"Claro que nos gustar¨ªa vivir en un chal¨¦, pero esto es lo que hay"

Cristian y Marta rondan los 30 a?os y hasta hace poco pagaban un alquiler de 600 euros por un piso de 40 metros cuadrados en el centro de Barcelona. El pasado noviembre accedieron a un piso de protecci¨®n oficial de 35 metros cuadrados -m¨¢s una plaza de aparcamiento- tambi¨¦n en el centro, por el que pagan 200 euros al mes. "Fue como si nos tocara la loter¨ªa", explica Marta, que da cuenta de los servicios comunes del inmueble, desde la lavander¨ªa a un amplio aparcamiento para las bicis. "La idea es ahorrar todo lo que se pueda para la entrada de un piso". ?Con cu¨¢nto espacio? "Lo que se pueda. Claro que nos gustar¨ªa vivir en un chal¨¦ con piscina, pero esto es lo que hay", dice Cristian.

El piso es un rect¨¢ngulo separado por una puerta corredera y dise?ado para aprovechar todo el espacio posible. A la derecha, la habitaci¨®n y el ba?o. A la izquierda, la cocina y el sal¨®n. Ni un solo tabique. Un altillo para guardar los trastos. Y muebles sencillos y funcionales.

Cristian ha vivido en tres pisos similares antes de llegar a ¨¦ste. "Tal vez se echa de menos una terraza o un aislamiento ac¨²stico mejor. A veces falta espacio y hay que pens¨¢rselo mucho antes de llevar algo a casa. Pero m¨ªralo por el lado bueno: fomenta el roce", se r¨ªe Cristian. "Lo que me parece ofensivo es que un pol¨ªtico diga que estos pisos no son dignos. Indigno es que 12 inmigrantes vivan hacinados en unos bajos o en un piso de 50 metros", remata.

Jos¨¦ Luis Ben¨ªtez vive en el centro de Valencia en uno de estos pisos de la discordia. "Treinta y pocos metros y 240 euros de alquiler mensuales", resume. Ben¨ªtez es arquitecto y "peque?o promotor" inmobiliario. Y cuenta que siempre se piensa en una vivienda as¨ª "como en un lugar de tr¨¢nsito, no para quedarse indefinidamente". "Es muy c¨®modo al principio, pero a medida que se van acumulando trastos no hay donde meterse", resume Ben¨ªtez, que ha utilizado la altura -cuatro metros- para levantar un peque?o altillo, que utiliza como dormitorio.

"Hay que adaptarse, pero la idea es encontrar la oportunidad para ir a un lugar m¨¢s grande. 45 metros cuadrados podr¨ªan ser suficientes, pero con 30 metros al final la casa se te cae encima", dice despu¨¦s de seis a?os en su piso. No parece muy convencido con la propuesta de la ministra Trujillo. "Los japoneses no tienen suelo. Pero aqu¨ª hay suelo suficiente que no se utiliza o es demasiado caro", apuntilla.