo, con lo que las razones para hacer lo que hacen deben ser s¨®lidas". Es ir¨®nico que Rumsfeld se vea en la situaci¨®n de aconsejar a los nuevos dirigentes iraqu¨ªes que no hagan lo que el Pent¨¢gono hizo reci¨¦n ganada la guerra, con un precio car¨ªsimo que a¨²n se est¨¢ pagando: disolver el Ej¨¦rcito y las fuerzas de seguridad de Irak, y prescindir de los mandos y las tropas del antiguo r¨¦gimen.
Bush, que agradeci¨® a los soldados -hasta 25.000, seg¨²n los mandos de la base de Fort Hood- su estancia pasada o futura en Irak, dijo que el despliegue "est¨¢ entrando en una nueva fase" en la que las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes asumen cada vez m¨¢s responsabilidades y los soldados de la coalici¨®n cada vez menos. El presidente asegur¨® que unos 150.000 iraqu¨ªes -polic¨ªas y militares- han recibido ya entrenamiento, un n¨²mero que, de ser real -aunque no especific¨® qu¨¦ se entiende por entrenamiento-, ser¨ªa superior a los 140.000 soldados en Irak.
Pero Bush evit¨® hablar del calendario: "Los iraqu¨ªes quieren que haya iraqu¨ªes a cargo del pa¨ªs. Les ayudaremos a conseguirlo. Y entonces nuestras tropas podr¨¢n volver a casa con los honores que merecen". Por el momento, reiter¨® el presidente -que vest¨ªa la camisa de cuadros blancos y azules que tanto utiliz¨® en la campa?a electoral y que fue constantemente aclamado por los soldados-, "la tarea no est¨¢ acabada: hay mucho trabajo por delante. (...) Los iraqu¨ªes se enfrentan a enemigos decididos y brutales. Pero ellos tambi¨¦n son decididos y quieren derrotar a la insurgencia". Y "los terroristas seguir¨¢n bajo la constante presi¨®n de nuestras tropas".
Rumsfeld tampoco quiso dar detalles sobre la salida de los militares. En su estilo triunfalista, el secretario de Defensa dijo: "No tenemos una estrategia de salida; tenemos una estrategia de victoria. Estamos aqu¨ª para cumplir la misi¨®n de poner a este pa¨ªs en el camino de la democracia, la libertad y el Gobierno representativo". La visita del secretario de Defensa fue precedida, horas antes, por el secuestro de un norteamericano que participa en las tareas de reconstrucci¨®n del pa¨ªs. Camiones suicidas y otros incidentes violentos en Bagdad, Mosul y otras ciudades siguen poniendo en evidencia que la seguridad no est¨¢ a¨²n garantizada.
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